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El día que Sergio se vio incapaz de escribir una sola palabra en su ordenador

El día que Sergio se vio incapaz de escribir una sola palabra en su ordenador

Viaje a través del párkinson: siete médicos de Osakidetza y un paciente cuentan cómo afrontan la enfermedad y el futuro entre la esperanza y la incertidumbre que se abre hoy para los afectados

Domingo, 13 de abril 2025, 01:12

A Sergio Gorostizaga (Santurtzi, 63 años) le invadió una profunda tristeza. Un dolor sin consuelo, una tormenta interminable. Con buen criterio, creyó su médico que aquel pozo sin fin era una depresión y comenzaron a tratarla como tal. «Me había hecho la vasectomía y pensamos que, quizás, pudiera estar relacionado», recuerda. Ojalá hubiera sido así. Pero no. El día en que el experto informático se vio incapaz de escribir una sola palabra con el teclado de su ordenador supieron lo que había en realidad. Era el párkinson, una enfermedad con mil caras que en él había decidió desatarse robándole las emociones. Desconsolado, infeliz y aparentemente impasible. Hoy se sabe que la enfermedad es consecuencia, según explica la neuróloga Beatriz Tijero Merino, de un proceso degenerativo del cerebro que, 200 años después de su descripción, aún sigue siendo un misterio.

Por sus síntomas se la conoce, pero son tan diversos que determinarla requiere pericia y profesionalidad. A Sergio le llegó en forma de depresión, pero otras veces se manifiesta con alteraciones del sueño, ansiedad, dolores, tensión y también sudoración excesiva, problemas del equilibrio, temblores o todo lo contrario, rigidez... Hay tantas formas y tan variadas que los médicos, como en el cáncer, comienzan a hablar ya no del párkinson sino de los distintos tipos de párkinson.

FOTOGRAFÍA: YVONNE ITURGAIZ

Con motivo del 11 de abril, Día Mundial de la patología, un equipo de Biobizkaia, el instituto de investigación ligado al Hospital Universitario de Cruces –centro CSUR de referencia nacional en su abordaje–, se ha prestado para EL CORREO a recorrer los entresijos de la enfermedad de la mano de uno de sus pacientes.

El grupo de especialistas que ha colaborado en este reportaje está formado por su líder, Juan Carlos Gómez Esteban; las neurólogas Beatriz Tijero Merino y Marta Ruiz López; la radióloga Enara Dolado; el neurofisiólogo Imanol Lambarri y los neurocirujanos Edurne Ruiz de Gopegui y Gaizka Bilbao. Las lagunas, según cuentan, son aún inmensas, pero en sus aguas también brotan islas de esperanza.

El origen

La principal incógnita del párkinson es su origen. Las complicaciones para el paciente se desatan cuando las células del cerebro que producen dopamina comienzan a morirse y empieza a acumularse en él una proteína llamada alfa sinucleína. La dopamina es un neurotransmisor, un mensajero químico que resulta determinante en funciones básicas como el control del movimiento, la memoria, el aprendizaje, la motivación y el sistema de recompensa, un área que se pone en marcha cuando algo nos proporciona placer y bienestar.

El desastre orgánico se manifiesta con los síntomas propios de la enfermedad, que son múltiples, pero sobre todo son tres: temblor, rigidez y lentitud de movimientos.

“Me gustaba mucho el monte y disfrutaba de las vistas del Abra desde el Serantes, pero un día mis piernas se bloquearon y decidieron que ya no querían andar tanto como antes”. Fue hace veinte años, “quizás más…”

¿Por qué ocurre todo esto? Los investigadores barajan múltiples causas, de tipo genético, ambiental, pero a ciencia cierta nada se sabe.

La alfa sinucleína, la proteína que se acumula cuando se padece párkinson es una sustancia básica para el buen funcionamiento de procesos como el aprendizaje.

LÓBULO FRONTAL

Cuerpo

calloso

Tálamo

Hipotálamo

DOPAMINA

Sustancia

negra

ATV

(Área Tegmental Ventral)

LA DOPAMINA

Es un neurotransmisor liberado por el cerebro que desempeña numerosas funciones cognitivas y emocionales. Regula el movimiento del cuerpo, entre otras cuestiones.

Esta sustancia química se produce en las neuronas dopaminérgicas en el área tegmental ventral (VTA) del mesencéfalo, en la sustancia negra y en el hipotálamo. Influye también en aspectos como la atención, el aprendizaje y el placer.

