La Cámara prevé presentar su modelo de Álava a las instituciones tras las elecciones

En trazo grueso y con un lenguaje conciliador, los empresarios piden ser escuchados. Un mensaje dirigido más hacia el Ayuntamiento de Vitoria, con el que ha mantenido más fricciones (hoy con el Plan General), que a la Diputación. Pero que, en cualquier caso, incorpora demandas de calado para ambos. Así, se pide a los políticos «visión a largo plazo», que las decisiones estratégicas «se apoyen en datos», favorecer la financiación, simplificar los trámites administrativos y trabajar por una estabilidad normativa «con reglas claras y fiables que garanticen la seguridad jurídica». En definitiva, un grado de cooperación mayor con los agentes privados.

«El documento todavía está donde tiene que estar. Terminado sí, pero no se ha entregado a las instituciones», se subraya. Continúa en los despachos pese a que la evaluación, construida tras meses de trabajo –se apunta incluso a «más de dos años»–, se concluyó a finales del pasado octubre, coincidiendo con el arranque del tercer mandato de Gregorio Rojo, con una línea claramente continuista.

La intención era, explican las mismas fuentes, compartirlo «oficialmente» con el diputado general, Ramiro González, y el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, en 2022. «Pero no ha podido ser por una cuestión de protocolo y calendario. Hay que seguir un procedimiento», apostillan.

La Comisión de Posicionamiento (órgano interno de la entidad cameral) fue la encargada de llevar a cabo el estudio. Se estructuró en distintos sectores (automoción, aeronáutico, ferroviario, caucho, logística, construcción, comercio, servicios). Y se asignó a diferentes empresarios la tarea de coordinar a cada equipo. Recabaron las opiniones de sus colegas y las conectaron con datos de evolución y proyecciones.

Todo el proceso fue pilotado por Emilio Titos, siendo director general de Mercedes y mano derecha (uno de sus vicepresidentes) de Gregorio Rojo. Con Titos participaron también de forma directa Josu Sánchez (Lagunketa Construcción), Fernando Salamero (Marqués de Riscal) o José Barreira (hoteles Ruta de Europa y Gran Lakua).

De todos esos nombres sólo ha cambiado la situación profesional de uno de ellos. Emilio Titos ya no es CEO. Se jubiló el 31 de diciembre. Un fin de etapa que él mismo confirmaba oficialmente apenas un par de semanas después de que la dirección de la multinacional automovilística encontrara a su sustituto, el ingeniero alemán Bernd Krottmayer.

¿Qué ha sucedido a partir de ahí? «El papel de Emilio Titos ahora no está claro en la Cámara», explican. De hecho, oficialmente, el exdirectivo está fuera de la institución. No representa a ninguna empresa. Y aunque pudiera ocupar un cargo como 'colaborador' por su experiencia profesional, nada se ha formalizado porque se desconocen el «planteamiento» de Mercedes.

Y no puede ignorarse. Porque es una de las siete empresas que realizan la mayor aportación voluntaria a la institución (junto con Aernnova Aerospace, Guardian Llodio Uno, Michelin, Ramondin Cápsulas, Fundación Bancaria Vital y Bodegas Luis Cañas). Desde la planta de la Avenida de los Huetos aún no se ha aclarado el papel que desempeñará en la institución, entre otras cosas, porque Krottmayer –aunque ejerce desde hace meses– no será oficialmente el nuevo CEO hasta el 1 de abril.

Así que esta indefinición es la que lleva a la Cámara a mantener una postura «cauta». «Hay que esperar. Seguramente ya, hasta después de las elecciones». Además de concretarse la representatividad de Mercedes, «por cortesía» se le pediría ratificar su contribución al 'Álava 2050'. Porque Mercedes, Michelin, Aernnova, Amurrio Ferrocarril y Equipos, Tubacex, Vidrala o DHL son algunas de las 26 empresas que han ayudado a definir el informe de retos y oportunidades.