Una mujer de 78 años muere atropellada en un accidente en su chalé de un pueblo de Treviño
El marido de la víctima se equivocó de pedal al aparcar su coche en su finca. Los médicos sólo pudieron certificar su fallecimiento
Consternación en el Condado de Treviño. Una mujer de 78 años falleció este sábado tras ser arrollada por un coche en el interior de su ... parcela, enclavada en una pequeña localidad del Condado de Treviño, a unos 25 kilómetros de Vitoria. Según testigos consultados por EL CORREO, el fatal accidente ha ocurrido «sobre las 12.00 horas», cuando su marido se disponía a aparcar el coche en el terreno donde se levanta su chalé. Era una maniobra habitual, como cualquier otro fin de semana. Por causas que se investigan se equivocó de pedal.
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En vez del freno ha pisado el acelerador, con funestas consecuencias. El vehículo ha chocado contra un muro con la mala fortuna de que en su trayectoria arrolló a la mujer, quien murió prácticamente en el acto. Debido a la gravedad del suceso, el conductor -un jubilado muy conocido en la localidad burgalesa y residente en Vitoria- ha entrado en «shock». Varios vecinos han tratado de ayudarle, al tiempo que solicitaban ayuda por teléfono. La llamada a la Guardia Civil se ha producido «a las 12.10 horas».
«Mientras llegaba la ambulancia, algunos colocaron unos gatos alrededor del vehículo para intentar levantarlo, pero ya nada se podía hacer por salvarla», han compartido residentes en este enclave con apenas 27 habitantes censados, pero que durante los fines de semana suele duplicar su población. Entre estos últimos estaban la víctima y su marido.
«Se querían mucho»
«Llevan viniendo muchos años. Es que no nos creemos lo que ha pasado y la mala suerte que han tenido. Los dos son muy buena gente y se querían mucho», han subrayado. «Él está destrozado», ha trazado otro residente.
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La investigación abierta apunta a que la fallecida, como hacía habitualmente, «abrió la verja mientras su marido aguardaba al volante». En esta ocasión y por causas que se investigan, su vehículo de gran cilindrada se le fue un instante. Y en vez de apretar el pedal del freno, al parecer pisó el acelerador sin querer.
«Aquí nunca pasa nada. El pueblo se ha llenado de coches de la Guardia Civil. Han venido los bomberos y una ambulancia. Ha sido terrible. Todos nos sentimos muy tristes», han argumentado convecinos de la pareja consultados por este periódico. Por protocolo, efectivos del instituto armado de la comandancia de Miranda de Ebro se han hecho cargo del caso, que ha sido abordado como un «accidente» de fatales consecuencias.
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