Mesencéfalo

Puente de Varolio

Bulbo raquídeo

LA SUSTANCIA NEGRA

Es uno de los ganglios basales, situado en el mesencéfalo. Las neuronas que lo forman son las encargadas de producir dopamina, un neurotransmisor encargado del control de los movimientos voluntarios.

1

2

La corteza cerebral y

la sustancia negra envían señales al núcleo estriado.

El núcleo estriado envía estos impulsos al resto de ganglios basales y de ahí al tálamo.

3

Desde el tálamo se envían a la corteza cerebral y de ahí a los músculos.

Corteza cerebral

3

Núcleo caudado

Tálamo

Núcleo estriado

2

1

GANGLIOS BASALES

Circuito afectado por el Párkinson

Sustancia

negra

Núcleo subtalámico

CEREBELO

Fuente: Clínica Universidad de Navarra

Sustancia

negra

SIN

PÁRKINSON

CON

PÁRKINSON

TRANSMISIÓN DE LA DOPAMINA POR SINAPSIS

Neurona transmisora dopaminérgica

Neurona receptora del núcleo estriado

SIN

PÁRKINSON

CON

PÁRKINSON

TRANSPORTADORES DE DOPAMINA

DOPAMINA

RECEPTORES DE DOPAMINA

DESÓRDENES DE MOVIMIENTO

MOVIMIENTO NORMAL

Por sus síntomas se la conoce, pero son tan diversos que determinarla requiere pericia y profesionalidad. A Sergio le llegó en forma de depresión, pero otras veces se manifiesta con alteraciones del sueño, ansiedad, dolores, tensión y también sudoración excesiva, problemas del equilibrio, temblores o todo lo contrario, rigidez... Hay tantas formas y tan variadas que los médicos, como en el cáncer, comienzan a hablar ya no del párkinson sino de los distintos tipos de párkinson.

FOTOGRAFÍA: YVONNE ITURGAIZ

Con motivo del 11 de abril, Día Mundial de la patología, un equipo de Biobizkaia, el instituto de investigación ligado al Hospital Universitario de Cruces –centro CSUR de referencia nacional en su abordaje–, se ha prestado para EL CORREO a recorrer los entresijos de la enfermedad de la mano de uno de sus pacientes.

El grupo de especialistas que ha colaborado en este reportaje está formado por su líder, Juan Carlos Gómez Esteban; las neurólogas Beatriz Tijero Merino y Marta Ruiz López; la radióloga Enara Dolado; el neurofisiólogo Imanol Lambarri y los neurocirujanos Edurne Ruiz de Gopegui y Gaizka Bilbao. Las lagunas, según cuentan, son aún inmensas, pero en sus aguas también brotan islas de esperanza.

El origen

La principal incógnita del párkinson es su origen. Las complicaciones para el paciente se desatan cuando las células del cerebro que producen dopamina comienzan a morirse y empieza a acumularse en él una proteína llamada alfa sinucleína. La dopamina es un neurotransmisor, un mensajero químico que resulta determinante en funciones básicas como el control del movimiento, la memoria, el aprendizaje, la motivación y el sistema de recompensa, un área que se pone en marcha cuando algo nos proporciona placer y bienestar.

El desastre orgánico se manifiesta con los síntomas propios de la enfermedad, que son múltiples, pero sobre todo son tres: temblor, rigidez y lentitud de movimientos.

“Me gustaba mucho el monte y disfrutaba de las vistas del Abra desde el Serantes, pero un día mis piernas se bloquearon y decidieron que ya no querían andar tanto como antes”. Fue hace veinte años, “quizás más…”

¿Por qué ocurre todo esto? Los investigadores barajan múltiples causas, de tipo genético, ambiental, pero a ciencia cierta nada se sabe.

La alfa sinucleína, la proteína que se acumula cuando se padece párkinson es una sustancia básica para el buen funcionamiento de procesos como el aprendizaje.

LÓBULO FRONTAL

Cuerpo

calloso

Hipotálamo

Tálamo

DOPAMINA

Sustancia

negra

ATV

(Área Tegmental Ventral)

LA DOPAMINA

Esta sustancia química se produce en las neuronas dopaminérgicas en el área tegmental ventral (VTA) del mesencéfalo, en la sustancia negra y en el hipotálamo. Influye también en aspectos como la atención, el aprendizaje y el placer.

