La oposición se une en las Juntas de Álava para rechazar el 'bypass' del TAV hacia Miranda
EH Bildu, el PP y Elkarrekin dan respuesta a las demandas de los vecinos y respaldan que el proyecto supondría un «elevado y desproporcionado impacto ambiental, visual y acústico»
EH Bildu, el PP y Elkarrekin Podemos han respaldado este lunes una moción en las Juntas Generales que rechaza el 'bypass' para conectar el tren de alta velocidad (TAV) con Miranda de Ebro por el «elevado y desproporcionado impacto ambiental, visual y acústico» que supondría para el municipio de Ribera Baja y otros concejos de la zona. Una iniciativa que no ha 'nacido' de ningún partido político en concreto, sino de las autoridades locales que hace dos meses visitaron el legislativo territorial. Los grupos gobernantes del PNV y PSE no han secundado esta iniciativa.
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El texto que ha salido adelante no se trata de un rechazo a la línea completa del TAV, sino al tramo subsidiario que accedería a la localidad burgalesa y que en su reincorporación hacia la línea principal de Vitoria, entre otros asuntos, conllevaría la construcción de un viaducto sobre Rivabellosa (cabecera de Ribera Baja) que dejaría la plataforma ferroviaria a «apenas» 200 metros de las casas. El texto que ha salido adelante insta a los gobiernos español y vasco a la búsqueda de «soluciones alternativas que minimicen dicho impacto».
En el debate ha participado Javier Argote, juntero de EH Bildu y presidente de la junta administrativa de Manzanos, una de las localidades más afectadas por esta nueva vía. Él ha descalificado el proyecto porque «va a destruir» esta zona por suponer un coste «inasumible y con afecciones muy severas». Tanto Argote como el portavoz de Elkarrekin, David Rodríguez, han mostrado su disconformidad cuando existe la posibilidad de extender el Cercanías desde la capital alavesa hasta Miranda -un trayecto de algo más de treinta kilómetros- y que allí se puedan subir a la alta velocidad.
Miguel Garnica (PP) ha resaltado que su formación apoya la moción para «escuchar a los vecinos de Ribera Baja», pero ha dejado que su posición sobre el TAV está en las antípodas de lo que defienden EH Bildu y Elkarrekin. «Este trazado es una imposición del PNV y del PSOE que tiene afección ambiental y hay que escuchar a los vecinos y darles una alternativa, para que se estudie cómo se puede minimizar», ha subrayado.
El juntero del PNV Rubén Torremocha ha defendido que el TAV supone «una oportunidad irrenunciable para este país». «Sabemos que tendrá un impacto y, por ello, seguimos trabajando conjuntamente, para seguir incorporando las medidas adecuadas para minimizar las afecciones», ha explicado.
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El socialista Josu López Ubierna, por su parte, ha reconocido que el trazado «tiene una serie de impactos» en el municipio, pero que la resolución de impacto ambiental ya «tiene en consideración bastantes de las alegaciones que en su momento presentó la Diputación, a la hora de mejorar y de mitigar el impacto que cualquier nueva infraestructura tiene en el territorio y la afectación».
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