«Sigo sin estar a gusto con el pacto con el PP, habría que acentuar las diferencias»
El regidor pide al PSE que busque alianzas «plurales» y admite que el desgaste de Zapatero salpica a Patxi López
DAVID GUADILLA
Lunes, 7 de junio 2010, 10:44
Odón Elorza lleva 19 años en la alcaldía de San Sebastián. Es un caso único en España. Ningún otro político alcanza esta cifra al frente de una capital. También es inusual el pacto que le ha mantenido en el poder durante la última legislatura: PSE, Aralar y Alternatiba, la escisión de EB liderada por Oskar Matute. «Es un Gobierno atípico, pero muy cohesionado, transversal y de izquierdas», sostiene. Defensor desde hace años de las tesis más vasquistas del socialismo vasco, alaba la gestión de Patxi López, pero guarda distancias con el PP y pide a su partido que abra la puerta a otro tipo de alianzas de cara a las elecciones municipales y forales del próximo año.
- ¿Ha decidido ya si se presentará a la reelección?
- Todavía no porque no es el momento. Además, no es tanto una decisión personal como colectiva por parte del PSE y en la que también intervendrá de una manera importante todo el equipo que me rodea, buena parte de los cuales no tienen carnet del Partido Socialista. La decisión se tomará a finales de septiembre; no hay por qué precipitar los acontecimientos. Ahora lo importante es hacer bien las cosas. Lo que no me falta es pasión, ánimo, fuerza o energía. Habrá que analizar varios parámetros.
- ¿Cuáles?
- Primero, si la gestión lleva una estela de cumplimiento de los compromisos de gobierno anunciados hace tres años; después, analizar el comportamiento del Ejecutivo, que creo que ha sido magnífico. También hay que estudiar el grado de quemazón del alcalde, si es importante, si es posible continuar o si he pisado el callo a demasiadas personas. Cuantas más decisiones tomas, más enemigos te haces.
- ¿En qué medida puede influir el miedo a perder?
- No lo sé. Se tomará la decisión que sea más conveniente para el PSE y para la ciudad. Que sea un alcalde o alcaldesa que no tome decisiones con el carnet de su partido en la boca.
El abrazo del oso
- En caso de que usted vuelva a ser el candidato, ¿sería partidario de repetir con los mismos socios?
- Sin duda.
- ¿Y con el PP?
- Pues no lo veo, sería un paso atrás para la ciudad. Lo veo casi imposible.
- ¿Qué le parece Ramón Gómez, el nuevo candidato del PP a la alcaldía de San Sebastián?
- Bueno, no tiene experiencia de gestión, es un hombre por descubrir y prácticamente un desconocido. Pocas cosas malas puedo decir de él.
- ¿Sus palabras sobre el PP le generan conflictos con el PSE?
- Puede que mis comentarios sean incómodos para algunos, pero igual de incómodo que me pueden resultar a mí determinadas actitudes de Antonio Basagoiti respecto al lehendakari. Algunas de sus amenazas y manifestaciones son de una chulería impresentable.
- ¿Qué le parece la actitud del PP, el socio preferente de su partido en el Gobierno vasco?
- Es evidente que ha cambiado con respecto a la anterior dirección, es más civilizado y no tan extremista. Ha habido una evolución, aunque insuficiente.
- ¿Cree que está actuando con lealtad hacia López?
- Esa es otra dimensión. En ocasiones, está jugando al abrazo del oso con nosotros. Pretende ser juez y parte en algunos asuntos; llámese San Mamés Barria, Guggenheim 2 u otras polémicas. Quiere adquirir un protagonismo que no le corresponde.
- No le veo demasiado satisfecho.
- No sabría qué decirle. Es un pacto forzado por las circunstancias, no es demasiado natural. Se fraguó un pacto de investidura alternativo al nacionalismo. Es evidente que hay personas dentro del PSE que contemplamos esta alianza como algo inevitable, pero con la que seguimos sin encontramos particularmente a gusto.
- ¿Cómo valora la gestión del Gobierno vasco?
- Ha hecho lo que se ha podido y más. El lehendakari ha sido muy prudente, no ha cometido errores. Hay que tener en cuenta la crisis económica que sufrimos y que la herencia que supuestamente había dejado Ibarretxe no era tal. El Gobierno no está generando tensiones en el país cada día, y eso en nuestra coyuntura es muy de agradecer.
- ¿En qué medida está condicionado por el PP?
- Mentiría si dijese que el Gobierno no tiene ninguna limitación por parte del PP porque hay un acuerdo básico de investidura. Pero, salvada esa cuestión, tiene un margen de maniobra importante. Eso sí, creo que el PSE no tiene que tener miedo ni estar pendiente, que creo que no lo está, de cómo se levante de la cama Basagoiti. Somos una fuerza muy diferente del PP y eso habría que acentuarlo porque algunos seguimos sin estar a gusto con este pacto.
- ¿Echa en falta algo en la gestión del Ejecutivo? La oposición, por ejemplo, le acusa de no defender el euskera o el autogobierno.
- El PNV hace interpretaciones interesadas. ¡Qué más le gustaría que el PSE se hubiera tirado al monte en temas educativos o del euskera! De eso nada. Por eso tiene que forzar su discurso. Ahí no veo problemas. Quizá sí se debería haber explicado mejor el Plan Euskadi 2009, que ha permitido contratar a miles de parados.
