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El consejero de Economía, Carlos Aguirre, en las oficinas de la Bolsa de Bilbao. :: TELEPRESS
ECONOMÍA

El Gobierno vasco cree «inminente» la 'fusión fría' entre Caja Vital y BBK

Hay un principio de acuerdo político entre PNV, PP y PSE y la negociación técnica avanza «por buen camino»

MANU ÁLVAREZ m.alvarez@diario-elcorreo.com

Domingo, 2 de enero 2011, 13:31

La alianza entre Caja Vital y BBK es un hecho al alcance de la mano. Al menos así lo estima el Gobierno vasco, cuyos responsables han seguido de cerca el proceso desde que se produjo la primera propuesta para abordar una 'fusión fría' por parte del presidente de la caja vizcaína, Mario Fernández. El consejero de Economía y Hacienda del Ejecutivo vasco, Carlos Aguirre, considera que el acuerdo que sellará esta alianza es «algo inminente» -ha asegurado en declaraciones a EL CORREO-, después de que se hayan despejado las principales trabas que existían en el camino, en especial las de carácter político.

El consejero estima que «ya existe un acuerdo de base suficiente entre los partidos PNV, PSE y PP para abordar la operación, desde un mínimo común en el que todos estemos de acuerdo», de ahí que se atreva a asegurar que «esto ya es difícil que se pueda parar». La clave, admite Carlos Aguirre, «es la evolución que ha experimentado el mercado financiero y las consecuencias de la crisis, que han llevado a todas las entidades a responder ante mayores exigencias de solvencia y fortaleza. Estamos ante tres cajas de ahorros, BBK, Vital y Kutxa extremadamente solventes, pero que no podían quedarse aisladas».

Todo parece indicar que el proceso va a tener dos fases. La primera -que el Ejecutivo espera ver culminada este mes enero- es la firma de un protocolo de intenciones entre los máximos responsables de BBK y Caja Vital. En ese documento se concretará la voluntad de ambas cajas de iniciar un camino común y de recurrir al sistema SIP -diseñado por el Banco de España para que dos cajas puedan mantener un alto grado de autonomía pero al mismo tiempo ser solidarias en materia de solvencia-, lo que derivará en la creación de un banco participado por BBK y Vital.

En dos fases

¿Qué competencias, servicios y actividad comercial tendrá ese banco? El Gobierno vasco cree que la definición de esos detalles será «la segunda fase», que debe ser abordada «con calma y en la que se puede llegar hasta donde ambas entidades deseen». No hay plazos pero todas las partes implicadas son conscientes de que tampoco podrá dilatarse mucho en el tiempo. «Lo más importante -estima Carlos Aguirre- es que el resultado sea una entidad fuerte y solvente, porque de otra forma te juegas la posibilidad de tener una Obra Social. La pata social de una caja de ahorros sólo existe si la entidad puede contar con dividendos para esta misión».

«No veo grietas en ninguno de los dos planos fundamentales de la operación -apunta-, en referencia a las conversaciones que se han desarrollado entre los partidos y también entre los responsables de las cajas». En el plano político, el consejero cree que se ha dado un paso clave: «Ya no hay partidos en contra y sí partidos a favor». La negociación técnica es la que menos preocupa al Ejecutivo, porque «en esa materia BBK y Vital siempre han tenido una magnífica relación y profesionales de gran talla. Va por el buen camino y el Banco de España ya ha dicho que lo respalda».

Después de varias idas y venidas, parece descartada la participación de Kutxa en esta fase. Sus responsables se han mostrado en todo momento contrarios a una 'fusión fría', para exigir una integración plena. Pese a las invitaciones cursadas tanto por el presidente de BBK, Mario Fernández, como por el propio Gobierno vasco, la entidad que dirige Xabier Iturbe ha decidido seguir su camino en solitario. Pese a ello, Carlos Aguirre asegura que la caja de ahorros guipuzcoana «siempre tendrá las puertas abiertas para incorporarse al proyecto. Su sitio está junto a Vital y BBK y estoy convencido de que algún día se sumará».

«Ser posibilista»

Cree que la reclamación de la Kutxa de ir directamente a una fusión total «es lícita, pero poco realista». Persisten las reticencias políticas y territoriales hacia una integración que algunos pueden interpretar como absorción por parte de BBK y el Gobierno prefiere «ser posibilista. Una 'fusión fría' es una buena base para avanzar, garantizando la independencia de cada caja y un amplio margen de maniobra para sus respectivos órganos de gestión. Es un paso más en el camino de la colaboración».

Por otra parte, Aguirre desmiente los rumores de que BBK haya encontrado en la adquisición de CajaSur 'agujeros negros' que puedan complicar la viabilidad del proyecto, más allá de lo razonable en este tipo de operaciones de rescate financiero. «Todo lo que han encontrado era lo que esperaban. Más bien al contrario, han descubierto aspectos realmente positivos, como es la fidelidad de la clientela. Un factor que va a ser clave para el futuro. El Gobierno vasco está muy tranquilo con esta operación, porque estamos seguros de que va a ser muy rentable. BBK acertó de pleno con esa compra».

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