Una versión de 'Orfeo y Eurídice' en la era Trump

No hay orquesta, la tragedia griega se filtra a través del humor, Eurídice es Melania Trump y cuenta con una estética cercana al pop. La ópera «de bolsillo» 'Orfeo y Eurídice', producida por el festival de música vocal Jalgi! en colaboración con el laboratorio escénico Ortzai, no es apta para puristas. Sin embargo, es más que una original invitación para acercarse al género sin ideas preconcebidas.

«Queríamos darle una vuelta a la ópera y convertirla en un género más cercano al público, además de hacerla más adaptable», sugiere Ane Ruiz de Gordoa, directora artística del Jalgi!, un programa que arrancó en abril. Esta versión es la primera producción propia del festival y las representaciones se llevarán a cabo del miércoles al viernes, a las 19.30 horas, en el teatro de la calle Pintorería.

La dirección escénica corre a cargo de Iker Ortiz de Zárate y la dirección musical de Amaia Rodríguez. Para actualizar la obra a un contexto más cercano han recurrido a la era Trump. «Lo interesante era el concepto de rescatar a alguien de la muerte, no solo referido a la muerte física. Hoy en día la muerte está ligada al poder y el símbolo por excelencia del poder nos parecía la Casa Blanca y ese mito de que Melania Trump era prisionera de un matrimonio de conveniencia», avanza el dramaturgo vitoriano acerca de una propuesta que se liga al movimiento surgido en redes sociales, 'Free Melanie', que sugiere que la modelo de origen esloveno estaba secuestrada en la Casa Blanca. Aquí Orfeo se dirige a la Casa Blanca para rescatarla de ese matrimonio.

Al «elemento grotesco» en la propuesta se suma otra seña de experimentación que le «quita el polvo» a la música teatral que se representa habitualmente en grandes escenarios. «La música es totalmente original, aunque cambia la estética por completo», cuenta el equipo. Para ello, Rodríguez se sienta como acompañamiento a un teclado que recurre a un banco de sonido que hace sonar desde las melodías de un piano hasta las de una guitarra eléctrica. El peso vocal lo lleva Miguel Gómez, un contratenor de Castellón que se ha formado en la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC) y da vida a Orfeo. Califa el enfoque como «superinnovador». «Creo que la música de pequeño formato y alternativo es el futuro», remarca. También Mireia Tarragó, ganadora del Premio Palau Música, participa como soprano, en el papel de esta particular Eurídice.

«Ha sido un reto. Estamos haciendo un trabajo actoral que no se da en el mundo del canto lírico y me parece muy importante que los cantantes también seamos actores», explica. Ainhoa López de Munain, la otra soprano tiene un «doble papel» como Amore y una de las guardas de seguridad de la Casa Blanca. «Es muy interesante ese juego entre la amiga que quiere salvar a Eurídice y disimula entre sus compañeros para que el plan salga bien». Por el momento, ese atrevimiento por una particular actualización del género que se aleja de la idea etilista de la ópera ha agotado todas las entradas.

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