Es un neurotransmisor liberado por el cerebro que desempeña numerosas funciones cognitivas y emocionales.

 

Regula el movimiento del cuerpo, entre otras cuestiones.

Mesencéfalo

Puente de Varolio

Bulbo raquídeo

LA SUSTANCIA NEGRA

Es uno de los ganglios basales, situado en el mesencéfalo. Las neuronas que lo forman son las encargadas de producir dopamina, un neurotransmisor encargado del control de los movimientos voluntarios.

1

2

La corteza cerebral y

la sustancia negra envían señales al núcleo estriado.

El núcleo estriado envía estos impulsos al resto de ganglios basales y de ahí al tálamo.

3

Desde el tálamo se envían a la corteza cerebral y de ahí a los músculos.

Corteza cerebral

3

Núcleo caudado

Núcleo subtalámico

Tálamo

Putamen

Núcleo estriado

2

Globo pálido

1

GANGLIOS BASALES

Circuito afectado por el Párkinson

Sustancia

negra

CEREBELO

Fuente: Clínica Universidad de Navarra

Sustancia

negra

SIN PÁRKINSON

CON PÁRKINSON

TRANSMISIÓN DE LA DOPAMINA POR SINAPSIS

Neurona transmisora dopaminérgica

Neurona receptora del núcleo estriado

SIN PÁRKINSON

CON PÁRKINSON

TRANSPORTADORES DE DOPAMINA

DOPAMINA

RECEPTORES DE DOPAMINA

DESÓRDENES DE MOVIMIENTO

MOVIMIENTO NORMAL

Por sus síntomas se la conoce, pero son tan diversos que determinarla requiere pericia y profesionalidad. A Sergio le llegó en forma de depresión, pero otras veces se manifiesta con alteraciones del sueño, ansiedad, dolores, tensión y también sudoración excesiva, problemas del equilibrio, temblores o todo lo contrario, rigidez... Hay tantas formas y tan variadas que los médicos, como en el cáncer, comienzan a hablar ya no del párkinson sino de los distintos tipos de párkinson.

FOTOGRAFÍA: YVONNE ITURGAIZ

Con motivo del 11 de abril, Día Mundial de la patología, un equipo de Biobizkaia, el instituto de investigación ligado al Hospital Universitario de Cruces –centro CSUR de referencia nacional en su abordaje–, se ha prestado para EL CORREO a recorrer los entresijos de la enfermedad de la mano de uno de sus pacientes.

El grupo de especialistas que ha colaborado en este reportaje está formado por su líder, Juan Carlos Gómez Esteban; las neurólogas Beatriz Tijero Merino y Marta Ruiz López; la radióloga Enara Dolado; el neurofisiólogo Imanol Lambarri y los neurocirujanos Edurne Ruiz de Gopegui y Gaizka Bilbao. Las lagunas, según cuentan, son aún inmensas, pero en sus aguas también brotan islas de esperanza.

El origen

La principal incógnita del párkinson es su origen. Las complicaciones para el paciente se desatan cuando las células del cerebro que producen dopamina comienzan a morirse y empieza a acumularse en él una proteína llamada alfa sinucleína. La dopamina es un neurotransmisor, un mensajero químico que resulta determinante en funciones básicas como el control del movimiento, la memoria, el aprendizaje, la motivación y el sistema de recompensa, un área que se pone en marcha cuando algo nos proporciona placer y bienestar.

El desastre orgánico se manifiesta con los síntomas propios de la enfermedad, que son múltiples, pero sobre todo son tres: temblor, rigidez y lentitud de movimientos.

“Me gustaba mucho el monte y disfrutaba de las vistas del Abra desde el Serantes, pero un día mis piernas se bloquearon y decidieron que ya no querían andar tanto como antes”. Fue hace veinte años, “quizás más…”

¿Por qué ocurre todo esto? Los investigadores barajan múltiples causas, de tipo genético, ambiental, pero a ciencia cierta nada se sabe.

La alfa sinucleína, la proteína que se acumula cuando se padece párkinson es una sustancia básica para el buen funcionamiento de procesos como el aprendizaje.

LA DOPAMINA

Es un neurotransmisor liberado por el cerebro que desempeña numerosas funciones cognitivas y emocionales. Regula el movimiento del cuerpo, entre otras cuestiones.

