La irreductible tropa albiazul: «Volvemos con la ilusión recargada»
Un centenar de aficionados del Alavés arropa al equipo en el primer partido de la pretemporada
Si el 5 de julio arrancó la pretemporada del Alavés, este martes se sumó a la causa la afición albiazul. Esos irreductibles que siempre responden ... al toque de corneta para dar batalla cuando el balón echa a rodar. A 65 kilómetros de Mendizorroza, la casa del alavesismo, más de un centenar de seguidores del Glorioso arroparon a los hombres de Coudet en el Prao, escenario de un derbi contra el Athletic que sirve de punto de partida para los vitorianos. Por delante, cuatro partidos más antes de arrancar una temporada que, augura la afición, se presenta «ilusionante».
Con 'La morocha' como acicate para activar los cuerpos, los babazorros fueron cogiendo posición en las gradas, una rocosa trinchera desde la que buscaron plantar cara a la marea visitante. «Bah, pero los bilbaínos son más fríos de lo que pintan», bromeaba Borja López, con el pequeño Hodei en sus brazos. Porque los amistosos también sirven para eso, para ir empapando a las nuevas generaciones del sentimiento. El mejor ejemplo del reconocible canto: 'txikitatik Glorioso'.
Nuevas caras, pero con la pasión intacta. «Tenemos muchísimas ganas del partido y de volver a ver al equipo, acompañarles desde el minuto uno», destacaron las hermanas Marta y Sandra Pardo, que lucían con orgullo las camisetas del Alavés. «Eso siempre, es un sentimiento». Y que ayer devoraron kilómetros de carretera para arropar al equipo. «Venimos los cinco en coche. Hemos aprovechado para comer en Laguardia. A ver si ahora nos los comemos también en el campo», reía Óscar Sánchez.
La ilusión era derbordante. «Después de dos meses ya teníamos ganas de ver al equipo. Volvemos con la ilusión renovada», confesaron Nabar García y Ekain Martín, testigos del comienzo de una campaña que muchos coinciden en que traerá muchas alegrías. «Veo que va a ser una temporada grandiosa, me da buenas sensaciones», destacaron José, Haizea y Ana. El 25 aniversario de la final de la UEFA aflora entre los albiazules.
Con el pitido inicial se destapó la cuadrilla apostada en uno de los fondos y que fue la nota alegre del partido. Inventaron un nuevo concepto de grupo de animación: lo mismo lanzaban loas para Sancet, que elogiaban a Sivera hasta la recogida del trofeo. «Que veraneamos en Jávea», repetían con insistencia para acaparar la atención del meta, encargado de recoger el trofeo. En su repertorio también Tenaglia, Garcés, Nico Williams... Tenían para todos.
Homenaje a De Marcos
El encuentro brindó una oportunidad a los aficionados que buscaron fotografiarse con sus ídolos y conseguir la ansiada firma. En el descanso, muchos niños se lanzaron a la carrera libreta en mano. Aunque el trabajo ayer fue menos intenso que en el entrenamiento a puerta abierta.
Todo ello en un partido cargado de simbolismo al servir de homenaje a Óscar de Marcos después de colgar las botas. En el campo que lleva su nombre y en su Laguardia natal, el exfutbolista recibió el cariño de su gente después de colgar las botas. «En un partido se une toda mi vida personal y futbolística: en mi campo, el Alavés, donde me he criado y le debo muchísimo, y el Athletic, donde me he hecho persona», apuntó en la previa.
Los jugadores de ambos equipos formaron un pasillo en su salida al campo. El de Laguardia recibió una makila y el cariño de todo el público que abarrotó las gradas. Por primera vez en 16 años, el futbolista vive la pretemporada desde fuera. «Lo estoy viviendo como si fuesen unas vacaciones, pero más largas. Todo el mes en Laguardia, tranquilo y disfrutando de la familia». Aunque no se ha desconectado del fútbol: «Es un buen partido para medirse». Dos equipos de Primera y muy ofensivos.
Respecto a los refuerzos del Alavés, De Marcos se refirió a Jonny Otto, un futbolista que conoce muy bien. «Es un jugador muy bueno, tiene mucha tralla (experiencia) y se nota, es un buen refuerzo para el Alavés. Hace un par de años estuve de vacaciones con él y le vi en forma». Ahora le verá en la banda de Mendizorroza.
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