Antonio Sivera golpea el balón en un partido disputado este curso en Mendizorroza. Europa Press

Deportivo Alavés

Una portería consolidada

Tras la era Pacheco, la renovación de Sivera hasta 2027 apunta a una década larga sin debate en una posición clave para cualquier equipo

Domingo, 17 de diciembre 2023, 00:00

Recordar a los porteros que han precedido a Sivera y Pacheco en el Deportivo Alavés requiere un esfuerzo de memoria. Buen síntoma. Y es ... que entre los dos han ocupado el puesto de guardameta durante las últimas ocho temporadas y media. La reciente renovación del alicantino extiende teóricamente este binomio hasta la docena de ejercicios futbolísticos (2017-2027). Es decir, una década larga sin debate en una posición clave para cualquier equipo. Podría decirse, además, que si Sivera saliera del club o no blocara la pelota a la primera durante los próximos años, por detrás llega Owono para detenerla en dos tiempos. Un proyecto, el cancerbero guineano, con todo el potencial para lucir a medio plazo en el fútbol profesional. Vamos, una portería a priori consolidada.

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Decía Alberto López, exentrenador albiazul y excancerbero de la Real Sociedad, que a un portero no se le juzga tanto por el número de errores que comete a lo largo de una temporada sino por la frecuencia de las 'cantadas'. Es decir, un guardameta puede aguantar dos o tres fallos por campaña siempre que no se produzcan en partidos consecutivos o en un plazo corto de tiempo. En el caso de llegar seguidos, la confianza propia y la ajena se resquebrajan y todo se complica. Nada de eso ha sucedido en la meta albiazul desde hace mucho tiempo. Al contrario, casi siempre el protagonismo bajo palos ha sido positivo. Sivera salió la pasada temporada del cascarón tras la marcha de Pacheco y resultó decisivo para el ascenso con intervenciones de mucho mérito antes y también durante los 'play off'. Con esa pizca de fortuna que acompañó a los albiazules en el duelo final. Por si no lo tienen archivado, el Levante envió el balón dos veces al larguero en la prórroga que acabó en el minuto 129 con el tanto de penalti de Villalibre. Ese gol que lanzó el chupinazo alavesista hacia Primera.

Bueno, para los que todavía no se han acordado de los precedentes en la portería albiazul habrá que recordar que por allí pasaron como suplentes en el retorno a Primera Adrián Ortolá (ahora en el Sabadell de Primera RFEF) y antes, la campaña 2015-2016 del ascenso con Bordalás, el meta Pau Torres (ahora UCAM Murcia de Segunda RFEF). En realidad, hay que remontarse más atrás (2013-2015) para llegar a ejercicios futbolísticos de zozobra en la meta alavesista. Aquellos donde los partidos se los repartieron primero Goitia (30) e Iván Crespo (12) -incluida la salvación en Jaén- y un año más tarde Goitia (13) y Manu Fernández (29).

No son precisamente buenos los recuerdos de aquellas campañas en lo que respecta al marco alavesista. Sin volver la mirada hacia atrás en exceso, una de las curiosidades data de la temporada 2009-2010, cuando Pagola (19) y Montero (19) se repartieron en Segunda B todos los partidos de forma salomónica. Otra, aquella 2006-2007 cuando ante las lesiones de Bonano y Ardouin el club fichó in extremis a Porato para colocarlo bajo palos en un debut exprés.

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Historia alavesista que ahora suena extraña cuando es la calma la que preside la meta del paseo de Cervantes. La intranquilidad se reserva para el Alavés en su conjunto debido a unos primeros 16 partidos donde ha desperdiciado la oportunidad de marcar diferencias sustanciales con las posiciones de descenso. Queda el Everest final (Girona, Real Madrid y Real Sociedad) y la sensación de que la entrada del año 2024 puede suponer regresar a la casilla inicial. Es decir, a vivir cada semana en el límite.

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