La Fiscalía obliga a la Diputación de Álava a acoger en Bideberria a un 'mena' al que rechazó

La Diputación Foral de Álava vuelve a verse en el centro de la polémica en torno al caso de un menor extranjero no acompañado ('mena'). Se trata de un chico natural de Guinea Conakry al que un ciudadano ayudó para que fuera atendido por Bienestar Social después de encontrarlo en la calle y darle cobijo inicialmente en su casa. Su acto solidario desembocó en un largo proceso, que incluye el rechazo inicial del menor por parte de los servicios forales, al no poder probar su edad, y dos denuncias ante la Fiscalía presentadas por Delfín, el benefactor del joven.

En este momento, el chico se encuentra en el centro foral Bideberria, pendiente de que se le hagan las pruebas para determinar su edad. Pero el inicio de los hechos, desvelados por la Cadena Ser, se remonta al pasado 2 de diciembre, según ha relatado Delfín en la emisora vitoriana. Aquel domingo, paseaba con un amigo por la calle Zaramaga cuando le llamó la atención el chico, ataviado solo «con una camisica, pantalón y alpargatas». Tras conocer su situación decidió darle de cenar y cobijo para dormir antes de acudir al día siguiente a Cruz Roja.

Y ahí comenzó el peregrinaje, primero en los servicios de Urgencia del Ayuntamiento, que lo derivaron a la Diputación –administración con la competencia en temas referentes a los 'menas'–. Tras una breve entrevista con el chico, «con una traductora por teléfono», recuerda Delfín, le explicaron que «hasta que no tuviera un documento acreditativo de su fecha de nacimiento y su foto» no lo podían acoger.

El hombre continuó su labor de protección con el joven y al día siguiente acudió a instancias policiales en busca de ayuda y de esa documentación que certificara su edad. Fue la Policía Nacional la que comprobó que «estaba reseñado en Algeciras como menor de edad». A partir de ese instante fueron los agentes los que se encargaron de él para trasladarlo a Bideberria. Y conminaron a Delfín a que las pertenencias que el chico había dejado en su casa «se las llevara yo después».

La tranquilidad con la que este vitoriano regresó a su domicilio se vio truncada a las pocas horas, cuando «la Policía devolvió al chico a mi casa». Tras darle de nuevo comida y un techo, decidió acudir a la Fiscalía, que realizó los trámites necesarios para que el 'mena' regresara a Bideberria. Los problemas para Delfín surgieron entonces al intentar hacer llegar al chico sus cosas. Una de las trabajadoras que le atendió en los servicios sociales forales «comenzó a decirme insultos, descalificaciones y amenazas», asegura. Él le advirtió de que «la denunciaría en el Juzgado de Guardia», como hizo.

Finalmente, Delfín presentó dos denuncias, una por ese trato recibido y otra relativa a la actuación de la Diputación. Además ha remitido un escrito al director gerente del Instituto Foral de Bienestar Social, José Luis Quinchano, «he ido al Ararteko y creo que el caso está también en conocimiento del Defensor del Pueblo nacional y de SOS Racismo».

La diputada foral de Servicios Sociales, Marian Olabarrieta, ha explicado este jueves que el chico llegó al área del menor «sin papeles» que demostraran su edad y que se le informó que debía aportar esa documentación. «Está siendo atendido en Bideberria», ha añadido, a la espera de que «se le hagan las pruebas para determinar su edad».