La bella y la bestia del metal

Muchas personas ajenas al metal lo tienen por un género monolítico, fácil de reducir a cuatro tópicos cuadriculados, pero las ramas de este gran árbol son incontables y a menudo crecen en sentidos opuestos. La bilbaína sala Santana 27 recibe esta semana, en días consecutivos, a dos de las voces y los rostros más significativos y personales del metal europeo, que a la vez sirven para evidenciar las tremendas diferencias que pueden existir entre dos estrellas del gremio. Porque, en fin, la finlandesa Tarja Turunen y el alemán Udo Dirkschneider parecen absolutamente dispares, más allá del detalle de que en ambos casos hay que citar las bandas con las que iniciaron su carrera, Nightwish y Accept. Por un lado tenemos a la angelical Tarja, con su voz operística de soprano y su imagen de deslumbrante valkiria; por el otro, a Udo, con su inconfundible graznido y su cómodo look de centroeuropeo afincado en Baleares, que es exactamente lo que es. ¿Ustedes con cuál se quedan?

Tarja, de 36 años, es una mujer marcada por su formación clásica. Sus padres, muy aficionados a la música, la apuntaron a piano cuando tenía 5 años, pero a partir del momento en el que descubrió El fantasma de la ópera tuvo claro que quería ser cantante. Empezó a recibir lecciones en la adolescencia y, poco después, su carrera se bifurcó de manera extraña: por un lado estaba su exigente disciplina como soprano lírica ligera, dedicada a cantar lieder clásicos; por otro, se convirtió en uno de los miembros fundadores de Nightwish, banda de metal sinfónico que sirvió como detonante de una especie de fiebre por el rock operístico. Tarja ha explicado alguna vez la fuerte conexión que existe entre el metal y la ópera -"ambos son grandilocuentes y expresan emociones intensas"-, pero también ha detallado cómo, pese a lo que pudiera parecer al profano, la música amplificada le obligó a aprender nuevas técnicas vocales, que tardó años en hacer compatibles con su bagaje clásico. También está empeñada en corregir ese dato que aparece en la mayoría de sus biografías, acerca de su voz de tres octavas: "De verdad que no sé de dónde ha salido eso, pero está por todas partes -explicaba hace unos meses en Rock Revolt-. ¡Yo nunca canto tres octavas, es ridículo! ¡Es un rango vocal enorme! Cuando hago ejercicios en casa, puedo llegar a esas tres octavas, pero, por favor, dadme un respiro: ¡no hay tres octavas en mis discos!».

A la artista finlandesa la echaron de Nightwish hace ya más de ocho años. En esta gira presenta su cuarto álbum en solitario, Colours In The Dark, donde continúan las influencias clásicas -no hay más que escuchar el arranque, basado en el Bolero de Ravel-, pero también aparece algo tan inesperado como una versión de Peter Gabriel, de quien Tarja se declara muy fan. En Cryptic Rock le preguntaron cómo hace para mantener en forma una voz como la suya, sobre todo cuando está embarcada en un tour como el actual, que se extiende a lo largo de más de un año. "Es duro. Cuando estoy en casa, practico a diario y acudo de vez en cuando a mi profesora de canto. La gira supone un montón de viajes, de conciertos, un día tras otro. Y con mi familia, con un bebé que tiene un año y que viaja conmigo, así que es un reto. Pero sigo practicando con mi voz, lo llevo haciendo desde que tenía quince años, así que estoy muy acostumbrada". Los teloneros en Bilbao serán el grupo húngaro Sorronia, también con chica al frente.

Vídeo: Tarja - 500 Letters

Al entrañable Udo Dirkschneider, que anda ya por los 61, resulta un poco difícil imaginárselo cantando ópera, pero su voz singular ha acabado convirtiéndose en uno de los referentes ineludibles del heavy. Empezó en la música allá por finales de los 60 y en 1971 fundó Accept, una máquina de riffs certeros y estribillos coreables. Su salida del grupo, en 1987, es una de las más llamativas de la historia: le expulsaron de la banda -"querían ser más comerciales, con un estilo más americano", resume él- y le regalaron las canciones que tenían preparadas para el próximo disco. De modo que su siguiente proyecto, U.D.O. (vamos, Udo Dirkschneider Organization), debutó con un álbum entero de temas compuestos por sus excompañeros. Regresó con Accept en los 90, pero de nuevo le ocurrió algo parecido -"en aquel momento, querían ser más modernos y más grunge"- y retomó U.D.O., hasta ahora. Porque, desde luego, no se puede decir que Dirkschneider, el hombre de la eterna ropa de camuflaje, sea un tipo proclive a los experimentos y la renovación: "Nosotros nunca cambiamos de estilo -ha resumido en una entrevista con Classic Rock Revisited-. ¿Por qué le gusta a la gente U.D.O.? Porque nunca seguimos las modas y siempre hacemos este tipo de música. A veces lo hacemos un poco más duro y otras, más melódico, pero siempre es lo mismo».

Claro que, en realidad, hay algo más que comparten Tarja y Udo: sus escarceos con el español. La finlandesa domina bastante el idioma, por los años que ha vivido en Argentina, y Udo ha aprendido algo en su retiro ibicenco -aunque parece que lo habla mucho mejor el bajista, Fitty Wienhold- e incluso se ha lanzado en su último álbum, Steelhammer, a cantar una canción en castellano. Se titula Basta ya, es un dúo con Víctor, de WarCry, y trata sobre la desoladora situación que atraviesa nuestro país: "Es algo en lo que pienso un montón -ha explicado el vocalista a MetalTalk-. Soy un padre de familia, tengo dos hijos ya adultos que han empezado a trabajar. Los jóvenes necesitan oportunidades, ocasiones para llegar a algo. Lo que sucede ahora mismo en España está muy lejos de eso: es obvio que una generación entera teme perder su sustento". Antes de U.D.O., pasarán por el escenario de Santana 27 otras tres bandas bastante más jóvenes, pero ya veteranas: los también alemanes Primal Fear y Messenger y los suecos Bullet.

Vídeo: U.D.O. - Metal Machine