Los números favorecen al Alavés

El mensaje del club es claro: "Hay que llenar Mendizorroza el sábado". No sólo por la recaudación que bien vendrá a las arcas del club si se logra el ascenso y hay que reforzar filas, sino porque el empuje y el aliento de la afición en el partido más importante de la temporada se hará más que necesario ante un Jaén que no llegará amilanado, sino a buscar por todos los medios la victoria o un empate que le permita el ascenso. "Mendi tiene que ser un hervidero", repetían como un mantra tras el partido el técnico, Natxo González, jugadores como el goleador Borja Viguera. "La afición va a responder seguro y el ambiente va a ser inigualable. Con esta afición es imposible que las cosas no salgan como queremos", abundaba el presidente, Avelino Fernández de Quincoces.

Vitoria saborea la posibilidad de regresar a Segunda por la puerta grande, tras una temporada redonda, aunque floja de juego en el tramo final. Las estadísticas son muy recurrentes en el mundo del fútbol. Cuando a uno le perjudican, siempre puede decir aquello de que están para romperlas. En cambio, si le favorecen el argumento es otro bien distinto y hay que tratar de darles continuidad. En el entorno del Alavés seguro que defienden el segundo planteamiento. De hecho, las cifras y los precedentes son casi tan positivos como el gol en el descuento de Borja Viguera, que ha desatado el optimismo -no confundir con euforia- en la parroquia albiazul.

El Jaén, que ayer tuvo sometido durante buena parte del encuentro a los pupilos de Natxo González, pierde potencial lejos de su campo de La Victoria. Sólo ha ganado seis encuentros, cuatro por la mínima (0-1) y dos por un resultado algo más holgado (0-2). En otras dos ocasiones firmó empates a uno, resultado que de repetirse el sábado en Mendizorroza obligaría a disputar una prórroga. Mientras que en los otros once partidos disputados a domicilio, el cuadro andaluz se ha quedado sin marcar y, por tanto, sin ganar. Y es que sólo ha conseguido diez goles fuera de Jaén, un registro discreto, más bien pobre.

Todo lo contrario que el Alavés en el campo del Paseo de Cervantes. 13 partidos ganados sin encajar gol y otra victoria por goleada (4-1 al Amorebieta) son los argumentos albiazules, esos precedentes favorables. La fortaleza del cuadro vitoriana en casa, al menos desde el punto de vista de resultados y estadísticas, está fuera de toda duda. Sólo se ha quedado sin marcar tres veces, en las derrotas por la mínima ante Real Sociedad B y Osasuna B y en el empate contra el Barakaldo. También ha firmado dos igualadas a un gol, frente a Lleida y Bilbao Athletic, que dejarían la eliminatoria en tablas.

Ilusión en la parroquia

El alavesismo se ilusiona con razón. Al cerca del millar de fieles que acompañaron al equipo en Jaén hay que sumar el aliento de toda una ciudad, que se engalana de azul y blanco a la espera del choque definitivo, el sábado a las 18.00 horas. La venta de entradas, iniciada ya la semana pasada, va a buen ritmo. El pasado viernes ya habían reservado su localidad cerca del 70% de los abonados, la mayoría de los cuales había reservado entrada para este partido y el siguiente, que de ir todo bien será contra Tenerife u Hospitalet (de momento 3-1 a favor de los canarios) por el campeonato de Segunda B. De ir como nadie quiere, el siguiente partido será ya de repesca para intentar el ascenso por vía secundaria.