El cuarteto Barriomanía lleva su apuesta musical el sábado a la sala Noche y Día

El grupo está a punto. Brus es el 'frontman', Anti lleva las seis cuerdas y el impulso del grupo. Los dos llamados Asier (Yarza al bajo y Jr a la batería) ponen el peso en la base de una banda de rock directo y sin concesiones, con más de 15 temas propios y con ganas de hacer un bolo al rojo vivo en el número 47 de la Avenida de Gasteiz.

«La apuesta es totalmente rockera, también con acordes de estilo blues. Lo relaciono con lo que se ofrece en el Azkena: un rock de toda la vida, pero no por eso menos atractivo», describe el hombre de las baquetas.

Y presenta a unos compañeros como Iñigo Azáceta. «Anti, el guitarrista, tocó durante diez años con Sumisión City Blues y giraron mucho por España. Es un músico consagrado en el panorama, con trayectoria, y coincidió con Brus, el cantante, que es de Cerdanyola, cerca de Barcelona», apunta antes de agregar que «ha estado mucho tiempo en varios grupos y tiene mucha experiencia vocal».

La base rítmica cuenta con dos tocayos. «Asier (Yarza) lleva toda la vida tocando el bajo y también el contrabajo en otras bandas conocidas. Y luego estoy yo, el más joven, el 'Junior', como me llaman en el grupo», expone. Acto seguido, matiza que «tengo 31 años pero también he estado en varias formaciones, como Tilda, que ganamos el año pasado el concurso de maquetas en Jimmy Jazz».

Y la banda suena. Pero también se puede analizar que teniendo como cartas de presentación temas como 'Perdedor Rock' o 'Arrivederci' no parece sobre el papel una apuesta de futuro muy optimista. «Bueno, pero las letras hablan un poco de todo. Son bastante radicales, de la calle, que es un poco el rollo», resume Asier Fernandez de Añastro.

Admite el músico que hay algunos elementos que pueden emparentar a la banda con Sumisión City Blues, que no es una familia precisamente mala, «pero es diferente. Y es rock and roll», recalca.

Después de los conciertos iniciales, la formación vitoriana camina ya con paso cada vez más firme. «De momento va todo muy bien. Al principio costó un poco porque eran los latigazos finales de la pandemia, muchos locales no estaban abiertos y bastantes bares eran un poco contrarios a reunir a mucha gente. Primero tocamos en el Centro Extremeño y luego en el Iguana. El Parral o el Abisinia y de momento el feedback de la gente es positivo, muy bueno. Estamos contentos», valora el baterista de Barriomanía.

¿Y el nombre? «Bueno, todos nos hemos movido por garitos, bares o discotecas de barrio y de ahí surgió ese nombre un poco canalla. Con ello decimos que pertenecemos al barrio, hacemos letras para el barrio y rock and roll».

En este ámbito musical, el grupo cuenta con un repertorio de «unos 18 temas propios, lo cual es importante. Nos ha costado mucho sacarlos y hemos ido al contrario que la mayoría de las bandas: en lugar de hacer versiones y luego ya empezar a componer, nosotros hemos empezado por hacer canciones. Y ahora estamos preparando alguna versión como, por ejemplo, el 'Fire' de Jimi Hendrix».