«En seis meses podría haber normalidad, pero estaremos débiles y empobrecidos»

- Tienen una dosis importante de incertidumbre, que es lo peor para la economía. Nuestra esperanza pasaba por una vacunación ágil, pero se va a tardar más de lo deseado. Por eso hay que tratar de recuperar la economía e intentar salir de la crisis de una manera ordenada, sin olvidarnos de la dramática situación y el desastre humano que está provocando la pandemia ni tampoco la crisis emocional y de convivencia social.

- ¿Cuánto tiempo más durará la crisis y qué quedará tras ella?

- Ya me gustaría tener la respuesta porque si echamos la vista atrás, a marzo del año pasado, entendíamos que después de las vacaciones superaríamos la pandemia. No ha sido así. Ha pasado una ola, otra y ahora estamos en la tercera, tratando por el camino, como es lógico, salvar las vacaciones y salvar la Navidad. Pero la pandemia no para y sigue destrozando vidas y también a la economía. Esperemos que en seis meses podamos darle normalidad a la situación, pero vamos a salir muy débiles y muy empobrecidos.

- ¿Temen otro confinamiento como en primavera?

- Yo creo que no va a venir, pero sí es importante hacer un llamamiento a la responsabilidad del ciudadano. Todos sabemos qué debemos hacer sin paralizar la economía.

- El proyecto que parece haberse ralentizado es el que lidera la promotora Urteim en el centro de Vitoria. ¿Qué saben ustedes de esta iniciativa comercial?

- Es un proyecto que parecía bien instrumentado pero la pandemia le ha hecho retroceder. Yo soy optimista y creo en la iniciativa privada. Seguro que dará un dinamismo importante al centro de la ciudad.

- ¿En qué se basa?

- Nos trasladaron sus promotores que buscaban firmas hosteleras y comerciales potentes para dar vida a esta zona.

- ¿Es lo que necesita el centro?

- Hace falta dinamismo. Vitoria es una ciudad muy abierta, con barrios bien gestionados y con mucha vida como Zabalgana y Salburua y eso ha reducido la visita al centro. Ya la gente no tiene necesidad de venir aquí a comprar como lo hacía antes. Además, la venta online también ha hecho daño y por eso nuestros comercios tienen que reinventarse y seguir avanzando en esos canales digitales.

- ¿A qué deben aspirar Vitoria y Álava cuando salgamos de la pandemia?

- Hemos demostrado que estamos en la buena dirección. Hay que ser optimistas. Nuestra salud económica está menos castigada porque tenemos una estructura industrial fuerte y no dependemos de otros sectores ahora más perjudicados. Por eso creo que hay que reforzar la industria y ayudar, por supuesto, al comercio y la hostelería que lo están pasando mal.