Igor Aizpuru.

De Green Capital a Superciudad Europea

El décimo aniversario de la distinción sirve de excusa para repasar los logros alcanzados y plantearse los retos de futuro

Viernes, 30 de septiembre 2022, 13:39

Cumplir una década como European Green Capital no es un aniversario cualquiera sino uno para celebrar y la excusa perfecta para echar la vista atrás y hacer balance. Es también el momento de mirar al futuro y ver hacia dónde debe caminar la urbe para mantenerse ese label verde que enorgullece a ciudadanía y autoridades. Lo dejó claro el alcalde Gorka Urtaran ayer, durante la segunda jornada de la cumbre de Modelos Urbanos Sostenibles, en la que compartió mesa redonda con Pekka Timonen, su homólogo en Lohti, una ciudad finlandesa muy parecida a la capital alavesa y que luce desde 2021 el sello 'green'.

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Para Gorka Urtaran uno de los elementos diferenciales de Vitoria para ser referente europeo en sostenibilidad es haber construido «su propia identidad de un modo coherente». «Los cambios que se han venido introduciendo en la ciudad a lo largo de los años, han ayudado a forjar esa identidad ya que han sido beneficiosos», defendió el regidor que recordó la figura de José Ángel Cuerda. «Apostó por el medio ambiente como factor para dar calidad de vida a los vitorianos cuando nadie hablaba aún de sostenibilidad o huella de carbono», elogió Urtaran quien consideró que los reconocimientos internacionales que ha ido cosechando la capital alavesa lo largo de los años «ayudan a reforzar la marca de ciudad».

No son pocas las mejoras experimentadas en esta década. Solo hay que echar un vistazo a los datos. «Podemos afirmar que tenemos un aire más limpio; hay menos ruido; gastamos menos agua; producimos más energía renovable; contamos con una movilidad más sostenible; usamos más el transporte público o hay más kilómetros de bicicarriles», enumeró. Sin olvidar la labor desarrollada en materia de reciclaje o recuperación de suelos, el aumento de terrenos destinados a la agricultura ecológica o el incremento de recursos destinados a cuidar de las personas. «Contamos con una economía más verde y somos la ciudad del Estado con mayor grado de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible», ensalzó el alcalde. Un camino en el que no se habría podido avanzar ni se podrá evolucionar «sin el consenso político social sobre el modelo de ciudad, tácito durante décadas y al margen de las diferentes ideologías; el trabajo continuo y la audacia en las decisiones de una ciudad valiente, que ha sido vanguardia en muchos de estos cambios».

Jesús Andrade

Con todo, la singladura de Vitoria por la senda de la sostenibilidad no ha llegado a su fin, ni mucho menos. Las autoridades locales quieren dar el salto desde la capitalidad verde a ser una 'superciudad' en la que «se garantice el bienestar social» y «la industria, sobre todos la de la automoción pero también el resto, sea clave». Y todo ello manteniéndose como un referente medioambiental.

La tarea no será fácil pero el Ayuntamiento dio ayer un paso muy importante en este sentido. Como broche final a la cumbre, Gorka Urtaran y el presidente de la Fundación Metrópoli Alfonso Vegara formalizaron el protocolo de colaboración para desarrollar el proyecto de Superciudad Europea. Se trata de una estrategia que funcionará a modo de hoja de ruta para alcanzar los nuevos retos. Entre ellos están la neutralidad climática, incrementar las energías renovables, el impulso al transporte público o la adaptación al cambio climático. Todo ello «garantizando el bienestar social de la ciudadanía con unos servicios públicos de calidad».

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Instrumento innovador

A través de este protocolo se articulará la puesta en marcha de acciones de interés en torno a la competitividad, la innovación y el desarrollo sostenible, aplicadas al futuro de la capital alavesa y su entorno territorial y podrá completarse con acuerdos concretos para la puesta en marcha de proyectos específicos. Además se impulsará en diálogo con otros niveles de la administración y con entidades del sector privado, «para así contar con un instrumento innovador que permita definir una visión estratégica con iniciativas y proyectos clave capaces de impulsar a este territorio hacia una nueva etapa de cambios y transformaciones, en un contexto globalizado, abierto, de competencia y de cooperación entre ciudades». La meta no es sencilla y supone «posicionar nuestra ciudad como referente y de vanguardia» y convertirla en una urbe «activa, transformadora, competitiva, y que garantice una calidad y bienestar de vida que responda a los nuevos retos del planeta». Vitoria es ambiciosa.

Lohti y Vitoria, dos urbes que comparten una visión de futuro

La labor no es fácil pero cada vez son más las ciudades de todo el mundo que se unen a modelos cada vez más sostenibles. Es el caso de Lohti, una localidad finlandesa de 120.000 habitantes distinguida como Green Capital en 2021 y similar a Vitoria. Comparten «retos como alcanzar la neutralidad en carbono en 2025 y mejorar el reciclaje» pero también «una estructura social y demografía similares, con un entorno natural de gran valor», destacó su alcalde Pekka Timonen.

Los pasos hacia un futuro más respetuoso con el medio ambiente comenzaron en los '80. «Tenemos un lago pero era el más contaminado del país, tanto que no podíamos comernos lo que se pescaba y tampoco usarlo como lugar de recreo. Fueron los propios ciudadanos los que pidieron actuar», recordaba ayer el regidor quien aseguró que «ahora consumimos lo que produce y lo usamos como espacio de ocio».

Hasta ser elegida ciudad verde hace dos años, la urbe ha dado grandes pasos. Tantos y tan importantes que han pasado de marcar 11 toneladas de CO2 por habitante al año en 1990 a tan solo 2,6 en 2021. Los resultados son tan esperanzadores que en dos años más, la ciudad finlandesa alcanzará la neutralidad en carbono y en 2050 «seremos totalmente sostenibles».

«Tampoco tenemos vertederos porque el 99% de los residuos se reciclan», detalló Timonen para quien el secreto para alcanzar tales retos es «empezar pronto». Una labor de varias décadas que ha discurrido con planes flexibles que han sido capaces «de adaptarse a las nuevas circunstancias de un mundo tan cambiante como el actual» y en la que ha sido tan importante el apoyo de la ciudadanía como el del tejido económico de la urbe. Ahora «la última gran empresa que se han asentado en nuestro municipio se decantó por nosotros porque cumplíamos una serie de cuestiones de sostenibilidad y protección social que no ofrecían otros lugares con los que competíamos», confesó Pekka Timonen para quien «Lohti y Vitoria son ciudades distintas que trabajamos juntas en la misma dirección».

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