Más de 700 buses y tranvías pasan cada día por la calle General Álava

Hace tan sólo tres semanas el Departamento de Movilidad del Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Vitoria anunciaron una inversión de 2,5 millones de euros para una reforma integral de la calle. Se sumaría al cerca de medio millar de euros invertidos el pasado verano en arreglar el pavimento y las arquetas y que no tuvo el resultado esperado, hasta el punto de que la propia alcaldesa definió la nueva estética como un 'colage'. La reforma afectará de nuevo a Independencia y a General Álava, recordó el edil Xabier Ruiz de Larramendi, quien alertó sobre el «cuello de botella» en el que se han convertido ambas calles para el transporte público.

Por eso su formación, la más proclive a pactar con el PSE-PNV los presupuestos municipales de 2025, va a llevar una moción al pleno de este viernes en la que propone que se realice primero de todo un estudio de «alternativas» para la calle que «entre otros aspectos valore la posibilidad de trasladar el tráfico de autobuses por otras rutas».

De manera provisional, la ciudad ya ha experimentado estos desvíos. Durante las obras de agosto, los buses enfilaban por la calle Florida y Luis Heinz antes de entrar en Prado. Pero es un mes sin tráfico y con frecuencias más largas en Tuvisa.

Para Larramendi, esta vía «ha tocado techo». «Incorporar nuevas frecuencias se antoja imposible y tememos que algunas ampliaciones del tranvía altamente ansiadas, como la de Zabalgana, no puedan materializarse sin recurrir a transbordo», justificó. Serán 12 coches nuevos, con lo que habrá 28 tranvías por las calles de Vitoria. Euskal Trenbide Sarea prevé que la conexión del tranvía con este barrio se haga a través de Lovaina.

El edil de la coalición abertzale recordó además que su propuesta llega en un momento en el que el CEA ha empezado los trámites para elaborar el plan de movilidad sostenible 2026-2030. «Que esa reforma no se limite a una cuestión estética o relacionada con el ruido», pidió.