ELA anima a cambiar el estatus vasco y realizar un acto de «rebeldía» ante el Estado

ELA anima a unir fuerzas para cambiar el estatus político en el País Vasco y realizar así un ejercicio de «rebeldía» ante el Estado. Ese es el mensaje central que el sindicato quiere transmitir de cara a la celebración el próximo domingo del Aberri Eguna. Según la central, «nada otorgaría más crédito» a la política, al soberanismo y al independentismo que un «acto de rebeldía o desobediencia ante el Estado».

En su declaración, difundida ayer, la organización nacionalista recomienda a los gobiernos de España y Francia que acepten el inicio de conversaciones «para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto» vasco. Muestra su inquietud por lo que considera una «represión creciente» del ejercicio de libertades fundamentales y afirma que la crisis económica está incrementando la «explotación» del mundo asalariado hasta límites «inimaginables». «La propia soberanía de los pueblos se está poniendo en entredicho cuando ésta constituye un obstáculo para los intereses del gran capital. En el seno de la Unión Europea asistimos a una tremenda quiebra democrática», agrega el comunicado.

También ayer la Red Independentistak dio a conocer su declaracvión previa al Día de la Patria Vasca, que celebrarán en Pamplona desde el convencimiento de que el Aberri Eguna «tiene que ser el punto de inflexión que marque el inicio de pasos decisivos en el camino de la independencia». «Tenemos que mostrar unidos nuestra fuerza, ilusión y energía» porque «ha llegado el momento de recuperar el Estado vasco», señalaron en la capital navarra los portavoces de este colectivo María Luisa Mangado, Txutxi Ariznabarreta y Esti Mujika.

Ariznabarreta subrayó que su organización busca la unidad del mundo soberanista por lo que el protagonismo de las siglas «tendría que quedar en segundo plano». Su convocatoria cuenta de momento con la adhesión de la izquierda abertzale, Eusko Alkartasuna, Alternatiba, Aralar y Abertzaleen Batasuna. Para Independentistak, «el nuevo escenario político que se está abriendo en Euskal Herria en los últimos meses ha creado una gran ilusión y mejores condiciones para la colaboración entre independentistas», lo que representa una «oportunidad histórica para abrir la puerta a la libre decisión de este pueblo».