Los vitorianos se deslizan hacia la Navidad

Al ritmo de The Beatles, Cher o Frank Sinatra han dejado a un lado los nervios y la presión que suelen tener en todos sus campeonatos para adueñarse del «disfrute» y la «ilusión tremenda» que les hacía estar en este momento tan importante de la Navidad vitoriana. Después de fiarlo todo a unas diminutas cuchillas y salir indemnes -porque son unas profesionales, todo sea dicho-, les ha tocado el turno a los aficionados.

Entre ellos estaba la familia de Elena Rivera-Galaz, que han sido los primeros en acceder al recinto. Esta vitoriana, afincada en Estados Unidos desde hace años, ha traído por primera vez en estas fechas a sus hijos Alicia, Lukas y Mateo a la ciudad. «Quería enseñarles las actividades que hacía yo de niña, y está siendo superespecial», ha compartido la ama, tras destacar que ésta era una tradición que «no podía fallar». Tampoco la parada anterior de esta misma tarde, que ha sido probar los churros con chocolate caliente; un manjar imposible de encontrar entre los locales de Washington, la capital en la que residen el resto del año.

Unos metros más allá, el tobogán ha dado a los niños un chute de adrenalina. «Es como que te mareas, te duele la espalda...», ha expresado enérgico Markel, nada más bajarse de ese trineo improvisado. Eso sí, y pese a los 'daños' colaterales, su sonrisa ha sido inmensa. Él ha sido uno de esa treintena de chavales que ha acudido con la ONG Save The Children a este plan. «Todos los viernes salimos y preparamos alguna actividad. Hoy no podía ser otra», ha trasladado una de sus monitoras.

En esta primera primera jornada las colas han sido kilométricas. Así que, como novedad, los próximos días se habilitarán dos accesos: uno, para los que compren los ticket online y otro para los que prefieran hacerlo de forma presencial con el fin de agilizar los accesos.