Los rebeldes libios se hacen fuertes a las puertas de Trípoli

Cuando la situación en Libia parecía estancada tras seis meses de combates, los rebeldes han logrado lanzar una ofensiva que puede inclinar la balanza de su lado finalmente. La toma durante el fin de semana de Zauiya y Ghariam sitúa a los sublevados a apenas 50 kilómetros de la capital. Después de dos jornadas de avances, ayer fue momento de consolidar posiciones. Los milicianos combaten de una forma más organizada que al principio de la contienda y se enfrentan a un rival debilitado por los bombardeos diarios de aviones y barcos de la OTAN.

Aunque se siguen produciendo combates en las proximidades de estos dos puntos estratégicos recién liberados que dan acceso a Trípoli, no parece que los rebeldes vayan a tener que retroceder posiciones tal y como les ocurría a comienzos de la revuelta, cuando tras avances espectaculares se veían obligados a replegarse de forma caótica ante los contraataques gadafistas. Este gran golpe de efecto rebelde se ha producido además cuando la comunidad internacional comenzaba a temer por la unidad de la oposición tras el asesinato el mes pasado del jefe militar rebelde, Abdul Fatá Younes, en Bengasi. El propio portavoz militar de la operación aliada en Libia, el coronel francés Roland Lavoie, reconoció ayer que los rebeldes han logrado un avance «significativo», aunque advirtió que el conflicto sobre el terreno «está lejos de acabar».

En el oeste los hombres pelean divididos en brigadas integradas por jóvenes de cada localidad que conocen bien el terreno y, según los canales rebeldes, los mandos han desplegado efectivos en todos los puestos de control claves con el único objetivo de registrar a cada persona que pase para detectar la presencia de posibles agentes de Muamar Gadafi.

Los leales al dictador dispararon morteros sobre Zauiya durante todo el día, pero los rebeldes se han hecho con el control de la mayor parte de esta ciudad que ya se levantó contra el régimen en marzo y que por ello fue víctima de una dura represión. Según los portavoces de la oposición se han procedido a cortar la carretera que une Túnez con Trípoli, así como los cuatro oleoductos que unían la refinería de la ciudad -una de las más importantes del país- con la capital. La OTAN ha colaborado en la consolidación del avance de los sublevados en Zauiya con el bombardeo en las últimas horas de tres tanques y dos vehículos militares, según informó la Alianza.

Conversaciones en Túnez

El parte militar del día se completa con avances también en los frentes de Misrata y Brega y con el lanzamiento del primer misil Scud por parte de Gadafi, según informó la OTAN. Este misil cayó en el desierto de Brega y no provocó víctimas, pero alerta del arsenal que sigue en manos del régimen y que ahora que las cosas empiezan a complicarse podría entrar en escena.

Gadafi pierde terreno en el campo de batalla, pero sus portavoces siguen negando cualquier tipo de diálogo con los opositores. Durante las últimas 24 horas medios y agencias internacionales informan de la presencia de enviados de Trípoli, Túnez y Naciones Unidas en la isla de Djerba, pero de momento todo permanece en un segundo plano. Mientras, en las calles de la capital tunecina se viven las dos caras de esta guerra. Miles de libios han encontrado allí refugio y siguen la guerra minuto a minuto. El fin de semana de éxitos rebeldes ha supuesto la salida a las calles de muchos partidarios de la oposición que cada vez ven más cerca la caída del régimen.