El cambio que auguró la tragedia
Vallejo partió como titular junto a Joselu hasta que Mendilibar retiró al gallego en una acción que fue decisiva
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La irrupción de Manu Vallejo como segundo delantero, gran novedad del once albiazul
El esperado debut de Manu Vallejo impulsó al Deportivo Alavés en una jornada señalada. El andaluz, reclamado como necesario complemente de Joselu en ataque, fue ... titular por primera vez después de su llegada en el mercado de invierno en una alineación que recuperó la doble delantera. E hizo méritos para quedarse, con una asistencia, un gol, y el nivel de actividad e implicación que exige una situación tan crítica como la que vive el equipo vitoriano. Fue titular en una posición híbrida, a caballo entre el delantero del 4-4-2 y el enganche del 4-2-3-1, posiciones que alternó en función de la fase del encuentro. Fue un segundo delantero clásico. Un perfil al que el equipo no ha recurrido este curso, diferente a los demás delanteros de la plantilla, pero importante para bregar en mayor igualdad con la poblada defensa del Granada.
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El VAR, protagonista para señalar un penalti y aclarar un gol fantasma
El VAR fue un invitado frecuente al duelo. Y, a la postre, también decisivo. El videoarbitraje fue protagonista en un puñado de acciones. En varias de ellas, corrigió la percepción inicial del colegiado. En la primera mitad, ayudó a señalar un penalti cometido por Escudero sobre Joselu que Cuadra Fernández no vio en directo, pero que no dudó en señalar tras recurrir a la imagen. También entró a valorar una posible tarjeta roja de Nahuel Tenaglia, si bien el colegiado sí que mantuvo su criterio ante una acción dura, pero no merecedora de expulsión. Su última presencia, la más larga, fue a la hora de analizar si el remate de Puertas había entrado. A falta de la tecnología automática de línea de gol -que avisa al colegiado de forma inmediata si el balón ha entrado- el VAR tuvo que determinar si todo el esférico había superado la línea. Un proceso que parecía rutinario, pero que se alargó. La espera fue larga en Mendizorroza. Todo llevó a que se alargase el encuentro una decena de minutos.
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El cambio de la discordia: Moya por Joselu para recuperar el trivote
En el 67, con el Alavés en ventaja, José Luis Mendilibar realizó un cambio que a la postre resultó decisivo. Optó por retirar a Joselu para dar entrada a Toni Moya. Una permuta que recuperó el sistema de tres centrocampistas habitual durante las últimas semanas, en un intento de frenar el ritmo del partido y evitar las transiciones del Granada. Pero el efecto rebote fue decisivo en contra del Alavés. El Granada empató poco después y el equipo vitoriano se encontró huérfano de su referencia en ataque. El equipo se hundió y apenas logró asomarse a la portería rival. Tampoco con los movimientos posteriores, ya a la desesperada, recuperó la influencia de delantero gallego.
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Una sobresaliente reacción rápida tras el gol del Granada sin continuidad
El Alavés logró sobreponerse en varios momentos a trances complicados. No se hundió tras el error de Joselu desde el punto de penalti en la primera mitad. Tampoco lo hizo cuando encajó a balón parado -donde volvió a sufrir más de lo previsto- el 0-1. Es más, su reacción fue sobresaliente, inmediata. Diez minutos después no solo había empatado, sino que también había marcado el segundo gol y caminaba hacia una victoria necesaria. Todo parecía encaminado a ello: un rival tocado, la euforia de un doblete veloz y el apoyo de Mendizorroza, contagiada de esa alegría. Pero el paso de los minutos atenuó la reacción. El 2-2, tras el suspense del VAR, terminó de hundir la moral albiazul, que apenas registró movimientos tras el 2-3, sentencia de un partido con epílogo doloroso.
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