Un goteo de reformas con los casos más graves aún pendientes
Existen proyectos en marcha en los números 8 y 28 de la calle, pero los inmuebles en peor estado, como el desalojado hace cinco años, siguen sin avances
Pese al avanzado deterioro que sufre casi la mitad de los edificios de la calle Santo Domingo, no puede decirse que no se produzca ningún ... movimiento. Hay comunidades que se resisten al abandono y que han puesto en marcha sus proyectos de rehabilitación para frenar el deterioro de su inmueble. Es el caso de los portales 8 y 28 de la calle que conecta Pintorería y Aldabe, que se encuentran en «mal estado».
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El primero tiene el proyecto autorizado pero aún no han arrancado los trabajos. El segundo, mientras tanto, tiene la obra iniciada y ha avanzado en las últimas semanas. La intervención consiste en la renovación de cubierta y fachada. Ambas intervenciones cuentan con fondos europeos y con respaldo de Ensanche 21.
La imagen del andamio de este último caso contrasta con el crítico estado en el que se encuentran los portales 38, apuntalado y con un reciente intento de okupación, y, sobre todo, el 40 y el 42, con los vecinos desalojados hace cinco años. La situación se encuentra enquistada entre los propietarios y el Ayuntamiento, ya que piden auxilio a la Administración y ésta insiste en que son ellos quienes deben «dar el primer paso» con el acuerdo de la comunidad y el proyecto de reforma para articular después las posibles ayudas.
En paralelo, el Consistorio cuenta con un plan de 3,6 millones en ayudas vigente hasta 2025. Se trata de un programa ajeno al recién aprobado en Ensanche 21 para retomar las subvenciones que se retiraron en 2018, ya que el Casco Viejo y Zaramaga tienen convocatorias propias. En cualquier caso, en los próximos años prevé actuaciones en Nueva Fuera, Abrevadero, San Francisco y Siervas de Jesús, entre otras.
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Sin embargo, entre estas calles no figura Santo Domingo. Fuentes del Consistorio señalan que esto no significa que no puedan articularse ayudas específicas en caso de que los vecinos acometan un proyecto de reforma, aunque insisten en que «no ha habido vecinos que las hayan pedido», en relación a los casos más graves.
Por otra parte, el barrio se encuentra a la espera del diseño de su Plan Especial de Rehabilitación Integrada (PERI). Se trata de un Plan General de Ordenación Urbana a pequeña escala que se desliga del documento principal por las características específicas de la 'almendra', y que debe definir si se flexibiliza su protección para fomentar reformas (uniendo viviendas, por ejemplo) y regular los pisos turísticos, entre otras cuestiones.
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