Acuerdos con el PNV
- ¿Teme que la alianza PSE-PP pueda unificar a todo el nacionalismo contra los socialistas?
- Ese riesgo está ahí. Pero el nacionalismo es plural, tiene postulados y estrategias antagónicas; no hay que simplificar. El PNV lo utiliza como una bandera: decir que el PSE y el PP forman un falso frente. Eso no tiene fundamento. Se tendría que poner en valor los pactos que tenemos en otros lugares, como en San Sebastián. Podemos diversificar el abanico de alianzas.
- ¿Con el PNV, por ejemplo?
- En el caso de San Sebastián, con el PNV siempre hay puertas abiertas para propiciar una gobernabilidad más amplia de la ciudad uniendo diferentes sensibilidades de país.
- ¿No es partidario de extender el acuerdo con los populares a las forales y municipales?
- No soy partidario de dibujar escenarios que todavía están alejados en el tiempo. En un año se pueden perder o ganar unas elecciones. Lo que sí tengo claro es que el PSE, como estrategia, debería abrir la puerta a pactos diversificados; entre ellos, con Aralar, PNV, etc.
- Precisamente, Aralar, uno de sus socios en el Ayuntamiento de San Sebastián, es uno de los mayores críticos con el Gobierno de López en el Parlamento.
- Es su papel en la Cámara. Hay que entenderlo. No creo que se exceda en la radicalidad. Es una fuerza importante para avanzar en este país en claves de más autogobierno y de cierta responsabilidad democrática.
- Las encuestas evidencian que el Ejecutivo vasco pierde apoyos.
- Vamos a ver... El desánimo e incluso el descrédito que en algunos sectores de Euskadi produce la última trayectoria del Gobierno Zapatero repercute en los apoyos hacia Patxi López. No somos ajenos a este distanciamiento.
- ¿Cómo valora las últimas decisiones de Zapatero?
- Es un momento difícil para el Gobierno socialista. Pero no me siento con capacidad para ponerle una nota al presidente. Excede de mi papel.
- ¿Teme el PSE que el PNV aproveche su papel determinante en Madrid para erosionar a López?
- Mis análisis son personales. No quiero aventurarme a expresar opiniones particulares. No participo en ningún órgano directivo del PSE. Sólo soy militante de base.
-Pero uno destacado, es alcalde de San Sebastián. Algo opinará.
- Es evidente que el PNV tiene que enredar todo lo que pueda para situar en posiciones incómodas al lehendakari. Si el PNV le puede poner los cuernos a Patxi López pactando con Zapatero, lo hará. Me dio mucha pena que no se pudiera pactar el traspaso de las políticas activas de empleo. Me pareció intolerable.
- ¿Por parte de Zapatero o por el PNV?
- Por todos los que estuvieron implicados.
- Ha dicho que no está en ningún órgano interno del PSE. ¿Porque no quiere o porque no le han llamado?
- Es difícil de responder.
- ¿Pero le gustaría?
- Digamos que no han considerado que pudiera estar en los órganos directivos del PSE y no estoy.
- Usted siempre ha sido uno de los principales impulsores de la línea vasquista dentro del PSE. ¿Cree que se puede profundizar en ella?
- Son malos tiempos para la lírica. Con la crisis, con la que está cayendo y con ETA que no acaba de anunciar lo que tiene que decidir, no es el momento para florituras. Pero sigo siendo una persona enraizada en su país y soy consciente de que el autogobierno es positivo. Y creo que hay que avanzar en esa línea.
- ¿Qué le pareció la salida de Ramón Etxezarreta (ex viceconsejero de Política Lingüística) del Gobierno vasco? Durante años fue uno de sus principales colaboradores en el Ayuntamiento.
- Ramón es un magnífico gestor de la cultura en San Sebastián. Pero necesita el calor humano, la relación personal. Y quizá allí no lo tuvo. Hizo un viaje que no le ha merecido la pena.
- Ha hablado de ETA. ¿Cree que decidirá en breve abandonar las armas?
- No es una cuestión de creer, sino de exigir que se produzca. Este país necesita dedicar todas sus energías a salir de la crisis y tener buena imagen; y todo eso no sucederá hasta que ETA desaparezca. Perdemos una gran cantidad de energías y dinero en escoltas y en seguridad.
- ¿Piensa que la izquierda abertzale se desmarcará de la banda?
- Lo que me gustaría es que Arnaldo Otegi o Rafa Díez hicieran un mayor esfuerzo para despegarse absolutamente de ETA y forzarle a que abandone las armas. Si lo hacen bien, y están en este proceso más o menos tímidamente, y con voluntad democrática, podrían tener una recompensa electoral, que no política.
- ¿Un posible alto el fuego de ETA y los eventuales movimientos subsiguientes abrirían un cisma entre el PSE y el PP?.
- Podría haber diferentes interpretaciones, pero para eso creo que queda mucho.
- ¿Cómo valora la presencia de víctimas del terrorismo en los colegios?
- Me parece muy aconsejable. Los testimonios de las víctimas pueden ser muy importantes para la gente joven. El objetivo tiene que ser guardar la memoria, lograr una reconstrucción moral y avanzar en la concordia cívica.
- ¿Cómo cree que se ha gestionado el Plan de Convivencia y Deslegitimación del Terrorismo, que el PNV apoya pero sólo en parte?
- ¡Uff...! (Resopla). No sé dónde ha estado el fallo, pero seguramente habría sido necesario que se hubiera gestionado algo mejor.