La multinacional hippie
Con una sueca, dos estadounidenses y un francés, Blues Pills son como unas Naciones Unidas del rock psicodélico, capaces de lograr que el oyente retroceda cuarenta y tantos años
CARLOS BENITO
Martes, 8 de abril 2014, 07:21
Suecia se ha convertido en una especie de paraíso para los aficionados al rock añejo. De hecho, pueden seguir comprándose novedades y asistiendo a conciertos sin renunciar a su sueño de que la música se hubiese detenido en algún momento de los 70. Por aquí han pasado en los últimos meses Graveyard y Horisont, dos de esas bandas del país escandinavo empeñadas en recuperar la chispa y el filo del rock guitarrero de hace cuarenta y tantos años, pero son solo la punta de lanza de una escena vital, en constante renovación, que atrae a músicos muy jóvenes rendidos ante el hechizo de aquella música de otros tiempos.
Blues Pills también se han asentado en Suecia, aunque vienen a ser unas Naciones Unidas del rock psicodélico, una multinacional de músicos unidos por su afinidad con los sonidos del pasado. La única sueca es la vocalista, Elin Larsson, que procede de Östersund, en el centro del país. En 2011, se quedó sin trabajo y decidió marcharse a Estados Unidos en busca de sí misma. Y se encontró, o al menos se topó con una inesperada carrera artística: en California, trabó amistad con los hermanastros Zach Anderson y Cory Berry, un bajista y un batería de Iowa que formaban parte de Radio Moscow. Al descubrir que la rubia europea compartía su pasión por el rock impregnado de blues y soul, grabaron unas maquetas caseras con ella y las colgaron en YouTube, y de ahí les salió un contrato discográfico en Suecia y una gira por España. El mundo se ha vuelto así de pequeño, una circunstancia que ellos mismos tenían muy clara y supieron aprovechar en su beneficio: necesitaban un guitarrista y se acordaron de Dorian Sorriaux, un bretón jovencísimo al que habían conocido durante las giras de Radio Moscow por el Viejo Continente. Dorian les deslumbró en su momento y había pasado a esa rara condición de 'amigo de Facebook', pero no dudó en dar el salto e incorporarse a la banda, a la que aportó un estilo incendiario heredero de Peter Green.
Blues Pills ya visitaron Vitoria en aquella gira casi fundacional de 2012, un momento clave de su trayectoria como grupo. Ahora regresan convertidos en una de las grandes promesas de esta escena que algunos denominan neohippie, fichados por Nuclear Blast y con el álbum de debut anunciado para este año. Su éxito se debe a las bases compactas de Zach y Cory, que llevan tantos años tocando juntos, y a las dotes evidentes de Dorian, pero seguramente el ingrediente definitivo es la voz poderosa y expresiva de Elin, con sus ecos de Janis Joplin y su aspereza sin refinar: "Siempre me han gustado las voces enormes, fuertes y llenas de soul -ha declarado la cantante a 'The Rocktologist'-. En realidad, no me importa en qué tipo de música las encuentro, aunque lo cierto es que no abundan en la música de hoy: el sonido es demasiado limpio y eso me hace perder el interés, no hay verdad, está todo demasiado domesticado y demasiado producido y demasiado cargado de efectos. Aquellas asombrosas vocalistas del rock, el blues y el soul de los 60 y los 70 eran simplemente ellas mismas, con honestidad y verdad, dejándose llevar en melodías increíbles y aportando el brillo de su tono único".