Sanidad mantiene la incertidumbre sobre el material y los test

¿Cuándo se recibirán los nuevos test rápidos para la detección del coronavirus? ¿Y el material de protección y mascarillas que precisan los hospitales para atender a los ya casi 20.000 contagiados, la mitad de ellos ingresados? Son cuestiones que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tampoco acertó ayer a contestar. «En los próximos días», se limitó a decir, en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque.

El Gobierno, apuntó Illa, quiere empezar a realizar los test de diagnóstico rápido del Covid-19 «lo más pronto posible». Por eso ha pedido a las empresas que los están desarrollando que aumenten su capacidad de producción para poder llegar a más población. Respecto al reparto de materiales y productos sanitarios, el Ejecutivo, afirmó, está movilizando los recursos disponibles para que cualquier servicio sanitario de cualquier comunidad autónoma pueda recibirlos cuando los necesite. «Desde el primer momento hemos aplaudido el trabajo de las autonomías, y lo que hacemos es reforzar su papel poniendo en juego todos los recursos del Estado para dotarles de esos productos que todo el mundo entenderá que son difíciles de adquirir», añadió.

Illa recordó que el Gobierno ya ha repartido 1,5 millones de equipos de protección y que ayer estaba previsto distribuir otras 300.000 mascarillas. Sin embargo, no concretó las necesidades ni el 'stock' disponible. «Estamos trabajando para mantener un suministro estable y cuando lo consigamos lo daremos a conocer», se comprometió. Tampoco informó del número de profesionales sanitarios que se han contagiado ante la falta de los medios adecuados.

Mientras, arrecian las críticas por la escasez de equipos de protección, la falta de respiradores y la saturación a la que están llegando las UCI en algunos hospitales madrileños. «No se puede generalizar, pero sí es cierto que tenemos algunas unidades asistenciales bajo un estrés cercano al límite», admitió el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.

Las quejas también llegaron desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), que denunció que la política de compras de material de protección para los profesionales sanitarios «sigue estando sin un control y planificación adecuados». Y apuntó, incluso, que las administraciones públicas «deberían plantearse impulsar la fabricación en nuestro país».