LÓBULO FRONTAL

Cuerpo

calloso

Tálamo

Hipotálamo

Sustancia

negra

DOPAMINA

ATV

(Área Tegmental Ventral)

La dopamina se produce en las neuronas dopaminérgicas en el área tegmental ventral (VTA) del mesencéfalo, en la sustancia negra y en el hipotálamo. Esta sustancia química influye también en aspectos como la atención, el aprendizaje y el placer.

Mesencéfalo

Puente de Varolio

Bulbo raquídeo

LA SUSTANCIA NEGRA

Es uno de los ganglios basales, situado en el mesencéfalo. Las neuronas que lo forman son las encargadas de producir dopamina, un neurotransmisor encargado del control de los movimientos voluntarios.

1

2

3

La corteza cerebral y

la sustancia negra envían señales al núcleo estriado.

El núcleo estriado envía estos impulsos al resto de ganglios basales y de ahí al tálamo.

Desde el tálamo se envían a la corteza cerebral y de ahí a los músculos.

Corteza cerebral

3

Núcleo caudado

Núcleo subtalámico

Tálamo

Putamen

Núcleo estriado

2

Globo pálido

1

GANGLIOS BASALES

Sustancia

negra

Circuito afectado por el Párkinson

CEREBELO

Fuente: Clínica Universidad de Navarra

Sustancia

negra

SIN PÁRKINSON

CON PÁRKINSON

TRANSMISIÓN DE LA DOPAMINA POR SINAPSIS

Neurona transmisora dopaminérgica

Neurona receptora del núcleo estriado

SIN PÁRKINSON

CON PÁRKINSON

DOPAMINA

TRANSPORTADORES DE DOPAMINA

RECEPTORES DE DOPAMINA

RECEPTORES DE DOPAMINA

DESÓRDENES DE MOVIMIENTO

MOVIMIENTO NORMAL

Por sus síntomas se la conoce, pero son tan diversos que determinarla requiere pericia y profesionalidad. A Sergio le llegó en forma de depresión, pero otras veces se manifiesta con alteraciones del sueño, ansiedad, dolores, tensión y también sudoración excesiva, problemas del equilibrio, temblores o todo lo contrario, rigidez... Hay tantas formas y tan variadas que los médicos, como en el cáncer, comienzan a hablar ya no del párkinson sino de los distintos tipos de párkinson.

FOTOGRAFÍA: YVONNE ITURGAIZ

Con motivo del 11 de abril, Día Mundial de la patología, un equipo de Biobizkaia, el instituto de investigación ligado al Hospital Universitario de Cruces –centro CSUR de referencia nacional en su abordaje–, se ha prestado para EL CORREO a recorrer los entresijos de la enfermedad de la mano de uno de sus pacientes.

El grupo de especialistas que ha colaborado en este reportaje está formado por su líder, Juan Carlos Gómez Esteban; las neurólogas Beatriz Tijero Merino y Marta Ruiz López; la radióloga Enara Dolado; el neurofisiólogo Imanol Lambarri y los neurocirujanos Edurne Ruiz de Gopegui y Gaizka Bilbao. Las lagunas, según cuentan, son aún inmensas, pero en sus aguas también brotan islas de esperanza.

El origen

La principal incógnita del párkinson es su origen. Las complicaciones para el paciente se desatan cuando las células del cerebro que producen dopamina comienzan a morirse y empieza a acumularse en él una proteína llamada alfa sinucleína. La dopamina es un neurotransmisor, un mensajero químico que resulta determinante en funciones básicas como el control del movimiento, la memoria, el aprendizaje, la motivación y el sistema de recompensa, un área que se pone en marcha cuando algo nos proporciona placer y bienestar.

El desastre orgánico se manifiesta con los síntomas propios de la enfermedad, que son múltiples, pero sobre todo son tres: temblor, rigidez y lentitud de movimientos.

“Me gustaba mucho el monte y disfrutaba de las vistas del Abra desde el Serantes, pero un día mis piernas se bloquearon y decidieron que ya no querían andar tanto como antes”. Fue hace veinte años, “quizás más…”

¿Por qué ocurre todo esto? Los investigadores barajan múltiples causas, de tipo genético, ambiental, pero a ciencia cierta nada se sabe.

