ZP sabe lo que se juega
El presidente confía en el ministro Rubalcaba para llevar la negociación a buen puerto
ALBERTO AYALA
Martes, 31 de agosto 2010, 04:32
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Zapatero sabe perfectamente lo que se juega en muy pocas semanas. Necesita que el Congreso apruebe los Presupuestos Generales del Estado para 2011. Los duros recortes forzados por la crisis hacen esta vez inviable la opción de prorrogar las Cuentas. Por tanto, si fracasa y no encuentra apoyos, se verá obligado a cortar abruptamente la legislatura y a convocar elecciones generales anticipadas. Unos comicios que, según todas las encuestas, ganaría con comodidad el PP, lo que podría representar su prematura tumba política.
El presidente del Gobierno y líder del PSOE es un experto consumado en el regate en corto. Lleva legislatura y media jugando con unos y con otros en eso que políticos y analistas hemos dado en llamar con el pomposo nombre de geometría variable. O lo que es lo mismo, abandonando hoy a unos y mañana a otros. Incluidos algunos de los suyos, sin importar mucho que le ayudaran a alcanzar el poder (Caldera, Sevilla...) o que fueran presidentes autonómicos de su propio partido (Maragall o, el año pasado, el propio López). Ya saben la dureza con la que algunos -muchos, demasiados- entienden la política.
ZP es, pues, plenamente consciente de que sólo le queda -salvo improbable pirueta final de Convergencia i Unió- un asidero: el PNV. Y ha empezado a demostrar que va a hacer todo lo posible -¿y lo imposible?- para capturar los votos de los seis diputados jeltzales en el Congreso, tan vitales hoy para el PSOE como el oxígeno para el enfermo que ve escaparse la vida.
La negociación ha comenzado. Lo hizo el pasado martes 24 en la sede del Ministerio del Interior en Madrid en un clima, al parecer, de cordialidad. ¿Extraño? No, si se tiene en cuenta que el presidente ha depositado todas sus esperanzas de salir con bien de ésta en 'El Ministro', el eficaz y omnipresente Alfredo Pérez Rubalcaba. Junto a quien ya fuera 'mano derecha' de Felipe González en la fontanería de La Moncloa se sentaron el hombre del 'aparato' del PSOE y titular de Fomento, José Blanco, y el portavoz socialista en la Cámara baja, José Antonio Alonso. La delegación peneuvista estuvo integrada por el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, y el portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka.
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No ha trascendido aún la dote exacta que han reclamado los nacionalistas para que el 20 de octubre Zapatero sonría aliviado al ver el resultado de la votación de totalidad del Presupuesto. Se sabe que las demandas serán políticas, de nuevas competencias para el País Vasco. Lógico cuando el cortejado es un partido nacionalista cuyo techo sigue siendo el de siempre y cuando las dos grandes formaciones de ámbito estatal no han aprovechado las mayorías absolutas de que han disfrutado para completar las transferencias que juzgan pendientes a las autonomías históricas, según su interpretación, para intentar cerrar así la configuracíon del Estado por un tiempo. La partida ha empezado.
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