«En España despedir sin justificación es fácil y eso explica la subida del paro»

El coste del despido en España, antes que caro o barato, es «fácil». Así lo asegura José María Zufiaur (Bergara, 1944), sindicalista de larga trayectoria que reprocha a los empresarios que prefieran pagar mucho por deshacerse de un trabajador antes que dar explicaciones sobre por qué lo hacen. Zufiaur, uno de los vascos que fueron antaño extraordinariamente influyentes en UGT como Nicolás Redondo, Antón Saracíbar o Alberto Pérez, preside el Comité de Seguimiento para América Latina del Comité Económico y Social Europeo (CES). El organismo acaba de celebrar en Bilbao una cita para preparar el Sexto Encuentro de la Sociedad Civil Organizada UE-América Latina, que tendrá lugar en Madrid los días 5, 6 y 7 de mayo.

- ¿Qué cometidos tiene el organismo que preside?

- Nuestra misión es hacer un seguimiento de los acuerdos comerciales entre ambas áreas económicas para incorporar a los mismos una dimensión social, laboral, medioambiental y de derechos humanos; y que la sociedad civil -sindicatos y empresarios incluidos- tenga participación en los procesos de negociación.

- ¿Puede exponer algún ejemplo de los logros en los que haya participado este comité?

- Se están dando los últimos pasos para instituir un mecanismo de inversión para América Latina en el que la Comisión Europea aportará 140 millones de euros y al que contribuirán también los estados miembros y organismos internacionales con el fin de alcanzar 3.000 millones destinados a infraestructuras en el área, incluidas las sociales.

- ¿Por qué se ha elegido Bilbao para esta reunión?

- Por dos motivos. Euskadi tiene una trayectoria histórica como país emisor de inmigrantes hacia Latinoamérica y porque hemos creído importante apoyar al CES vasco en la lucha que existe en Euskadi por la consolidación de la democracia ante la intransigencia de los violentos.

- En las relaciones con Latinomérica, ¿qué papel otorga esta comisión a los inmigrantes?

- La inmigración es una necesidad de Europa y lo va seguir siendo. Nosotros pedimos que para gestionar este asunto de tanta repercusión social Europa se dote de una política común. Por otro lado, la integración de los inmigrantes latinoamericanos es más fácil por una cuestión cultural y de religión. Desde el CES europeo pedimos un observatorio de la inmigración para conocer mejor los problemas que genera este fenómeno y ayudar así a darles una solución.

Facilitar el retorno

- ¿El retorno de estos trabajadores a su país debe favorecerse?

- Una de las demandas que mantenemos es una política que facilite el retorno para que puedan así aportar sus conocimientos al desarrollo de sus países. Esa opción se favorecería, por ejemplo, facilitando el regreso al país de acogida si las cosas no les van bien en el de origen al cabo de unos años.

- Como buen conocedor de la realidad sociolaboral española, ¿ve posibilidades de acuerdo en el diálogo social sobre la reforma laboral?

- Se parte de posiciones muy confrontadas, con un problema de fondo como es el de la baja productividad del país. Donde más posibilidades de pacto existen es en las medidas de flexibilidad que mejoren esa productividad, como las relacionadas con el tiempo de trabajo, la polivalencia ocupacional o fórmulas salariales. Además, creo que hay que dar una oportunidad al empleo juvenil y que algún acuerdo sobre la materia habrá de alumbrar el proceso de diálogo.

- El coste del despido sigue siendo un caballo de batalla sobre el que no hay posibilidad de pacto.

- En España se despide con demasiada facilidad, como consecuencia de las reformas laborales de 1994 y, sobre todo, de 2002. Se ha producido un incremento brutal de los despidos individuales, que ya son una causa tan importante de cese en el puesto de trabajo como los contratos temporales, desde la eliminación de los salarios de tramitación. Esa circunstancia explica la rapidísima subida del paro, que no se ha producido en otros países, donde existen mecanismos para reservar ese capital humano dentro de las empresas a la espera de la recuperación.

En la media europea

- ¿Pero es barato o caro despedir en España?

- Sobre todo, es fácil, y sin justificar. En coste estamos en la media de la UE, pero nadie recurre a las posibilidades que ofrece la ley -despido por causas objetivas, con indemnización de 20 días por año trabajado y un máximo de una anualidad- para no tener que dar explicaciones. Este es un cáncer del mercado laboral español, que necesita ser racionalizado. Y para ello una de las vías es dar más poder a los sindicatos y actuar sobre los contratos temporales en fraude de ley.

- ¿Qué opina sobre la polémica generada por la propuesta del Gobierno, ya retirada, de retrasar a los 67 años la edad de jubilación?

- Ante los problemas futuros del sistema, lo que está claro es que algo habrá que hacer. Pero hay que preguntarse de qué sirve tomar esa medida si la mayoría de la gente se retira antes de los 65 años. Y antes de adoptar una decisión tan drástica, habrá que mantener la voluntariedad de trabajar más allá de los 65, que ya existe, con unos mejores incentivos.

- ¿Y qué hay que hacer?

- Cuando se habla de reformar las pensiones en España siempre se aborda el problema desde la perspectiva de la reducción de los gastos. También hay que actuar sobre los ingresos, como otros países. Medidas como el destope de las cotizaciones y de las pensiones, una carrera laboral más continuada y estable de las mujeres en el mercado laboral o la incorporación temprana de los jóvenes a un puesto de trabajo son otros terrenos a explorar. Y, por qué no, también se puede recurrir a los impuestos para contribuir a pagar las pensiones. Ello es posible siempre que la riqueza del país siga en crecimiento, y es algo que nadie pone en duda.