«Habéis hecho un país rico y solidario»
El Rey alaba en Barakaldo a los trabajadores de la siderurgia en la puesta de largo de su fundación
JOSÉ DOMÍNGUEZ
Jueves, 20 de noviembre 2008, 10:12
Los trabajadores siderúrgicos vivieron ayer un día inolvidable. El Teatro Barakaldo acogió la presentación pública de la nueva fundación que los engloba a nivel nacional. Y lo hizo por todo lo alto, con el Rey como maestro de ceremonias y cientos de personas aclamando al monarca allá donde iba. Don Juan Carlos se deshizo en elogios hacia esta iniciativa altruista, promovida para mantener viva la memoria de un sector que marcó el desarrollo económico de España, aunque aprovechó la ocasión para rendir un especial homenaje a los verdaderos protagonistas: las miles de personas que durante más de un siglo «habéis contribuido a hacer un país mejor, más rico y solidario».
«Os animo a seguir con la misma audacia y solidaridad que ha permitido que vuestra fundación sea ya un referente de los mejores valores que deben inspirarnos a todos», dijo. El jefe del Estado resaltaba así los objetivos de la entidad, entre los que citó «su apuesta decidida por la formación, ya que pretende poner a disposición de los demás toda su experiencia, saber profesional y cultura laboral».
La Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral está compuesta por antiguos empleados de Altos Hornos de Vizcaya, Ensidesa, Sagunto y Navarra. Estas personas, ya jubiladas, ejercerán de profesores para enseñar la profesión en el País Vasco, el resto de España y, en un futuro cercano, en el extranjero. Además, la entidad, que cuenta con un capital fundacional superior a los cuatro millones de euros, facilitará a sus descendientes completar su formación en los mejores centros del mundo e incluso se ofrece a gestionar el horno alto de Sestao si se rehabilita como museo.
El monarca, que no visitaba Barakaldo desde que era Príncipe, estuvo arropado por una nutrida representación de autoridades. No faltó a la cita el lehendakari, quien recordó a don Juan Carlos y «a los que nos visitáis desde otros pueblos del Estado, que estáis en vuestra casa». Juan José Ibarretxe, natural de Llodio, explicó que procede de familia obrera «y sé lo que es que mi padre trabajara durante 38 años en turnos de dos días de mañana, dos de tarde y dos de noche, en Navidad, Reyes y San Blas».
La crisis de los 80
El jefe del Ejecutivo vasco reconoció que la crisis de la siderurgia en los años ochenta afectó especialmente a la sociedad vasca, pero puntualizó que aquellos difíciles momentos también sirvieron para «aprender». «Realizamos grandes inversiones en los 90 y ahora podemos hablar de innovación e internacionalización de nuestro tejido empresarial», subrayó.
En una línea similar se manifestó el presidente de Asturias, Vicente Álvarez Arenes, quien abogó por la modernización y la cualificación profesional como las claves del desarrollo. El mandatario regional estuvo acompañado por una nutrida representación de trabajadores de la siderurgia asturiana. También intervinieron el vicepresidente del Gobierno valenciano, Vicente Rambla, y su homólogo en Navarra, Javier Caballero. Tanto ellos como el presidente de la fundación, José Luis Leal, ministro con UCD y ex responsable de la Asociación Española de la Banca, destacaron la aportación al proyecto de José Luis Corcuera. El antiguo titular de Interior, ex trabajador de Altos Hornos de Vizcaya, remarcó el esfuerzo realizado durante tres años «para lograr la implicación del Rey, del lehendakari, de otros presidentes autónomos y de numerosas empresas».
El acto contó con la presencia de la consejera de Industria, Ana Agirre, del ex presidente del Congreso Manuel Marín y del ex presidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa. Además, estuvo el secretario general de los socialistas en Euskadi, Patxi López, así como los alcaldes de la margen izquierda y otras personalidades del mundo político, sindical y cultural.
Un centenar de simpatizantes de la izquierda abertzale intentó boicotear la salida del Rey del teatro con una pancarta a favor de la autodeterminación, banderas vascas, navarras y de la II República. Sus cánticos contra la Monarquía, sin embargo, quedaron acallados al instante por numerosos gritos de apoyo al jefe del Estado.