La consulta sobre la estación, en vía muerta

Después de marear la perdiz durante casi tres semanas, de suscitar expectativas y enfados a vecinos de los dos barrios concernidos y de dar una lamentable sensación de que los políticos son incapaces de ponerse de acuerdo para solventar los asuntos de la ciudad, el esperpéntico episodio de la consulta ciudadana para elegir la ubicación de la estación de autobuses parece llegar a su fin. No habrá consulta porque Bildu, el grupo promotor de la iniciativa, no ha sido capaz de articular una mayoría para que se celebre en julio, como demandaba, y porque ha rechazado de plano que se efectúe de manera oficial, como le ha propuesto el PSE.

Bildu ha culpado a los socialistas de su fracaso en el proceso participativo de la estación, un referéndum que promovieron a pesar de que hace apenas un año sumaron sus votos al PP para que se ubicara en un emplazamiento concreto, la plaza de Euskaltzaindia, en Lakua. El PSE, como se recordará, había comenzado los trámites para ubicarla en la zona de Arriaga la pasada legislatura, cuando Patxi Lazcoz era alcalde de la ciudad. PP y Bildu se apoyaron mutuamente para cambiar la ubicación y solventar así el agujero de la plaza de Euskaltzaindia, donde Lazcoz quiso levantar el fallido auditorio BAIC que Maroto también detuvo junto a la coalición abertzale en cuanto tuvo oportunidad.

En el pleno de hoy, el segundo en poco más de una semana para debatir el mismo tema, el triste espectáculo dado por los partidos se ha mantenido. Bildu y PSE se acusan mutuamente de tumbar la consulta e impedir que los vecinos se posicionen. Bildu era partidario de someter a votación la cuestión lo antes posible, pero llegó a proponer a los socialistas que fuera en septiembre. Eso sí, de manera extraoficial y bajo el formato de "encuesta ciudadana".

Al PSE no le venía mal retrasarla, para que quedara en evidencia la gestión de Maroto y su propuesta era articular la consulta de forma absolutamente oficial, cumpliendo entonces el trámite de petición de autorización al Consejo de Ministros y creando un grupo de trabajo para dar forma a la consulta, lo que según Bildu es un proceso que puede durar "ocho meses". "El PSE quiere una consultar popular, no el paripé que seis concejales quieren imponer para lavar su cara", ha dicho su portavoz, Patxi Lazcoz.

Maroto, fortalecido

PP y PNV han seguido el asunto casi como espectadores convidados, los populares desde la idea de que la consulta era innecesaria y el PNV, desde una cierta indiferencia porque no se daba posibilidades a su propuesta, unir la estación de autobuses y la de trenes en una verdadera intermodal. De hecho, los nacionalistas siquiera han intervenido en el pleno de hoy salvo para explicar el sentido de su voto.

Del penoso proceso resulta fortalecido el alcalde Maroto, que al parecer dispondrá del acompañamiento de Bildu para mantener los trámites y ejecutar la estación en Euskaltzaindia, como estaba previsto desde que el PP llegó a la Alcaldía. Aunque visto lo visto, nada se puede dar por seguro en esta administración municipal.