¿Se atreve a vivir sin plástico?
Una familia austriaca se lo planteó en 2009 y sigue en ello. Ahora, unos emprendedores vascos abren una pionera tienda 'online' para vender productos libres de este material
Isabel Ibáñez
Jueves, 2 de octubre 2014, 00:14
Estando de vacaciones en Croacia en 2009, los hijos de la fisioterapeuta austriaca Sandra Krautwaschl no dejaban de preguntarle por el montón de plásticos que flotaban en el mar, agolpándose en la costa. A explicarles aquella debacle le ayudó 'Plastic Planet', un documental realizado aquel mismo año por un compatriota suyo, Werner Boote, que alerta sobre las consecuencias que el abuso de este material puede tener para la salud de las personas y el medio ambiente (las partículas de plástico en suspensión en nuestros océanos superan ya al plancton que alimenta a los peces y que luego nos comemos). Capaz de durar más de 500 años en el suelo y el agua, contiene aditivos desconocidos añadidos por las empresas que pueden llegar a modificar nuestro sistema hormonal, entre otros problemas. De sobra conocida es la 'isla de basura', también llamada 'gran sopa de plástico', una masa enredada de residuos que flota atrapada por las corrientes en un remolino gigante en el Océano Pacífico. Dicen que podría llegar a tener una extensión equivalente a tres veces España. Otros afirman que no son tres, sino siete veces nuestro país, y que sigue creciendo. Algunas expediciones han rebajado las dimensiones de este 'islote flotante', pero, lejos de tranquilizarles, esto les hace preguntarse dónde está entonces el resto de plástico que sabemos que la Humanidad arroja a los mares. Hay quien sigue empeñado en encontrar lo que denominan ya 'el séptimo continente', unos 3,5 millones de toneladas a la deriva en algún lugar que sitúan entre California y Hawai.
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Así las cosas, Sandra y su familia quisieron llevar a cabo un experimento, pasar un mes sin consumir plásticos; con ese fin sacaron a la calle todos los objetos que tenían en casa realizados con este material, pero pronto se dieron de que aquello solo era posible y tenía sentido si se realizaba de forma duradera y progresiva. Y cinco años después siguen intentando vivir sin plástico. "No hemos perdido calidad de vida, la hemos mejorado. Los alimentos y productos que usamos para bañarnos son mejores. Son menos numerosos, pero de mejor calidad. Ahora comemos más alimentos naturales y frescos", explica ella. A pesar de lo lejos que han llegado, reconoce que no han podido eliminar totalmente este material: tienen un coche compartido con otra familia y teléfono móvil. "Creo que el mundo puede cambiar, que cada acción individual puede tener un efecto. Cada uno de nosotros puede aportar con sus acciones a ese cambio", comenta. Para los que ya la estén llamando extremista, Sandra señala: "Es muy importante no imponerse prohibiciones absolutas ni volverse un radical, porque no se puede motivar a otros si uno se vuelve extremista".
También habrá quien piense que vivir sin plástico resulta más caro, pero ella contesta: "He ahorrado mucho en productos de limpieza porque utilizo vinagre y ácido cítrico. Es cierto que los alimentos frescos son más caros, pero nuestro consumo ha cambiado mucho. Además, no compramos cosas innecesarias, lo que supone un gran ahorro". Los cepillos de dientes de madera con cerdas naturales han sustituido en su casa a los de plástico y usan jabones en vez de los geles de baño que vienen dentro de envases. Sus baldes son de metal y los recipientes, de vidrio. Evidentemente, cuando van a la compra no piden bolsas de plástico, se llevan la suya. Un dato apabullante: en todo el mundo se consumen cada año 500.000 millones de bolsas de este material.
Javi Terrón, Marion de La Porte y Javier Barrios han puesto en marcha www.sinplastico.es
De vuelta a nuestra tierra, el lector interesado en esta historia puede que se esté preguntando dónde encontrar información fiable y productos como los que cita Sandra. Y aquí es donde aparecen los tres jóvenes vascos que acaban de abrir la web www.sinplastico.es, donde aportan soluciones a todo esto y dan información fidedigna sobre el problema del abuso de este material, además de recoger las noticias del panorama internacional en su blog, como la historia de la familia austriaca. Pero lo más novedoso, sin duda, es que a finales de octubre inaugurarán la tienda 'on line', donde los consumidores podrán encontrar hasta 700 productos que ayudarán a aquellos que quieran seguir el ejemplo de la familia austriaca. Javi Terrón, Marion de La Porte y Javier Barrios provienen del mundo ecologista y siempre les ha preocupado el problema del plástico y su insuficiente y difícil reciclaje; de hecho tan solo se recicla el 25% de las 25 millones de toneladas de residuos plásticos recogidos en Europa cada año.
