Álava avanza hacia la normalidad: llegan viajeros, abren gimnasios y los mayores reciben visitas

Álava da un paso más hacia la nueva normalidad y ha entrado este lunes, como el resto de Euskadi, en la fase 3, con cambios en la rutina que ha impuesto la brutal pandemia.

Las restricciones de movilidad entre los tres territorios vascos se levantan. En la estación de Renfe de la calle Dato se han apeado a las diez y media de la mañana los primeros visitantes de San Sebastián. Entre ellos, Jon Lillo, que ha aprovechado la fase 3 para volver a Vitoria y retomar las clases en la autoescuela. «Empecé a sacarme el carnet aquí porque estudio en Vitoria y no había podido volver hasta ahora», explica.

La apertura de la muga alavesa facilitará el día a día en zonas como Ayala. Esta circunstancia ya se ha dejado notar en la estación de autobuses de Vitoria. Desde primera hora de la mañana, ha sido visible un mayor movimiento de viajeros llegados sobre todo desde Bilbao.

En la capital alavesa se ha recuperado, de igual modo, el 100% de la capacidad del transporte público. Desde esta mañana se pueden ocupar todos los asientos tanto de los autobuses urbanos y forales como del tranvía aunque su servicio no regresará por completo a la normalidad anterior al Covid-19. En Tuvisa, por ejemplo, no tienen pensado volver a las antiguas frecuencias durante al menos esta semana y Álavabus, la red de autocares dependiente de la Diputación, prevé recuperar su oferta de forma progresiva a lo largo de los próximos días.

El metro ligero, en cambio, recorre Vitoria con su horario habitual de verano, sin limitaciones. Eso, los carteles recuerdan las medidas de seguridad a cumplir en el viaje.

El coronavirus se ha ensañado especialmente con las residencias de mayores que, en esta última etapa de la desescalada, recuperan las visitas de familiares, suspendidas desde el pasado 13 de marzo para evitar contagios. Los residentes pueden ver a sus allegados desde hoy mismo aunque con algunas condiciones marcadas por la Diputación alavesa, como que el encuentro se realice con cita previa, dure un máximo de hora y acuda una sola persona -la misma siempre si es posible- con mascarilla y guantes.

En el centro de día Lakua, Filo aguardaba la visita de su hija, Gladis. «Han sido unos meses horrorosos, sobre todo al principio, con tanta incertidumbre, cuando no sabía ni siquiera si podría volver a verla», reconocía la hija, visiblemente emocionada, mientras su madre no le quitaba ojo en su silla de ruedas. La Diputación ha organizado una visita al centro, en el que al comienzo de la pandemia solo se registraron dos casos leves de coronavirus, del diputado general, Ramiro González y el diputado de Servicios Sociales, Emilio Sola. «Ha sido muy duro para las personas mayores no tener unas relaciones plenas con sus familiares durante este tiempo», ha reconocido González.

Tampoco hay restricciones de aforo en los establecimientos hosteleros, que continúan con su goteo de reaperturas en la ciudad, siempre que se mantengan las distancias. Los ciudadanos más madrugadores han podido desayunar y tomar los primeros pintxos del día en las barras de los establecimientos. Además, las guarderías podrán recibir a los pequeños al 60% de su capacidad y la escuela infantil Bamboo de Zabalgana, por ejemplo, es una de las que este martes espera regresar a la actividad.

Los bares se han preparado para el reestreno de las barras. El interior de la cafetería El Pregón está separado con mamparas para garantizar la distancia de seguridad entre clientes. «Dándole vueltas a como hacerlo se me ocurrió esta idea. Lo he puesto tipo cabinas de teléfono» cuenta su propietario Michel Sagredo.

Una de las clientas que ha vuelto a tomar café en la barra es Isabel González, que ha acudidio al bar Amaika de Vitoria. «Estaban todas las mesas ocupadas y por eso me he sentado aquí. Se agradece que poquito a poco vayamos recuperando la normalidad», cuenta esta clienta habitual del local. «Cada vez que vengo al centro me paso, ya lo echaba de menos».

El Bakh arranca la semana con sus puertas abiertas. Su piscina es por ahora la única en funcionamiento. Los primeros bañistas ya han disfrutado de un buen chapuzón.

Lo mismo han decidido hacer gimnasios como Olympia, Altafit o Go Gym. José Luis Viguri, director del gimnasio de musculación Olympia, asegura que aunque parte de estos ejercicios pueden hacerse en casa la clientela estaba ávida por volver. «Al final se echan en falta las relaciones personales», señala. Unos pocos usuarios se musculan ya en sus máquinas. Los vestuarios están reabiertos al 50%. Sin embargo, se prevé una vuelta lenta para los deportes de contacto como el karate, pero usuarios como Xabier Lafuente ha regresado hoy al gimnasio Ying Yang de Vitoria para trata de recuperar la forma física. «Desinfectamos las pesas con gel hidroalcohólico tras usarlas y romanos precauciones», señala. Javier Lezcano, responsable del gimnasio, pide a los deportistas que vistan calcetines en el tatami y lo desinfecten tras cada uso.

Al centro cultural Montehermoso, con tres exposiciones, se podrá entrar a partir de este martes, y hasta el viernes habrá que esperar para tomar asiento en los cines Floridao acceder a La Peña Vitoriana.