Jon Maia apadrina el primer aceite del año del trujal de Lanciego

La presencia del bertsolari Jon Maia ha abierto esta semana la temporada de aceite en el trujal de Lanciego, que gestionan Dounia El Kouissi y Mikel Izaguirre, con el apoyo de Santos, su padre. El trujal Erroiz abrió sus puertas el año pasado y acaba de empezar la temporada con «una ilusión enorme», explicó Santos Izaguirre. Para celebrar la nueva campaña, invitaron al campeón Jon Maia, que el lunes compartió con la familia el trabajo de varear los olivos, recoger las aceitunas, molerlas y recoger el primer aceite de la temporada. «Le pedimos que le pusiera nombre» y los primeros mil litros producidos este año en el trujal se llamarán 'Abuelari' «una mezcla de castellano y euskera que recuerda a su abuela, originaria de Extremadura, donde tenía olivos que perdió con el franquismo, lo que obligó a la familia de Jon Maia a emigrar a Euskadi».

La producción se envasará en botellas de medio litro que se pondrán a la venta por quince euros, de momento en el propio trujal, mientras se organiza la red de ventas de los productos. «Después hicimos una cata y compartimos una comida informal», aseguró Izaguirre. La cata del aceite obtenido con las primeras aceitunas de este año tiene «notas frescas y frutales. Es un aceite con personalidad propia, con un poco de picor y de acidez, mejor para tomar en crudo», añadió el experto.

La intención de los responsables del trujal es invitar cada año a un personaje relacionado con el aceite para iniciar la campaña. La actividad incluye destinar el 30% de los beneficios de la venta de la tirada anual, a la que pondrá nombre cada año el personaje invitado, a un fin benéfico. «Jon Maia se inclinó por destinar esos fondos a la escuela de bertsolaris de Rioja Alavesa, porque el euskera en esta zona se está impulsando, pero todavía tiene dificultades, aunque también barajó destinarlo a asociaciones que ayuden a las personas inmigrantes», añadió el responsable del trujal.