Mira quién viene a la fiesta
Sky Blu, la mitad mejor peinada de los inenarrables LMFAO, trae al aniversario de la sala bilbaína esa música "que atrae a las mujeres"
CARLOS BENITO
Lunes, 5 de noviembre 2012, 19:15
LMFAO son uno de esos grupos que sirven como frontera nítida entre generaciones, como piedra de toque para distinguir juventud y, digamos, veteranía. Su filosofía, su sonido, su lírica y su estética hacen muy difícil que a partir de cierta edad (¿los 40, los 30, los 20?) se les contemple sin suspicacias, y para colmo su nombre, esas siglas que significan laughing my fucking ass off y que se podrían traducir castizamente por partiéndome el puto culo de risa, siembra la duda idiomática en el cerebro de muchos mayores e incluso les lleva a evitar citarlos en voz alta.
Pero la gran muralla generacional se refiere a la biografía de estos muchachos, porque muchachos parecen aunque el mayor tenga unos incongruentes 37 años. Para los aficionados de largo recorrido, los componentes del dúo (tío y sobrino) son el hijo y el nieto de Berry Gordy Jr, el fundador de la discográfica Motown, una de las personas más influyentes de la música del siglo pasado por su impulso a las carreras de gente como Marvin Gaye, Stevie Wonder o los Jackson Five, por citar solo a tres gigantes. El propio Gordy, que este mes cumple los 83, parece un poco sorprendido al hablar de su triunfante descendencia: «Siempre estaban alrededor de Stevie, Smokie o Diana dice, y en su boca esos nombres llevan los apellidos Wonder, Robinson y Ross y aprendieron un montón sobre la teoría de cómo se hace un disco de éxito: tiene que ver con la música, la letra, la verdad... Su meta es convertir este mundo en un lugar feliz y estoy muy orgulloso de ellos. Nunca pensé que mi pasaporte a la fama pudiesen ser LMFAO». Porque, en efecto, para la mayoría de los más jóvenes Berry Gordy, si alguna vez entra en su radar, será solo el vejete que aportó su genética para que surgiesen LMFAO.
Con su combinación de peinados fabulosos, ropa chillona, coreografía dinámica hasta el absurdo y música de baile que agusana el cerebro y se reproduce allí durante horas, LMFAO se han convertido en uno de los grupos más importantes del mundo. Por manejar un criterio contemporáneo a la hora de medir la popularidad, habrá que decir que su vídeo para Party Rock Anthem roza los 500 millones de reproducciones en YouTube, mientras que el de Sexy And I Know It ha superado ya los 250 millones, y la verdad es que seguramente lo merecen. Basta ver los títulos de las canciones para darse cuenta de que el dúo no pretende precisamente hacer un tratado de filosofía: ellos se describen como «diseñadores musicales» con el objetivo declarado de desencadenar la fiesta planetaria, una suerte de orgía perpetua de baile, alcohol y sexo que saque la Tierra de su órbita y la ponga a hacer eses. Su propuesta, dicen, es «un estilo de vida». Y esos vídeos plagados de referencias compartidas son una de sus armas más eficaces en el plan para promover el hedonismo universal.
LMFAO anunciaron en septiembre su separación temporal, con el propósito de regresar «más fuertes que nunca» dentro de un tiempo, aunque ya antes dejaban hueco para sus agendas individuales y sus respectivas residencias en clubes de Las Vegas. El viernes, como parte de las celebraciones por el séptimo aniversario de Fever, nos visita Skyler Husten Gordy, más conocido como Sky Blu o, para aclararnos, el sobrino, cuyo espectáculo Who Came To Party, en el que le acompañan un DJ y bailarines, intentará hacer olvidar el apasionante afro y las gafas del tío Redfoo. De 26 años y criado a base de rap («crecí escuchando a Tupac, Mos Def y Eminem», ha dicho), suele recomendar su música como «herramienta para echar un polvo», al menos a quienes tiendan hacia el sexo femenino con tal fin: «Atrae a las mujeres ha aclarado. Es como si tuviésemos un anzuelo, hemos fabricado un anzuelo brillante y tú puedes echarlo por ahí y utilizarlo».