Análisis de 'Stellar Blade': Exigencia al desnudo

La última exclusiva para PlayStation 5 corre a cargo del estudio coreano Shift Up

Marc Fernández

Miércoles, 24 de abril 2024, 18:16

'Stellar Blade' es el debut de Shift Up en la nueva generación. El estudio localizado en Seúl, capitaneado por el artista y dibujante Hyung-tae Kim, se embarca en la arriesgada aventura de desarrollar un título 'triple A' tras haber trabajado únicamente en desarrollos menores para móviles. Además, su propuesta no carece de ambición: profundizar en la narrativa fragmentada de los 'soulslike' y combinar diversos elementos de la ciencia ficción para ofrecer algo inédito en el género.

Es el lanzamiento más destacado del mes de abril y, aún así, lo tiene todo en contra: por un lado, la dificultad para convertirse en título de cabecera de PlayStation 5 desde un mercado coreano exiguo en recorrido; por otro, la notable polémica acerca del diseño de la protagonista, claramente contrapuesto a la óptica occidental respecto a la construcción de personajes femeninos.

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Stellar Blade está protagonizado por «una guerrera fuerte en un mundo devastado y abandonado por sus habitantes». Volvemos aquí al carácter de las narrativas fragmentadas modernas: al jugador se le presenta una sociedad post-apocalíptica, donde los vestigios de su esplendoroso pasado yacen entre ruinas y cadáveres. Nos tocará lidiar con entornos urbanos desolados, áridos desiertos y ciudades sumergidas. La invasión de misteriosas criaturas de un plano exterior será el leitmotiv de la composición narrativa, sobre el cual daremos vueltas durante toda la aventura. Aquí la obra de Taro, en especial 'NieR Autómata', ha cobrado sustancial significación para la construcción de los ambientes, escenarios, banda sonora, personajes secundarios y, en definitiva, el mundo.

No pocos titulares ha ido acarreando la protagonista, EVE. En la aventura forma parte de un grupo militar apodado 'Ángeles', que conforman el último bastión de la humanidad para defender a la escasa población restante y recuperar la tierra de las hostiles fuerzas extraterrestres. Lidiamos con un personaje hipersexualizado, muy en la línea del estilo de Kim: una 'Mary-Sue' perfecta, encorsetada en un canon estético que se antoja exagerado, tanto para la narrativa del juego como para los tiempos que corren. Como antes comentaba, el equipo de Shift Up temía por el recorrido comercial del título más allá de su mercado. Desde su ignota comprensión del funcionamiento de los personajes femeninos en la industria, entiendo el mecanismo del reclamo de marketing para asegurarse un público masculino muy concreto; más allá de eso, flaco favor hace a la narrativa.

Lo que sí aporta es su maravillosa ambientación: una construcción del universo que recoge lo mejor de sus maestros para ofrecer una de esas historias inolvidables, que respetan la inteligencia del jugador a los mandos y asumen su veteranía en el medio. Además, la banda sonora resuena como los ecos lejanos de ese mundo perdido: pone mucho énfasis en la carga vocal y los solos instrumentales, pero escala en ritmo durante los momentos de tensión.

Una de las características de la narrativa fragmentada es esa sensación de negación del conocimiento en el jugador, donde todo se antoja incognoscible hasta los momentos más reveladores de la trama. Es fundamental aquí el diseño de los enemigos, que adoptan formas macabras, muy inspiradas por los estilos 'body horror' de la ciencia ficción tradicional.

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Para la acción, la inédita mezcla entre el estilo soulslike y el hack 'n' slash conforman en la protagonista una suerte de danza que solfea el combate. Su complejidad se acrecienta en los enfrentamientos contra los jefes finales, de épica presentación, donde el baile nos exige precisión quirúrgica con los dedos. Recuerda aquí bastante a las formas de 'Sekiro', primando la memorización de los patrones de golpes de los enemigos en pos del uso óptimo del parry, y la necesidad de unos buenos reflejos para evitar los imbloqueables. Más allá de las recompensas diegéticas de equipo que ofrece la victoria, destaca la satisfacción personal por haber superado un reto mientras demostrábamos nuestra pericia a los mandos. El método del ensayo y error, heredado de las escuelas de Miyazaki y Taro, tiene una intencionalidad significativa en un mundo donde la humanidad vaga anulada por la impotencia y la desesperanza. Aquí han tenido el detalle de añadir un modo de dificultad menor para los aquejumbrados de estas prácticas, aunque personalmente no le he hecho mucho caso.

Nuestro avance por el mundo compagina misiones principales y secundarias bien diferenciadas, pese a lo cual estas últimas se integran perfectamente en el 'lore'. Además, en ocasiones el juego priva al jugador de radar y mapa, lo que cambia por completo el avance por el terreno (toda una experiencia que además satiriza el abuso de estas mecánicas en la industria).

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A pesar de las controversias que genera, Stellar Blade es un juego brillante que ofrece una experiencia única. Se erige como uno de los títulos a tener en cuenta en esta primera mitad de 2024, especialmente si casamos con el género de la fantasía y la ciencia ficción.

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