¡Por todos los dioses vikingos!
Los suecos Amon Amarth, con el coloso Johan Hegg al frente, llegan en su drakkar dispuestos a arrasar Bilbao a golpes de himno metálico
Carlos Benito
Miércoles, 4 de febrero 2015, 20:21
Hace mucho tiempo que los vikingos se han hecho un hueco en la cultura del metal, un género que suele cantar con entusiasmo sobre sus costumbres y su mitología. Incluso hay académicos que han estudiado el tema, como el profesor alemán Florian Heesch, que recuerda la raíz wagneriana de algunos discos de heavy y cita como pieza crucial el 'Sign Of The Hammer' de Manowar, con su tributo al dios Thor. La obsesión por los antiguos pueblos nórdicos ha dado lugar a un subgénero completo, el metal vikingo, con representantes como Bathory o Enslaved, y por supuesto alimenta la poética de los suecos Amon Amarth. Y, sin embargo, el vocalista y letrista de estos últimos no tiene ningún problema en reflexionar sobre el trasfondo un poco absurdo de esta monomanía: "Nosotros escribimos sobre vikingos, así que algunos se refieren a nosotros como metal vikingo, pero yo no tengo ni idea de lo que es eso. No puedo imaginarme a los vikingos interesados en el metal, excepto en las espadas y así. Y, musicalmente, me imagino que solo tocaban extraños instrumentos de viento y algunos tambores", comentó Johan Hegg en una entrevista con The Metal Web.
El bueno de Hegg posee el físico ideal para bramar acerca de estos asuntos: barbudo y descomunal, parece recién desembarcado de un drakkar y dispuesto a exterminar pueblos enteros con la fuerza de su brazo. De hecho, esa apariencia formidable tuvo bastante que ver con la singular orientación de la banda: Amon Amarth empezaron su carrera a finales de los 80 como grupo de grindcore y respondían al poco vikingo nombre de Scum (escoria, igual que el álbum seminal de Napalm Death), pero entonces se incorporó el coloso Hegg, con su vozarrón de caudillo ancestral, y sintieron de pronto la imperiosa llamada de Odín. Se rebautizaron Amon Amarth, como un volcán de la Tierra Media de Tolkien, y salieron a conquistar el mundo, aunque estos guerreros estruendosos tendrían que esperar hasta 1998 para editar su primer disco de larga duración.
Y ahí siguen, con su death metal pegadizo y épico, que calienta los ánimos para entrar en batalla o brindar con cuernos de cerveza espumeante. Su álbum más reciente, el noveno, se titula 'Deceiver Of The Gods' y sigue fiel a las reglas que rigen su inspiración. En este caso, el principal protagonista de las canciones es Loki, el dios embustero, astuto y cambiante: "Es probablemente el más humano de todos los dioses de la mitología nórdica. Mucha gente lo ve como un personaje malvado, pero no es el equivalente de Satán. También hace cosas buenas, y especialmente, con su talento para la diplomacia, saca muchas veces a los dioses de los problemas en los que se meten", diserta Hegg. El vocalista también ha explicado que el disco, vigoroso y rotundo, les ha servido para liberarse de viejos tabúes: "Siempre nos hemos sometido a una especie de autocensura. Si un riff sonaba demasiado a Iron Maiden o a Slayer, por ejemplo, decíamos que no podíamos usarlo, o que teníamos que reescribirlo, porque siempre estábamos muy enfocados a sonar como Amon Amarth y nada más -ha explicado en una entrevista con Metal Rules-. Esta vez, casi hemos intentado que las influencias que siempre hemos tenido brillen en estas canciones". De hecho, una de las ediciones del disco se acompaña de 'Under The Influence', un divertido EP en el que Amon Amarth han incluido cuatro canciones compuestas 'a la manera' de Motörhead, Black Sabbath, Judas Priest y AC/DC.
Amon Amarth llegan acompañados de Huntress, grupo estadounidense que también está encabezado por otra figura de presencia insoslayable: Jill Janus, la vocalista de formación clásica que en el pasado ejerció de 'topless DJ'. Hace un par de semanas, por cierto, la bella cazadora tuvo que acudir en auxilio de los fieros vikingos: Johan Hegg se quedó sin voz y no pudo cantar en el concierto de Plymouth, así que Amon Amarth ofrecieron un set prácticamente instrumental, en el que contaron con Jill Janus para el tema 'Guardians Of Asgaard'. Tuvo que ser todo un cambio.