Llodio retrasa el cobro de la tasa de basuras hasta el primer trimestre de 2025

Los primeros problemas se empezaron a generar en 2004, cuando el recibo se cobró en los primeros meses del año siguiente. Esa ha sido la tónica general desde entonces, pero en varias ocasiones, como los años 2016, 2020 y 2022, el recibo se cobró dos veces para intentar actualizar el calendario del contribuyente. En 2022 por fin la tasa se puso al día, pero al año siguiente se repitieron los retrasos.

Las razones de estas demoras siempre se han atribuido a problemas informáticos, a errores en el padrón o en los recibos o en la aplicación informática que depende de la Diputación alavesa. En el caso de Llodio, la explicación podría derivarse ahora del déficit de personal en el área de Hacienda, que sin embargo no es capaz de explicar el retraso desde hace dos décadas. Así que en el mejor de los casos, y suponiendo que Llodio se ponga de nuevo al día el próximo año, todos los vecinos tendrán que hacer frente en el mismo ejercicio al pago de dos recibos de basuras, los de 2024 y 2025, este último sin calendario de cobro.

La tasa de 2025 además será especialmente gravosa porque todos los domicilios llodianos tendrán que hacer frente a un pago de 96,72 euros de media por este recibo, que ha subido un 50% respecto a los 64,48 de media que se pagarán en el recibo de 2024. La subida, como se han encargado de explicar todos los ayuntamientos, se deriva de la aplicación de la nueva normativa que obliga a recaudar a través de la tasa todo el coste del servicio. El nuevo recibo se podrá fraccionar para pagarlo a lo largo del año, pero el importe de cada fracción no podrá ser inferior a 25 euros.

Llodio acumula retrasos en el cobro de la tasa de basuras desde 2004. Hasta entonces y con ciertas irregularidades, el recibo, que se cobraba en dos semestres anuales, se giraba en verano y a finales del año, pero aquel ejercicio el periodo de pago se extendió hasta el 28 de febrero de 2005, una medida que casi se ha convertido en norma.

Diez años después, en 2014, cuando las tasas ya se cobraban con el año vencido, se empezaron a acumular retrasos y en 2015 no se giró ningún recibo por basuras y alcantarillado. Por eso, en 2016 hubo que hacer frente al pago de los años 2014 y 2015. En el 2017 ocurrió lo mismo. A partir de entonces, se empezó a pasar con dos años de retraso hasta que en 2020 se cobraron los años 2018 y 2019.

Para regularizar la situación definitivamente, en 2022, se volvió a cobrar en dos ocasiones para liquidar los años 2021 y 2022. En 2023 el recibo volvió a retrasarse y el plazo de pago se demoró hasta el 15 de febrero deste año.