Cuando Serra encontró a Brancusi
El Guggenheim muestra una exposición de ambos artistas desde mañana hasta el próximo 15 de abril
IÑAKI ESTEBAN
Viernes, 7 de octubre 2011, 22:18
En 1964, Richard Serra consiguió una beca para estudiar en París y allí visitó el estudio de una figura legendaria del arte vanguardista, el rumano Constantin Brancusi, que había muerto siete años antes. El espacio seguía estando como él lo había dejado. Para Serra fue una revelación, ya que vio con claridad de dónde venía la escultura abstracta, que él ha llevado a sus límites. El Guggenheim Bilbao recrea el diálogo entre los dos artistas, a través de las obras de ambos en una exposición que dará comienzo mañana.
La muestra está organizada por el museo y la Fundación Beyeler de Suiza. Treinta obras dispuestas por grupos y series dibujan el recorrido de la obra Brancusi, un trayecto por las etapas más significativas de su quehacer. En cuanto a Serra, también se exponen los hitos de su biografía a través de sus diferentes materiales, desde el cuero hasta el plomo y el hierro. La exposición permanecerá abierta hasta el 15 de abril de 2012.
Crece la colección
Por otra parte, Guggenheim ha ampliado su colección con la compra de las obras 'Hogar', de Mona Hatoum, y 'Sin título', de Doris Salcedo, y con la donación de la instalación '¿Cómo te vas a comportar? Un gato de cocina habla', de Liam Gillick, y de tres fotografías de José Manuel Ballester.
La primera de estas obras, 'Hogar" (1999), que ha costado 525.000 dólares, se compone de una gran mesa sobre la cual reposan varios utensilios de cocina conectados entre sí mediante pinzas y cables de metal, que a su vez están enchufados a una toma de corriente.
A través de un programa informático, la electricidad alimenta varias pequeñas bombillas ocultas bajo algunos de los objetos, a frecuencia e intensidad variables, al tiempo que el zumbido resultante es amplificado mediante altavoces. El conjunto de la instalación queda acotado con una serie de cables de acero horizontales, separando al espectador de los objetos potencialmente letales.
Su autora, Mona Hatoum (Beirut, 1952), es una artista "fundamental para entender el desarrollo del lenguaje escultórico y el arte de instalación desde la década de los ochenta", según ha subrayado el Guggenheim.
La segunda obra adquirida por la Sociedad Tenedora del museo, con un coste de 725.000 dólares, es 'Sin Título' (2008) y pertenece a la serie más extensa de Doris Salcedo (Bogotá, 1958), ya que se inició en 1989 y aún está en curso. En esta serie, grupos de mesas y armarios envejecidos son recombinados en formas híbridas, y sus cavidades y superficies aparecen parcialmente recubiertas de hormigón. Con esta adquisición, Doris Salcedo se concierte en la primera artista latinoamericana en formar parte de los fondos del Museo Guggenheim Bilbao.
La compra de estas dos piezas forma parte de una nueva línea estratégica en la política de adquisiciones del museo, que amplía, de esta manera, el ámbito geográfico de su colección más allá del arte europeo y norteamericano. Además, la colección del museo bilbaíno se ha visto incrementado gracias a la donación de cuatro obras: una instalación y tres fotografías.
La instalación '¿Cómo te vas a comportar? Un gato de cocina habla' (2009), de Liam Gillick (Inglaterra, 1964) consta de una cocina modular realizada en madera de pino, basada en la cocina Frankfurt, diseñada en los años veinte por la arquitecta Margarete Schütte-Lihotzky para un complejo de viviendas sociales. La instalación se completa con un gato disecado, sentado sobre uno de los módulos, y que parece dirigirse al observador.
Donación de José Manuel Ballester
Por su parte, José Manuel Ballester (Madrid, 1960), galardonado con el Premio Nacional de Fotografía en 2010, ha donado al Guggenheim Bilbao tres obras de gran formato: '3 de mayo' (2008), 'Palacio Real' (2009), y 'La balsa de la Medusa' (2010).
Estos trabajos pertenecen a la serie 'Espacios ocultos', una reinterpretación de obras maestras de la pintura clásica y moderna en la que Ballester suprime todos los personajes y deja al espacio como protagonista.
Las tres fotografías donadas remiten a 'Los fusilamientos del 3 de mayo', de Goya; 'Las Meninas', de Velázquez, y 'La balsa de la Medusa', de Géricault.