Vitoria recurre a un contrato exprés para no dejar las rampas mecánicas un año sin mantenimiento
Agotará en julio la prórroga con la empresa actual, que acumula 14 multas, y se da seis meses para definir el nuevo servicio, que espera que sea el «definitivo»
El Casco Viejo seguirá a vueltas con sus rampas mecánicas y ascensores al menos hasta mediados de 2025. El Ayuntamiento de Vitoria agotará la prórroga ... que le concedió a la empresa encargada de su mantenimiento, que acumula un total de 14 multas por «incumplimientos» (diez de ellas desde el pasado verano por valor de 41.000 euros). La tormentosa relación entre la compañía y el Consistorio, que fue estirada durante seis meses más por no tener el nuevo contrato todavía listo, concluirá el próximo 21 de julio.
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Pero el equipo de gobierno (PSE-PNV) necesitará todavía varios meses más para sacar a concurso el nuevo servicio de mantenimiento, que prevé «definitivo». En ese plazo, de al menos «seis meses», recurrirá a otro encargo puntual que asuma el mantenimiento de rampas y ascensores, claves para garantizar la accesibilidad a lo alto de la 'almendra'. Es el periodo que se ha dado el departamento de Espacio Público y Barrios, que encabeza Beatriz Artolazabal (PNV) para detallar las condiciones del futuro contrato y de sus necesidades. Por ejemplo, estudia la «sustitución de algunos elementos», como piezas mecánicas, o incluso alguna de las rampas más problemáticas y envejecidas. «No se puede pedir una mayor celeridad», aseguró la edil nacionalista tras las críticas de la oposición.
Estas nuevas necesidades se determinarán, principalmente, en base a un informe encargado a la empresa Orona, una especie de auditoría de la reparaciones y el grado de funcionamiento de las rampas, escaleras y ascensores. En cualquier caso, la propia Artolazabal aseguró que el servicio de las rampas es «lamentable» tras una primera valoración del estudio, principalmente por el «contumaz incumplimiento» de la empresa adjudicataria (Schindler), pero también por las condiciones meteorológicas o los «actos vandálicos» que detienen los motores con gran asiduidad.
Ese cóctel es precisamente el que intentará evitar el Consistorio con el nuevo contrato a partir del próximo año, que tendrá un presupuesto «elevado». Y es que algunas de las rampas acumulan ya «cerca de veinte años» de funcionamiento. En total, el entorno del Casco Medieval cuenta con 13 tramos de rampas y un par de ascensores. El nuevo encargo cubriría las necesidades de los años 2025, 2026 y 2027, según adelantó Artolazabal.
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Un parche por otro
En cualquier caso, a falta de una mayor definición del servicio, lo más inmediato es que el Ayuntamiento deberá sacar a concurso y adjudicar el servicio de mantenimiento en apenas mes y medio, para evitar que las rampas se queden sin cobertura hasta la llegada del nuevo contrato, o tener que pagar intervenciones puntuales a través de facturas.
A pesar de que el Consistorio buscará un mantenimiento más ambicioso de cara al próximo año, las explicaciones del equipo de gobierno no convencieron al Partido Popular ni a Elkarrekin Podemos, que preguntaron sobre este asunto. Lo definieron como «un parche sobre otro parche», según Óscar Fernández (Equo). «Podían haber buscado una solución antes de prorrogar el contrato», señaló Marta Alaña (PP), quien ve ahora al Ayuntamiento «con el agua al cuello» en los plazos.
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