Hacia un Alavés reconocible
Desde el Monte del Pico ·
Luce una espectacular racha forjada en la mejora en el juego sin balón y aspira a elevar unos recursos ofensivos discretos y demasiado supeditados al dúo Rioja-JoseluDeshilachado en el inicio de la competición, el Alavés ha cosido su sistema defensivo a base de orden y esfuerzo. Diez puntos sobre doce posibles ... en las cuatro últimas jornadas, pero sobre todo el inicio del camino (todavía por confirmar) hacia un equipo reconocible. Ese que había encajado diez goles en los cuatro partidos iniciales, ha recibido cinco en los ocho siguientes. ¿Cierta fortuna en una última racha soberbia? Sí. Con venturosa victoria en Cádiz en un momento crítico, VAR salvador para evitar el empate del Elche, palo y Sivera en la meritoria igualada ante el Barcelona tras marcar en una acción aislada y golazo en el descuento de Joselu frente al Levante.
¿Mejoras estructurales en la escuadra de Calleja? Sí. Un equipo que ha progresado en el juego sin balón. ¿Cómo? Consiguiendo que las líneas se mantengan juntas para anular espacios que en las jornadas iniciales parecían praderas, aumentando la agresividad en el área propia donde antes se acumularon errores importantes, limitando las pérdidas en zonas comprometidas, presionando de forma constante sobre el poseedor de la pelota...
En definitiva, tratar de que cuando poco sucede sobre el césped, no se produzcan daños irreparables y sentir cierta comodidad pese a que el rival de turno casi siempre disponga de mayor posesión. Evidentemente, no se trata de una fórmula ganadora en la máxima categoría, pero sí la parte innegociable para que un modesto compita de forma regular por los puntos. Llegarán partidos 'tontos', de esos que se escapan por las rendijas de los inevitables errores, partidos casi imposibles, ante adversarios superiores o en notable estado de forma, pero de la constancia en producir en serie duelos ásperos para los adversarios dependerá la evolución albiazul. «Como equipo, somos el mejor de la Liga», llegó a decir en tiempos gloriosos el excapitán alavesista Antonio Karmona. Es la aspiración natural para cualquier plantilla que, conociendo sus limitaciones, necesita exprimir sus recursos. Que cada cual cumpla de forma abnegada en favor del colectivo y, en ese contexto general de todos para uno y uno para todos, las individualidades crezcan hasta alcanzar el tope de su potencial. La impresión es que Calleja -con un once cada vez más definido, pero oportunidades de calidad para 16 o17 jugadores- se ha ganado la adhesión del grupo de futbolistas. También la de un Mendizorroza volcado donde han llegado tres victorias en los cuatro últimos encuentros.
Si a los dos parones ligueros anteriores se llegó con nubes negras descargando sobre la ilusión de los aficionados (0 puntos en tres partidos y 3 en siete jornadas), el tercero permite ahora recobrar el aliento y pensar en un Alavés preparado para la batalla. Solo eso. Un equipo que ha logrado zafarse de un remolino que amenazó con llevarle al fondo de la Liga por la vía rápida y, en apenas dos semanas, se ha impulsado para sacar la cabeza del agua cuando el oxígeno se acababa. Todavía, un equipo con unos recursos ofensivos discretos y supeditados en exceso al dúo Luis Rioja-Joselu. Con un centro del campo rocoso, pero del que se esperan también ayudas en ataque desde la segunda línea por más que la vocación sea dar pases de seguridad y neutralizar al enemigo. Con un Pellistri aún necesitado de tomar buenas decisiones cerca del área y un Edgar que siempre se ha relacionado bien con el gol. Con 13 puntos en 12 partidos y, claro, los dos tercios decisivos del campeonato por delante.
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