Leintz Gatzaga, la aldea global

Leintz Gatzaga, un pueblo al que muchos se siguen refiriendo con el topónimo castellano de Salinas de Léniz, está en el extremo suroeste de Gipuzkoa, ahí donde el territorio hace una cuña entre Araba y Bizkaia. Puede parecer un rincón remoto para celebrar un festival de las culturas del mundo, pero las apariencias engañan: en realidad, Leintz Gatzaga esconde bajo su aspecto de apacible aldea una historia cosmopolita y agitada, que arranca en la Prehistoria, continúa con los romanos e incluye un buen número de feroces batallas en tiempos más recientes. El pueblo del Alto Deba era objeto de la codicia universal debido a su rara riqueza, un manantial de agua salada que, en aquellos tiempos, suponía un tesoro valiosísimo, suficiente para convertir el lugar en escenario de contiendas e invasiones. En el siglo XVII, la localidad conoció un nuevo esplendor al integrarse en el trazado del Camino Real de Castilla: «Por allí transitaban los interminables cargamentos de lana de la meseta, los mercaderes europeos, las comitivas reales. Se abrieron fondas y ventas, se construyeron palacios y mansiones», recuerda el escritor y viajero Ander Izagirre.

Así que en Leintz Gatzaga no son ajenos a las culturas del mundo que este fin de semana revolucionarán el pueblo, convertido en un «gran escenario abierto» para mostrar la riqueza de la variedad, el espléndido resultado que da sumar lo de aquí y lo de allá. El festival itinerante Mundumira, que sirve como motivo extra para visitar un paraje siempre recomendable y muy cercano a Araba y Bizkaia, celebra su octava edición con una mezcla variopinta y abigarrada de animación callejera, gastronomía, música y naturaleza. Las calles y los campos de Leintz Gatzaga (y también del vecino Eskoriatza, que acoge varios actos del programa) se animarán ya a última hora del viernes con la apertura de las ferias de montaña, artesanía y gastronomía, el foro solidario y la actuación del grupo de rock Mutürbeltz. A lo largo del fin de semana habrá excursiones didácticas de fotografía, talleres de jabones y de talos con chocolate, demostraciones a cargo de queseros de Idiazabal, bailes orientales con la compañía Raks Al Haia, música brasileña con Gafieira Miúda (que recrean la samba de los salones de baile populares en Brasil a partir de los años 30), ritmos malgaches con Kilema, aires dixie con Euskorleans, capoeira, batucada, espectáculos callejeros como el de Tiritirantes...

También se podrá disfrutar de conciertos más formales, de esos en los que el artista se sube a un escenario. El sábado, a las 14.00 horas, actuará el californiano Richard Buckner, un cantautor de raíces country muy admirado por el exitoso Bon Iver, y por la noche llegará la fiesta loca de inspiración skatalítica y caribeña con el arranque de la gira mundial de Esne Beltza, en un concierto que abrirán sus buenos amigos catalanes de La Pegatina. El domingo, a las 13.00 horas, será el turno de Anari, y a las 18.00 invadirán el escenario las hordas célticas y ebrias de los navarros Bizardunak. Los niños dispondrán durante todo el fin de semana de un espacio de juegos, con tirolina y otras atracciones, y el sábado por la noche se empezará a asar al estilo tradicional una ternera con eusko label, que se venderá en pintxos solidarios el domingo. Pocas veces ha estado tan fácil comerse el mundo.