«El cine español falla en la base»
Juan Marsé critica la calidad de los guiones delante de la ministra González-Sinde
TOMÁS GARCÍA YEBRA
Martes, 21 de abril 2009, 10:33
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Se lo espetó a la ministra en sus narices: «El cine español falla en la base; los guiones, en general, se trabajan poco». Ése fue uno de los argumentos que esgrimió el escritor Juan Marsé, de 76 años, para justificar su diagnóstico de hace unos días sobre el cine español -«falta de talento»- y que tantas ampollas ha levantado. Esta «matización» la realizó ayer durante una comparecencia ante los medios en la que estuvo acompañado por la ex directora de la Academia de Cine, realizadora, guionista y nueva ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde. «Los guiones están infravalorados, se pagan mal, son flojos y así no puede salir una buena película», añadió el escritor.
Marsé se puso a sí mismo como ejemplo. «La sensación que he tenido con la adaptación de mis películas al cine ha sido frustrante. Participé en algunos guiones, pero había que hacerlos a matacaballo, sin poder reposarlos ni apenas corregirlos», dijo el novelista, quien el próximo jueves recibirá en Alcalá de Henares el Premio Cervantes. «La diferencia con la industria norteamericana es abismal. Allí, hasta que el guión no está pulido, no se rueda; aquí, cualquier chapuza, se da por buena».
González-Sinde acató las reflexiones del escritor. «El guión es la parte más vulnerable en el proceso de una película y debe recibir más estímulos y apoyo económico». Y agregó: «Marsé ha sido guionista y sabe de lo que habla. Estas palabras suyas nos servirán para recapacitar».
Muy crítico hace unos días con el nombramiento de Ángeles González-Sinde, el novelista catalán se mostró ayer más comedido. «Es una mujer de cine y, por tanto, la persona ideal para gestionarlo». El autor de 'Si te dicen que caí' dijo que se sentía a gusto escribiendo en castellano dentro del territorio catalán. «Soy consciente de mi condición anómala. Pero me gusta ser anómalo. Es bueno estar en esa posición fronteriza y a contramano. También fueron anómalos Conrad, que era polaco y escribía en inglés; Nabokov, que era ruso y escribía en inglés, o Kafka, que era checo y escribía en alemán».
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La mirada del perdedor
El autor considera que el bilingüismo no es un problema en Cataluña: «Salvo en algunos casos aislados, el castellano y el catalán coexisten pacíficamente y así será en el futuro, salvo que los nacionalistas intenten separar Cataluña con un gran muro».
Marsé habla con su hija en castellano y con su hijo en catalán. «En ninguno de los dos casos lo forcé, surgió de forma natural». El problema, a su juicio, surge cuando el idioma se utiliza como bandera. «Ése es el gran peligro». El autor adelantó con unas pinceladas su discurso de recepción del Cervantes. «Habrá referencias a la memoria histórica, a la memoria transversal, a la memoria individual y a toda clase de memorias», pues «el escritor sin memoria no es nada».
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Después de la comparecencia, Marsé y González-Sinde acudieron al almuerzo que los Reyes tienen cada año con los representantes del mundo de las letras. Don Juan Carlos ensalzó la «mirada» del ganador del Premio Cervantes 2008, que «se ha fijado siempre en los perdedores». «Ha plasmado como nadie en la memoria de la Barcelona de posguerra, en el espacio geográfico de los barrios del Guinardó o de Gracia», apostilló.
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