«Un icono de la ciudad no puede seguir así, necesita un plan de restauración»

- ¿Qué requisitos cumple en su deterioro el Monumento a la Batalla para entrar en la lista roja?

- Tiene ya más de cien años y el tiempo no pasa en balde. Le faltan piezas y es un monumento que tiene numerosas fisuras. Si no se interviene ni se consolida, pues acaba yendo a más. Y una grieta que se abre facilita que el agua se filtre, se produzcan rupturas y se desgajen piezas. Aunque es un monumento que se ve bonito, cuando uno se fija más al detalle ve partes muy deterioradas; caras lisas que han perdido todos los rasgos faciales, hongos, líquenes...

- ¿Qué actuaciones ve prioritarias?

- Lo primero es tener un plan y un proyecto de restauración. Y luego se ve necesaria una limpieza general y una consolidación y reposición de los materiales que faltan. Eso sería lo correcto.

- ¿Sería una actuación costosa?

- No es una actuación costosísima, pero hay que hacerla porque si no en pocos años podemos ver que a la escultura del dios Marte que ahora le falta la cara pues le puede faltar directamente la cabeza entera porque se haya desgajado y partido. Si no se interviene en 20 o 30 años se puede caer la cabeza entera. No puede ser que un icono de la ciudad esté así con el peligro que supone a medio y largo plazo.

- Viendo su deterioro, ¿se puede vislumbrar una fecha en la que este sea irreversible?

- Soy historiador, no restaurador. Lo que es evidente es que se debe hacer limpieza, consolidar lo que hay y luego reponer y reconstruir lo que se ha perdido.

- Cada vez que entra un monumento en esta lista roja se entiende como una llamada de atención. ¿Es también un tirón de orejas a las instituciones?

- Más que un tirón de orejas es una llamada de atención positiva y constructiva. No tiene consecuencias legales. Es decir, a las instituciones muchas veces no les gusta que aparezca un monumento, pero esta inclusión en la lista no se nutre de ningún 'lobby' ni ningún ser extraño y desconocido. Es la ciudadanía la que nos pide prestar atención sobre el deterioro.

- O sea que resultan incómodos en muchas ocasiones.

- Sí. porque lo óptimo es actuar 'motu propio'. Pero insisto en que siempre son llamadas de atención constructivas. En este caso, además, la solución no es tan complicada si la comparamos con la necesaria en el caso de palacios que hay en Vitoria o en otros sitios.

- Precisamente el palacio de Álava-Esquível se encuentra también en 'rojo', junto a la gasolinera de Goya y la casa Alfaro Fournier. ¿Cuánto llevan ahí?

- La estación de Goya lleva desde de octubre de 2021; la casa Alfaro desde junio de 2021 y el palacio Álava-Esquível desde abril de 2022.

- También hay una luz 'verde': el palacio Maturana-Verástegui. Es decir, salió de la lista de patrimonio en peligro.

- Se incorporó en octubre del 2021 y ha pasado a la lista verde julio del 2023. Depende de temas como la titularidad. Es verdad que para los monumentos de la ciudad es más fácil encontrar una solución. Pero es muy buen ejemplo y esa es la línea a seguir.

- ¿Y el peor ejemplo?

- Es muy malo el de los Álava-Esquível, propiedad de Tánger. Se realizan requerimientos y multas y no se hace nada para evitar el deterioro. Estos inmuebles son importantes a muchos niveles para la ciudad. Cuando uno habla de Vitoria habla de las personas, pero también de sus monumentos.