El Alavés maneja ofertas de Elche, Cádiz y Espanyol por Luis Rioja

Dos ideas que pueden colisionar en el último tramo de un mercado de fichajes que cierra el jueves por la noche. Porque el club albiazul necesita incrementar su límite salarial para cerrar más incorporaciones. El deseo del entrenador es una por línea: un defensa, un centrocampista y un delantero, sin obviar una portería expuesta al debate tras la salida de una garantía como Fernando Pacheco, dueño intocable del arco en las últimas siete temporadas.

Y solo hay tres vías para incrementar ese tope: nuevos contratos publicitarios, ampliación de capital o ingresos por venta de jugadores. Y ahí entra en juego Luis Rioja, la pieza más codiciada del escaparate albiazul. El Alavés, de hecho, maneja tres ofertas de Primera División por el extremo izquierdo. Cádiz, Elche y Espanyol tienen al sevillano en agenda, aunque las propuestas económicas no colman todavía las expectativas vitorianas por un futbolista que la dirección deportiva y el cuerpo técnico consideran fundamental en sus planes. El club gaditano, además, acaba de incorporar a dos jugadores de banda a su parcela ofensiva -Bongonda y Ocampo-, por lo que parece complicado que vaya a insistir con más dinero por el atacante andaluz.

Ahí está la encrucijada para el club. El conflicto entre las cifras económicas y las futbolísticas. Una hipotética venta de Rioja podría desbloquear alguna incorporación, pero a estas alturas de mercado se antoja complicado sustituir a un extremo desbordante que está llamado a marcar las diferencias en Segunda. Hasta la fecha, sin alcanzar todavía esas cotas que se esperan de él en la categoría de plata, participó activamente en el gol de la victoria ante el Mirandés (Xeber Alkain) e hizo el del empate en Ibiza. Titular en las tres jornadas y capitán. Un jugador identificado con el escudo, como quedó claro en su celebración ante la afición en Can Misses.

En esta coyuntura, con apenas 72 horas para que el mercado estival eche la persiana, el Alavés entiende que cualquier decisión debe ir estrechamente ligada a los criterios futbolísticos del entrenador y la secretaría técnica. Es decir, que la venta sea ventajosa a nivel económico y deportivo, que valga para apuntalar las posiciones que todavía están cojas después de tres jornadas de liga. Lo contrario, vender para no fichar bastante y bien, sería contraproducente para el potencial de la plantilla.

Sigue a la espera Víctor Laguardia, impaciente por una oferta albiazul que no termina de llegar. Y Luis García ya ha dejado claro que al equipo le faltan mimbres en el centro del campo, algo que fue bastante evidente en la alineación utilizada en Ibiza, y la delantera, que ahora, además, está pendiente del estado de Mamadou Sylla, lesionado en Can Misses. Un fuerte esguince, a priori, pero las pruebas desvelarán hoy el diagnóstico definitivo.

«El viernes hablaremos y expresaré mi opinión de la plantilla y del objetivo que tenemos», expresó el técnico antes de viajar a tierras pitiusas, recordando a sus tiempos de entrenador en el Mallorca, cuando Osasuna le arrebató a Budimir a las once de la noche del último día de mercado. «Todo puede pasar», precisó con cierta resignación.