La salida al mercado libre de pisos de VPO genera «pelotazos moderados en Álava»
En 2023 quedarán sin la protección 2.364 viviendas que en algunos casos podrán venderse un 30% por encima del precio de compra
A partir del próximo 1 de enero 2.364 pisos de VPO ubicados en Álava dejarán de serlo. ¿Y qué quiere decir eso? Pues que ... los propietarios de la mayoría de ellos podrán venderlos al precio que quieran. Existen, no obstante, 221 excepciones en las que la salida al mercado libre se verá lastrada por el derecho de superficie reservado durante 75 años al Gobierno vasco. Así que en pocos meses, quienes adquirieron por sorteo y con unas condiciones muy favorables alguno de los otros 1.943 inmuebles podrán sacar unos jugosos réditos de su venta, algo totalmente legal.
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No serán los primeros alaveses que lo hagan aunque seguramente serán de los últimos. Desde que se instauró esta tipología de viviendas en Euskadi, con la llegada de la democracia, y hasta 2003, las edificaciones con ese sello quedaban libres pasados 20 años (en los de protección de régimen general) o 30 (si eran sociales o concertados). Así que a lo largo de varias décadas han sido muchos ciudadanos del territorio quienes han vendido sin cortapisas sus VPO. En 2002, se entregaron las últimas bajo esa premisa ya que un año después cambió la normativa y desde entonces quedan protegidos de forma permanente.
Es un buen negocio. Mario Yoldi, director de Planificación de Vivienda del Gobierno vasco, habla incluso de que en el caso de Álava se producen «pelotazos moderados», si bien se está lejos de ejemplos surgidos en Donostia, donde una VPO ha salido al mercado por más de 600.000 euros. En todo caso, quienes firmaron escrituras antes de 2003 verán cómo en pocos meses pueden ponerlos a la venta al precio que quieran y obtener por ellos bastante más de lo que pagaron en su momento. «El precio lo marca el mercado, por supuesto, y más en un momento como el actual, pero inmuebles que se compraron por 140.000 euros en zonas céntricas como Aranzabal o San Martín, por ejemplo, podrían venderse en el mercado libre a 250.000, 300.000 o 400.000 euros», explica Ramón Perales, de la inmobiliaria Perales Digital. Con solo dos décadas de vida son residencias que se pueden considerar «nuevas» y casi todas cuentan con garaje y trastero, dos extras que, «si además se comercializan con muebles o mejoras», pueden hacer subir el precio como la espuma. Sus colegas de la firma Roma le dan la razón y hablan de incrementos «sobre un 20-30%» respecto a lo pagado inicialmente.
Desde 2003, todos los pisos protegidos, públicos o privados tienen esa calificación para siempre
El precio lo marca el mercado pero algunos inmuebles pueden duplicar el coste inicial
En estas condiciones de 'semiliberación' quedarán el año próximo 221 hogares. Su precio de venta, si bien es libre, está lastrado por ese plazo de uso y, como bien explica Perales, «nadie va a gastarse un pastizal en algo que dentro de 45 o 50 años no será suyo». «Hemos tenido alguno de este tipo en venta, pero no ha sido sencillo encontrar nuevo dueño», confirma.
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Propiedad plena
En 2003, el Ejecutivo autonómico llevó a cabo dos modificaciones. Por un lado, la ya referida de que a partir de entonces todos los pisos protegidos que se construyan en Euskadi lo sean «para siempre» de manera que «no se podrá especular con ellos» -ensalza Yoldi-; y por otro, ofrecer la posibilidad al dueño de una VPO antigua de comprar el derecho de superficie para lograr una propiedad «plena». A cambio, el inmueble pasa a ser 'protegido' para siempre. La opción permitía, además, dotar a las arcas púbicas del dinero necesario para nuevas promociones de este tipo. En veinte años se han lanzado siete convocatorias en las que se han reconvertido 4.500 viviendas y se han recaudado 55 millones de euros.
Desde principios de los 90 el Gobierno vasco busca medidas para atajar la especulación
El sector augura un parón en la construcción de VPO por los costes de los materiales
Según los datos del Gobierno vasco, en Álava se construyen ahora mismo 1.257 VPO. Podrían ser, según el sector, las últimas durante un tiempo. El alza de los costes -el ladrillo ha subido un 1.000% por ejemplo- hace que ya no sean rentables. «Si se van a vender a 200.000 euros, y han costado más, nadie las va a desarrollar», cuentan desde el Grupo Fernández de Nograro-Pisos en Vitoria. Y eso pese a que el pasado verano el Ejecutivo actualizó el precio de módulo de estas promociones, estancado desde 2010, por lo que un piso de 3 habitaciones, con garaje y trastero ha subido de golpe unos 20.000 euros de media. «Pretendían paliar el incremento de costes pero con la situación económica actual se sigue sin cubrir gastos y la edificación se va a parar», pronostican.
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De rebote se ha generado otra consecuencia. «Quien haya comprado una vivienda protegida antes de verano podrá venderla ahora ganando 15.000 o 20.000 euros y todo ello respetando los precios máximos actualizados poco después por el Gobierno vasco», desvela Ramón Perales, que remarca que esa cuantía puede dejar sin acceso a estos pisos a muchas familias «y sobre todo jóvenes». «Esa diferencia puede impedirles el acceso a crédito. No me parece que sea el sentido de la VPO. Deberían haberla subido poco a poco y no de golpe», critica.
LAS CIFRAS
21.099son las viviendas de VPO que hay actualmente en Álava. 2.364 perderán esa calificación el año próximo.
1.257son los pisos protegidos que se construyen en el territorio en estos momentos.
12años llevaba sin actualizar el Ejecutivo vasco el precio del módulo de VPO. Lo hizo el pasado verano para paliar el alza de los materiales.
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