La ABAO protesta ante el recorte del 25% en la ayuda que da el Ministerio de Cultura

Éramos pocos y parió la abuela. El refranero popular se ajusta como un guante al sentir de la ABAO. He aquí su último contratiempo, según fuentes cercanas a la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera: el Ministerio de Cultura ha decidido imponer un recorte del 25% en la partida que destinaba a la temporada lírica de la capital vizcaína. Una mengua que dejará finalmente la aportación del Gobierno central en 1.754.160 euros, es decir, unos 600.000 menos que en 2011. «Nosotros barajábamos un tijeretazo del 12%, así que, ya ve, esto nos ha caído como un jarro de agua fría», reconocen desde la propia ABAO. El presupuesto total, que habitualmente ronda los 10 millones, recibe de esta manera un 'mordisco' de cerca del 6% que deberá compensarse «como buenamente se pueda».

El malestar resulta todavía mayor cuando se cae en el agravio comparativo con respecto a otros coliseos de primer nivel como el Teatro Real de Madrid y el Liceo de Barcelona, que también reciben dinero de las arcas públicas del Estado. La caída será del 10% y el 15% respectivamente. A primera vista, da la impresión de que la condición de entes 'consorciados' -el Ministerio de Cultura actúa en ellos como miembro del patronato- les favorece, ya que en el caso de la ABAO no hay que olvidar que la subvención se la otorga el Gobierno central en calidad de mecenas. No obstante, bien es verdad, recuerdan los portavoces de la ABAO, que «el Ministerio de Cultura se mantiene como nuestro financiador principal, mucho más que la Diputación y el Gobierno vasco».

Otra que se ha echado atrás es la Asociación Cultural Española -fusión de tres sociedades estatales-, que se había comprometido a conceder 200.000 euros. La ABAO pensaba invertir ese dinero en la conmemoración del viaje de Verdi a España y en la publicación de un libro. «Y resulta que ahora la dotación se ha cancelado de improviso», anuncian los sufridos impulsores de la temporada bilbaína.

Los aficionados, sin embargo, pueden respirar tranquilos, porque la programación no se verá afectada. Se mantienen los siete títulos y las cuatro funciones, así como el proyecto 'Tutto Verdi' y 'ABAO txiki'. Los reajustes irán por otros derroteros, «como volviendo a las tarifas de hace años con respecto al Euskalduna -que se ocupa en régimen de alquiler- o rebajando los honorarios de las orquestas que se contratan». Por lo visto, tocar el caché de los cantantes es bastante más peliagudo.