"Llevamos trabajando un año en esto explica Javi Terrón. En Canadá hay una web que se llama www.lifewithoutplastic.com y es muy interesante. Pero por aquí no existía nada parecido. Existen blogs que sí tratan el tema del plástico, con recomendaciones sobre cómo reducir su consumo, pero comprar esas cosas era muy difícil. Nosotros las traemos desde Alemania, Francia, Noruega, Finlandia Y también en el País Vasco trabajamos con empresas de acero inoxidable". En la tienda que están a punto de abrir será posible encontrar cuatro tipos de productos. Lo explica Terrón. "Creemos que la sección dedicada al cuidado del bebé, con unas 150 referencias, tendrá mucho éxito, en concreto los biberones de vidrio con tetina de caucho natural, que son una muy buena alternativa a los tradicionales de plástico que están en contacto directo con las criaturas. Costarían, unos 8,50 euros (150 ml)".
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Prosigue Terrón: "La sección de cocina contará con unos 200 productos; entre ellos fiambreras de acero inoxidable y de cristal que vendrían a sustituir a las de plástico que se usan habitualmente y que contaminan los alimentos que vamos a ingerir, tanto por el contacto directo como al calentarlo en el microondas". Como ejemplo, una de acero inoxidable podría costar 21,50 euros, mientras que la de cristal valdría 14,50. Otra parte está dedicada al cuidado personal, unos 200 productos, entre los que los responsables de la web destacan los peines de madera con certificado FSC y la sección de maquillaje 100% natural como sus puntos fuertes. Para terminar, en el apartado del hogar (unas 150 opciones) destacan las redecillas y bolsas de algodón orgánico para la compra. "Son imprescindibles para el cambio resalta Javi Terrón. El precio de cada una rondará los 2 euros. En este caso no se puede competir con lo que hay en el mercado... que es gratis, pero este cambio es muy pequeño para el bolsillo y muy grande para el planeta. Llevar una doblada en el bolso no cuesta nada".
Entre otros productos sorprendentes destacan unos paños hechos con algodón y con un cierre especial para envolver el bocadillo y abandonar así el cuestionado papel de aluminio o el tradicional rollo de plástico transparente. Tarros de vidrio donde llevar la fruta cortada; botellines de vidrio o de acero inoxidable para llevar el agua y evitar eso que hacemos mal de reutilizar los de plástico una y otra vez; sartenes de hierro, como las de antes, que tan solo necesitan un pequeño cambio de hábitos, como calentarla un poco antes de echar el aceite, y después lavarla con agua tibia, evitar dejarlas mojadas para que no se oxiden y bañarlas con un aceite especial para conservarlas.
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¿El precio? "Un taper de plástico te puede costar unos 10, 15 euros y tiene una vida de 5 años que todo el mundo alarga sin saber lo que supone, mientras que uno de vidrio llega a los 40 euros, pero a la larga es mucho mejor". La tienda dará la posibilidad de que los clientes se acerquen a almacén a recoger el pedido para ahorrar gastos de envío, "así queremos tener un contacto más cercano con nuestra clientela y dar un paso más en la conservación del planeta", añade el responsable de la web que cita unos datos que asustan: 280 millones de toneladas de plástico se producen de media en el mundo cada año; algunos necesitan hasta mil años para degradarse. Se estima que 6,4 millones de toneladas de residuos de este material llegan a los océanos anualmente; se pueden encontrar residuos hasta a 4.500 metros de profundidad. Cada año fallecen unos 100.000 mamíferos marinos por ingerir plásticos que confunden con comida.
Peter Raven es el marido de la austriaca Sandra. Explica que la mayor dificultad en todo esto es que "el plástico penetra en todos los ámbitos de la vida, es simplemente omnipresente. Por tanto, es un reto importante. No se trata de tirarlo todo, como la tecnología, donde casi todo es de plástico, sino de comprar productos diarios sin plástico. ¡Se supone que nuestro experimento es una cosa placentera y emocionante!". La web www.sinplastico.es ayudará por aquí a todos los que se atrevan.
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