Así luce la renovada gruta del Belén de La Florida de Vitoria

Las figuras del Nacimiento más popular de Vitoria ya reposan en la gruta del parque de La Florida. Después de dos años de ausencia, desplazadas a una cercana caseta de madera por el riesgo de derrumbe del recinto, este viernes se abrirá al público la remozada cueva como parte del Belén Monumental. Los trabajos, que se han ejecutado desde hace seis meses y han contado con un presupuesto de 450.000 euros, recuperan la estética de la primera gruta de 1905; una imagen diferente a la que se quedó tras la reforma de 1971 y que se ha dado a conocer este martes.

Al salir de la cueva, ahora iluminada con un hilo conductor en las entradas y salidas, si los visitantes se quedan en silencio, se puede apreciar el sonido del agua bajando por la cascada. Una de esas novedades visibles para vitorianos y turistas. Y es que, la nueva gruta, cuenta con dos miradores elevados y una cascada, que no tiene salto, sino que va pegada a la pared. Aunque, en este caso, el motivo no es tanto estético sino de salubridad. Según han explicado este martes en la inauguración responsables del Departamento de Movilidad y Espacio Público, «si el agua no se vaporiza, puede transmitir legionela».

Sin embargo, no fue este el motivo por el que se decidió cerrar la gruta. Ésta mostraba una grieta visible desde la parte interior de la cueva, surgida por el desgaste del peso del agua en los días grandes de lluvias. En un primer momento, se buscaron soluciones desde el Ayuntamiento de Vitoria para impulsar las obras de refuerzo estructural y rehabilitación. Aunque, tras salir a concurso dos veces, en ambas ocasiones quedó desierto. El alcalde ha recordado, precisamente, ese «proceso muy complejo», por la tramitación del expediente y «la complejidad de la obra», ha subrayado Gorka Urtaran.

Lo que se ha cuidado, en esta ocasión, para prolongar su durabilidad es la estructura. La anterior construcción estaba realizada sobre la propia piedra, de ahí que arrastrara tantos problemas de filtraciones. La nueva gruta está compuesta, tras pasar por las manos del artista Jorge González Agrelo, por una estructura de hormigón y un enrejado metálico que, de manera posterior, se ha «naturalizado» al revestirla con paredes rugosas, colocar la cascada y las estalacticas. El suelo del entorno está formado por arenisca y, además, se ha reproducido una ventana hacia el estanque. Con todo, la imagen de la gruta anterior se reduce casi al recuerdo, aunque algunas piedras se han reubicado en el exterior.

A tres días de que se abra al público (ahora permanece vallada en su exterior), se anuncia que aún «quedan algunos detalles de plantación o decoración», pero está prácticamente acabada. «La gruta es el corazón del Belén y el alma de muchos gasteiztarras. Esta intervención llega a los corazones de todos y nos hace atractivos como ciudad para que los turistas nos visiten en Navidad», ha concluido.

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