Un trabajador revisa la fachada de San Pedro. Jesús Andrade

La iglesia de San Pedro se somete a un 'lifting' contra los desprendimientos

Durante las próximas semanas se procederá a revisar la torre y consolidar los elementos de piedra que están deteriorados

Miércoles, 7 de julio 2021, 01:18

La iglesia de San Pedro, una de las joyas góticas de Vitoria, dio un importante susto a los viandantes hace tres semanas. Uno de los chapiteles del ábside exterior sufrió un desprendimiento que obligó al vallado de un tramo de la calle Herrería ... hasta que los técnicos recogieron estos trozos que suman más de siete siglos de vida, además de otros de tipo arenisco sin ninguna clase de valor histórico. No se trata de un episodio puntual, aunque tal vez sea el más espectacular de los últimos años y el que ha obligado a que el Obispado de Vitoria finalmente haya tomado medidas.

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Durante las próximas semanas se desarrollarán trabajos con el objetivo de garantizar la seguridad en el exterior del templo y evaluar hasta qué punto llega ese deterioro. Responsables del departamento de obras de la institución que preside Juan Carlos Elizalde explican a este periódico que se va a proceder a revisar «toda la torre y sus anexos» y, a partir de ahí, se harán trabajos de consolidación de la piedra. Unas labores muy similares a las que se han realizado en la torre de San Vicente o en la portada de Santa Ana de la Catedral de Santa María.

Operarios subidos en una grúa trabajan desde el lunes en el perímetro de San Pedro y en próximas fechas procederán a eliminar las distintas irregularidades que vayan observando en una fachada que data del siglo XIV. Ese 'lifting' también se extenderá a otros elementos de piedra que se han visto deteriorados por las inclemencias meteorológicas, el mero paso de los años y por las palomas que viven o se posan en este templo, lo que sumado a sus deposiciones debilita la estructura exterior.

El paso del tiempo, la meteorología adversa y las palomas, principales razones de los desperfectos

Los chapiteles, que son los elementos arquitectónicos que cubrirían a unas esculturas que nunca llegaron a colocarse, del ábside son unos de los más perjudicados 'a priori' y en los que inicialmente se ha centrado la mirada de los expertos en la materia. Y es que si bien jamás llegaron a cumplir con su función original, su valor histórico es innegable por esta particularidad y por haber sido testigos de los devenires de la 'almendra' medieval de la capital alavesa.

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El objetivo será asegurar que los diferentes elementos de la iglesia aguanten «de manera eficiente y duradera». Unos trabajos que completarían aquellos que se realizaron hace siete años cuando se renovaron las cubiertas, que se encontraban muy deterioradas tras cuatro décadas en las que sólo se habían hecho trabajos de mantenimiento. Entonces también se mejoró el sistema de evacuación de aguas.

Acelerar la ejecución

Estos nuevos trabajos estaban en la agenda del Obispado, pero la importancia de este último desprendimiento ha provocado que se acelere su ejecución para evitar males mayores. Existe una comisión mixta entre la autoridad eclesiástica y la Diputación para determinar las reformas de calado, pero en este caso ha sido la Diócesis vitoriana quien 'motu proprio' sufragará la revisión en profundidad y la realización de este 'lifting' a sus piedras para que se haga cuanto antes.

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Voces expertas como el historiador y arqueólogo Ramón Loza y Agustín Azkarate, renovador de la catedral de Santa María, reclaman un plan director a largo plazo para recuperar paso a paso una iglesia «a la altura de Santa María» en cuanto a patrimonio. Loza explica que el color oscuro tan característico de su fachada se debe a la contaminación que ha sufrido la ciudad en todo este tiempo, que también ha ayudado al deterioro de su estructura y a los posteriores desprendimientos.

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