Primera llamada a la segunda unidad del Alavés

Es el momento de la llamada segunda unidad. Con una línea muy marcada en el caso del conjunto babazorro, que en este positivo inicio liguero ha aprendido a recitar de memoria su alineación con solo una duda, en el puesto de central, condicionado por la tardía incorporación de Maras, la sorprendente irrupción de Abqar –el más utilizado en la demarcación– y la lesión de un Sedlar que hasta entonces estaba siendo fijo para Luis García. En el resto del once se han convertido en fijos, salvo circunstancias puntuales, Sivera, Tenaglia (ganó la batalla inicial a Anderson Arroyo), Duarte, Benavídez, Salva Sevilla, Guridi, Alkain, Luis Rioja y Miguel.

Esta semana, con tres partidos en ocho días (Burgos, Albacete y Andorra) habrá cambios. «A partir del segundo», confirmó el entrenador albiazul antes del duelo en El Plantío. Y preocupa especialmente la tercera parada. «De Burgos a Albacete son cuatro días; de Albacete a Andorra son tres y un desplazamiento brutal. Y ahí sí que tendremos que refrescar el equipo porque se nota el esfuerzo», avisó. De hecho, el conjunto albiazul viajará el jueves en autobús después de entrenar en Vitoria, para llevar a cabo la última sesión preparatoria en el Principado.

Luis García tenía las rotaciones «en la cabeza» desde antes del partido de Burgos, «pero hay circunstancias que te cambian» los planes. La lesión de Duarte –sin diagnóstico oficial–, por ejemplo, que vuelve a abrir las puertas del once a Javi López, titular en las tres primeras jornadas. La jerarquía en el lateral izquierdo cambió en cuanto cerró el mercado y el puesto, como en las últimas temporadas, ha sido para el almeriense. Dos perfiles muy diferentes: la solidez del veterano y la proyección ofensiva del joven carrilero canario.

Será uno de los cambios en el partido ante el Albacete. Habrá más, en principio. Con varios candidatos que han llamado a la puerta del entrenador desde el banquillo. Toni Moya (9), Taichi Hara (6) y Róber González (5) han sido los recursos más utilizados por Luis García en las segundas partes. Se lleva la palma el centrocampista, que ha participado en todos los encuentros ligueros, pero siempre en la segunda parte. Por coincidencia en sus principales rasgos futbolísticos, el extremeño es el damnificado por la etiqueta de indiscutible de Salva Sevilla, el jugador de campo que más minutos acumula en el arranque del campeonato (699). En Burgos no carburaron bien juntos. Y Moya ya ha dejado claro que se puede contar con él –ya lo hizo en Primera–, especialmente en la gran media hora que firmó ante la Ponferradina.

Sevilla es uno de los tres jugadores de campo que ha salido de inicio todos los encuentros, junto a Miguel y Alkain. Son también los tres más sustituidos. El ariete pucelano ha sido relevado en todos los encuentros. Yen los últimos ha aparecido en escena Taichi Hara. Después de un inicio errático –un partido en las primeras cuatro jornadas–, el gol que marcó en Lugo ha reforzado la presencia en el equipo del delantero japonés, que desde entonces ha participado desde el banquillo en todos los duelos y ha dejado detalles interesantes de lo que puede aportar al equipo. Más allá del lógico poderío aéreo que le confiere su envergadura, el nipón está ofreciendo desmarques y controles orientados que generan huecos en las defensas rivales.

El tercer revulsivo está siendo Róber. Reclutado el último día de mercado, ha jugado menos minutos que otros atacantes como Jason o Abde, titular en la banda izquierda en las ausencias de Rioja, pero es el que ofrece cosas más diferentes cuando sale desde el banquillo. Su polivalencia, además, le permite ubicarse en toda la segunda línea de ataque. Aún no ha tenido ninguna oportunidad como titular, pero ya ha sacado a relucir su talento, como en la genial asistencia que le dio a Miguel en Cartagena, y seguramente tenga su oportunidad en estos dos partidos.

Abde, Arroyo, el recuperado Sedlar... Son otras de las opciones de refresco que maneja Luis García, con Benavídez –su relevo natural sería el canterano Balboa– y Guridi como piezas más difíciles de sustituir en un once consolidado que afronta las primeras rotaciones marcadas por el calendario.