Cuando la dificultad es arte: 'Black Myth Wukong' en un mundo que elige lo fácil

En vez de ofrecer una experiencia limada y accesible o de facilitar el recorrido, Black Myth adopta una postura deliberadamente contraria. No es un juego que te lleve de la manita, ni te ofrece soluciones fáciles; es una forma de narración que exige entrega y perseverancia. Y lo más fascinante es que, en este contexto, la dificultad no se siente como una barrera arbitraria e injusta, sino que funciona como una parte integral de la historia que se cuenta. En las leyendas chinas, los héroes no llegan a la gloria a través de victorias sencillas, sino que deben enfrentarse a pruebas imposibles para demostrar su valía. Wukong, como figura central, es un símbolo de esa lucha constante contra fuerzas muy superiores a él, y el juego traslada esa misma premisa a la experiencia del jugador.

Black Myth: Wukong apuesta por un diseño de juego que se aleja de la tendencia hacia la gratificación instantánea que caracteriza muchos títulos modernos. Estamos acostumbrados a una industria donde (legítimamente) el progreso está casi garantizado, una donde los juegos suavizan sus desafíos para convencer a un público masivo; Black Myth opta por algo diferente. Te pide que falles, que te detengas, que te replantees tu estrategia. Como en Elden Ring, el verdadero triunfo no está en el final del camino, sino en las pequeñas victorias que se consiguen tras muchas derrotas. Cada jefe que derrotas, cada enemigo que superas, es una lección aprendida, un paso más hacia la maestría, tanto para el jugador como para Wukong.

Pero lo que realmente distingue a Black Myth: Wukong es su capacidad para contar una historia donde la dificultad se siente casi inevitable. La narrativa mitológica, profundamente conectada con la tradición china, encuentra en la dificultad su lenguaje ideal. Sun Wukong no se convierte en inmortal simplemente luchando; debe fracasar y sufrir para finalmente trascender. El juego adopta esta filosofía, convirtiendo cada derrota en una oportunidad de crecimiento, un eco de la propia narrativa del héroe que desafía a dioses y demonios.

Black Myth: Wukong no es solo un juego difícil por el simple hecho de serlo. Su dificultad es una parte intrínseca de la narración en sí misma, una forma de obligar al jugador a encarnar el viaje de Wukong de una manera más profunda y significativa. No todos los jugadores se sentirán atraídos por esta propuesta, y ese es precisamente el punto. Black Myth: Wukong no pretende complacer a todos, sino ofrecer una experiencia donde la dificultad es la clave para entender la historia que quiere contar. El juego desafía las convenciones de la accesibilidad y la dopamina inmediata y, al igual que Sun Wukong desafió a los cielos y descendió al inframundo, el jugador de Black Myth debe estar dispuesto a enfrentarse a sus propios límites para encontrar el verdadero significado de la victoria.