El ocio nocturno, sobre todo el 'botellón, es uno de los comportamientos de mayor riesgo en estas semanas. j. andrade

Euskadi impedirá con la Policía Municipal los botellones de madrugada en parques y playas

Veta aglomeraciones de no convivientes en espacios públicos de 00.00 a 6.00 horas y delega el control en los ayuntamientos

Jueves, 15 de julio 2021, 02:34

El botellón sigue en el punto de mira en Euskadi. El Gobierno vasco anunció ayer su propósito de «impedir» la celebración de reuniones de personas « ... no convivientes» en espacios públicos como parques y playas desde la medianoche hasta las seis de la mañana, en un intento por atajar los brotes de contagios entre jóvenes que están agravando la situación de la pandemia en la comunidad. En un momento en el que diferentes autonomías, entre ellas Cantabria y Cataluña, apuestan por volver al toque de queda para controlar los municipios con mayor incidencia, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu decidió ayer limitar las aglomeraciones nocturnas, aunque no precisó si utilizará medios físicos como el vallado, al estilo de la protección colocada en el pinar de Gorliz, foco recurrente de altercados. En cualquier caso, un blindaje de muy complicada aplicación en el País Vasco por la proliferación de espacios susceptibles de acoger citas masivas entre chavales.

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El decreto, que entrará en vigor este fin de semana, deja en manos de los ayuntamientos la labor más coercitiva, lo que implica en la práctica el despliegue de las policías municipales para disolver los botellones y, en su caso, multar a sus participantes. Los agentes disponen en su mano de una norma de «obligado cumplimiento» para actuar con mayores garantías, matizó un portavoz oficial del equipo del lehendakari. El Gobierno vasco insta a actuar a «las administraciones competentes en la ordenación de esos espacios». Así se hará también en Vitoria, cuyo alcalde, Gorka Urtaran, no era muy partidario en principio de acentuar la vigilancia de los botellones por parte de la Policía Local. Días después rectificó. Ahora deberá hacerlo por la disposición de Lakua.

El botellón y las fiestas juveniles asociadas al fin de curso se han convertido en un quebradero de cabeza para las autoridades sanitarias, que han visto caer en saco roto todos sus llamamientos a la prevención y la prudencia ante la explosión de contagios, acelerada por la expansión de la variante Delta. Ya está presente en más del 60% de los positivos diagnosticados en el País Vasco, alertó ayer el Ejecutivo.

Los técnicos que asesoran al Gobierno vasco plantean «añadir algún tipo de medida preventiva más»

con carácter «puntual»

Cada día que pasa la pandemia se complica un poco más. Ayer se rozaron los mil nuevos contagios. La transmisión descontrolada entre jóvenes aún sin inmunizar ha cambiado el escenario. El virus vuelve a correr y los botellones, las 'no fiestas', las aglomeraciones sin medidas de prevención y la cada vez mayor presencia de Delta hacen que lo haga aún más rápido. El cambio de tendencia ha llegado también a los hospitales. Los casos se concentran en jóvenes y ellos desarrollan menos cuadros graves. Pero aún así los ingresos han comenzado a incrementarse. En una semana se han doblado los atendidos. Ayer eran 99.

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Con todos estos antecedentes se reunió ayer por la mañana el LABI técnico, que concluyó la cita con una sugerencia: «impedir» los festejos con aglomeraciones en espacios públicos para intentar atajar la expansión del virus. El Ejecutivo, en un encuentro telemático posterior de su LABI político, anunció la modificación del decreto que regula las restricciones en vigor para introducir esta prohibición: «Se determina el deber de no formar parte de encuentros, fiestas o eventos, ni en exteriores ni en interiores, que representen aglomeración de personas sin aplicación de los protocolos y medidas preventivas en vigor».

Un paso más

Es un paso más en la propuesta anunciada por Iñigo Urkullu el 7 de julio, cuando se decidió endurecer los controles de los botellones con multas de hasta 600 euros, pero con un llamamiento a sus participantes para que imperase la sensatez. Cinco días después, la tasa de incidencia se disparó por encima del umbral de los 300 casos.

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El reto sigue siendo el mismo, pero con un guion matizado, según el LABI de ayer: «Se determina la imposibilidad de permanencia en grupos de personas no convivientes o en aglomeraciones de personas, de 00:00 horas a 06:00 horas, en los parques, jardines, playas, zonas deportivas, pistas de patinaje (skating) o espacios de uso público al aire libre similares, así como en puertos y paseos marítimos, pudiendo en cualquier caso usarse para el mero tránsito o para sus usos profesionales o económicos». Euskadi pondrá a prueba este fin de semana la eficacia de los nuevos controles.

«Mascarilla, mascarilla y mascarilla», recomienda Urkullu

«Mascarilla, mascarilla y mascarilla». Es la recomendación que hizo ayer Urkullu para frenar la nueva ola de la pandemia. El lehendakari apeló a recuperar el «uso constante y preventivo» de la protección en todas las interacciones sociales que se realicen fuera del núcleo de convivencia. Lo hizo en la recepción al alumnado y los responsables de los Cursos de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales de Vitoria. El líder jeltzale recordó que desde marzo de 2020 «la vida está condicionada por el Covid» y que «de hecho, en Euskadi seguimos en emergencia sanitaria». «Vivimos una nueva onda epidémica».

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