Entre la reflexión y la despedida

El central maño ha cumplido su octava temporada en Vitoria. Llegó en Segunda División, vivió el ascenso y, tras varios años buenos en Primera, el pobre rendimiento colectivo le ha sumido en una irregularidad desconocida las dos últimas campañas. Ahora, tras el descenso, «las dos partes necesitamos reflexionar sobre lo que ha pasado», expone el director deportivo albiazul, que deja en el aire la renovación del capitán.

«Asumiendo que es un activo muy importante para el club, Víctor Laguardia se ha ganado el derecho a que decida claramente si lo que desea es seguir con nosotros o no», subraya. El club y el jugador quieren escucharse mutuamente y encontrar la mejor salida para ambas partes. «No es cuestión de si va a ganar más o menos, si va a tener un contrato de mayor o menor duración, la decisión importante es si queremos continuar juntos o no», precisa Sergio Fernández.

Más clara es la situación de Martín. «Es un jugador que ha dado mucho al club, en su finalización de contrato vamos a intentar encontrar lo mejor para el Deportivo Alavés y tenemos que valorar si lo mejor para el Deportivo Alavés es su continuidad de Martín», zanja el técnico leonés. La realidad es que el futuro del lateral, salvo radical e inesperado giro de los acontecimientos, está fuera de Mendizorroza.

Su sustitución en el último partido liguero, ante el Cádiz en casa, ya destiló aroma a despedida. Aplaudido por la grada, que ya intuía que podía ser su último encuentro como albiazul. Abrazado por todos los miembros del banquillo, como si lo supieran con certeza. Él devolvió los aplausos. Con las medias por los tobillos, sin las espinilleras que había tirado a la banda en la jugada anterior. La imagen de la aflicción. Y su cara lo decía todo.

Atrás quedarán catorce años en color albiazul. Llegó con doce y, tras pasar por todas las categorías inferiores, ha jugado las últimas cinco temporadas en Primera División hasta convertirse en el canterano que más partidos ha disputado en la máxima categoría con la zamarra alavesista (129). Tras perder protagonismo en las dos últimas campañas, se antoja inminente el adiós del único vitoriano que quedaba en la primera plantilla.

El club no cuenta con él para su nuevo proyecto en Segunda. Ya tiene otros dos laterales derechos, Nahuel Tenaglia y Carlos Isaac, que vuelve de cesión en el Oviedo, aunque tampoco es seguro que vaya a ser la pareja que compita por el puesto cuando comience la Liga. El argentino tiene un sitio fijo, pero el club rastrea el mercado en busca de un carrilero más profundo que podría dejar sin hueco al extremeño, que tiene un año más de contrato –firmó en 2020, pero ha salido a préstamo en sus temporadas en Vitoria–.

Y es que el camino de regreso a Mendizorroza no es fácil. No lo ha sido tradicionalmente y no lo va a ser este verano, pese al descenso a Segunda. Son seis los futbolistas que ha tenido cedidos el Alavés (Taichi Hara, Sylla, Borja Sainz, Isaac, Puma Rodríguez, Tachi), además de los jugadores del filial Abdallahi y Parera en el Istra, y únicamente el delantero japonés apunta a tener su espacio asegurado en el nuevo proyecto. Sus registros goleadores han convencido a la dirección deportiva (ocho tantos en media temporada en Croacia y otros ocho en su cesión a la Liga belga).

Al margen de las dudas que dejó el punta senegalés en el salto a Primera, tanto en Vitoria como en su cesión al Rayo, el resto ha demostrado su validez en Segunda, donde han tenido bastantes minutos, pero ninguno ha destacado como para llamar con suficiente fuerza a la puerta del nuevo Alavés. La mayoría iniciará la pretemporada a las órdenes de Luis García Plaza, el lunes 4 de julio, pero parten en desventaja y tendrán que demostrar muchas cosas si quieren formar parte de la definitiva lista de dorsales que el entrenador madrileño entregue a la Liga el 1 de septiembre, una vez echada la persiana del mercado estival.