Los vitorianos pagarán más en 2014 por el coche, las basuras y el agua

Los vitorianos volverán a rascarse el bolsillo en 2014 a la hora de cumplir con sus obligaciones fiscales. La asfixia que viven miles de economías domésticas no evitará que el Ayuntamiento incremente el impuesto de vehículos y el IAE, así como tasas tan universales como la de basuras o la del agua, como qha quedado aprobado este martes con lo votos de PP y PNV. Eso sí, el Gabinete Maroto suavizará las subidas que había previsto tras aceptar las enmiendas planteadas por los nacionalistas, con quien, pactados los ingresos, el PP pretende ahora acordar también los gastos del próximo año, es decir, los presupuestos municipales. La búsqueda del acuerdo con los peneuvistas ha obligado a Maroto a mantener al final las bonificaciones para los pisos de VPO, olvidarse de la "ecotasa" de los residuos e incluso a congelar la OTA, pero finalmente ha conseguido aprobar unas ordenanzas fiscales consensuadas. La negociación también se ha llevado por delante una de las principales promesas electorales del PP: la congelación de impuestos. La aprobación en pleno de la plancha fiscal se ha llevado a cabo este mismo martes.

En el caso del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), las viviendas de protección oficial y sociales mantendrán las bonificaciones que el PP pretendía retirar entre el tercer y el sexto año, aunque reducidas y escalonadas en el tiempo. La rebaja del 50% establecida por ley durante los tres primeros años se mantendrá. Finalizado ese periodo, los pisos de VPO disfrutarán de otro trienio de bonificaciones del 30%, 20% y 10% respectivamente. Por su parte, las viviendas sociales tendrán seis anualidades extra -además de las tres obligatorias- en las que disfrutarán de reducciones que oscilarán entre el 50 y el 10%. No obstante, estos descuentos dependerán del límite de renta. Si, por ejemplo, una pareja gana más de 26.482 euros anuales, deberá olvidarse de la rebaja, según la propuesta aprobada por PP y PNV.

Ambos partidos, que previsiblemente votarán junto hoy la tabla fiscal, también alumbraron el nuevo Impuesto de Vehículos que subirá nada menos que un 11,3% (el IPC más un 10% por emisiones) pero, al mismo tiempo, estrenará unas bonificaciones que irán entre el 2,5% y el 10% en función de lo que contamine el coche o la moto. Por ejemplo, un turismo que expulse a la atmósfera de 181 a 200 gramos de CO2 por kilómetro recorrido disfrutará del 2,5%, mientras que si no llega a 120 gramos tendrá el descuento máximo, un 10%.

Esta medida fue criticada por el PSE, que a través de Marian Gutiérrez denunció que el Ayuntamiento iba a perjudicar a los ciudadanos «que tienen los coches más antiguos porque en muchos casos no tienen recursos para comprarse uno nuevo. Es una gran contradicción del PP y del PNV». El jeltzale Borja Belandia replicó que «pagarán más quienes más contaminen, de modo que las subidas tengan un tope máximo de 20 euros al año en el caso más extremo».

La mayoría de los ciclomotores, con motores de dos tiempos, no tendrán derecho a las bonificaciones, a no ser que estén afectadas por otras diferentes. Las novedades en el capítulo de impuestos se cerrarán con el IAE, que se incrementará el IPC (1,3%) a petición del PSE, que logró el respaldo del PNV. «Es una subida moderada», defendió Belandia.

Residuos

En cuanto a las tasas, el debate más esperado era, sin duda, el de las basuras. El PP había planteado fuertes incrementos -que la oposición rechazó de plano porque podían alcanzar «el 200%»- suavizados con descuentos medioambientales para quienes, por ejemplo, utilizaran los garbigunes. Al final, los populares aceptaron una propuesta del PNV basada en un aumento general del 1,3%, al que se sumará un recargo «para las viviendas que más residuos generan». Según esta tabla, habrá subidas de hasta el 12% en función de las personas empadronadas. También habrá bonificaciones que alcanzarán el 50% para las familias monoparentales y numerosas.

Las tarifas de la tasa del agua, por su parte, se incrementarán un 0,20% -el PP planteó en su día un 4,65%- después de que el PSE consiguiera rebajar ese porcentaje. Los socialistas también se unieron a EH Bildu para congelar la OTA.