La alfa sinucleína, la proteína que se acumula cuando se padece párkinson es una sustancia básica para el buen funcionamiento de procesos como el aprendizaje.

LA DOPAMINA

Es un neurotransmisor liberado por el cerebro que desempeña numerosas funciones cognitivas y emocionales. Regula el movimiento del cuerpo, entre otras cuestiones.

LÓBULO FRONTAL

Cuerpo

calloso

Tálamo

Hipotálamo

Sustancia

negra

DOPAMINA

ATV

(Área Tegmental Ventral)

CEREBELO

La dopamina se produce en las neuronas dopaminérgicas en el área tegmental ventral (VTA) del mesencéfalo, en la sustancia negra y en el hipotálamo. Esta sustancia química influye también en aspectos como la atención, el aprendizaje y el placer.

Mesencéfalo

Puente de Varolio

Bulbo raquídeo

LA SUSTANCIA NEGRA

Es uno de los ganglios basales, situado en el mesencéfalo. Las neuronas que lo forman son las encargadas de producir dopamina, un neurotransmisor encargado del control de los movimientos voluntarios.

1

2

3

La corteza cerebral y

la sustancia negra envían señales al núcleo estriado.

El núcleo estriado envía estos impulsos al resto de ganglios basales y de ahí al tálamo.

Desde el tálamo se envían a la corteza cerebral y de ahí a los músculos.

Corteza cerebral

3

Núcleo caudado

Núcleo subtalámico

Tálamo

Putamen

Núcleo estriado

2

Globo pálido

1

GANGLIOS BASALES

Sustancia

negra

Circuito afectado por el Párkinson

CEREBELO

Médula

espinal

Fuente: Clínica Universidad de Navarra

Sustancia

negra

SIN PÁRKINSON

CON PÁRKINSON

TRANSMISIÓN DE LA DOPAMINA POR SINAPSIS

SIN PÁRKINSON

CON PÁRKINSON

Neurona transmisora dopaminérgica

DOPAMINA

TRANSPORTADORES DE DOPAMINA

RECEPTORES DE DOPAMINA

RECEPTORES DE DOPAMINA

Neurona receptora del núcleo estriado

DESÓRDENES DE MOVIMIENTO

MOVIMIENTO NORMAL

Primeros

síntomas

Al principio, el mal se presenta con manifestaciones leves que apenas se notan. La vida, con pequeñas dificultades, continúa. Es el momento de ponerse en manos de un profesional, porque cuanto antes comience a tratarse, mejor calidad de vida disfrutará el paciente. Y porque, además, no siempre sucede así.

Hay perfiles de la patología más benignos y otros más agresivos, como el de Sergio Gorostizaga, que evolucionan de manera más rápida y virulenta. “Enseguida supe que lo mío tenía que ser algo neurológico y pedí consulta con un especialista”. Las asociaciones de pacientes, como complemento a los tratamientos médicos, ayudan a los afectados en la tarea de contención de la enfermedad con servicios diversos como fisioterapia, terapias cognitivas y actividades deportivas y de tipo social.

INICIAL

El 80% de los pacientes siente temblor, sobre todo en las manos y solo en una parte del cuerpo. Los músculos de la cara se vuelven rígidos.

INTERMEDIO

Los pacientes empiezan a hacer movimientos más lentos y mantienen las extremidades flexionadas. La falta de expresión en la cara es muy evidente.

En el siguiente estadio sienten temblores en ambos lados del cuerpo y comienzan a tener cambios posturales. Su tronco tiende a inclinarse hacia adelante.

AVANZADO

Necesitan ayuda y sienten ya una rigidez más aguda. Al principio pueden andar con dificultad pero terminan en silla de ruedas sin poder mover las manos.

Tres tipos

de medicación

El tiempo pasa y los síntomas empeoran. Lo que al principio afectaba a sólo una parte del cuerpo ahora ataca a las dos. Los problemas para caminar aumentan y las dificultades para mantener el equilibrio crecen. La realización de tareas cotidianas se complica. Aparecen la pérdida de olfato, las dificultades para tragar (disfagia) y mayores desequilibrios y temblores o rigidez muscular.

No hay curación posible. El remedio que disponen los médicos especialistas es paliativo y consiste en aportar al organismo una dopamina sintética que contenga, mientras pueda, el avance de la enfermedad. El arsenal terapéutico se compone de tres tratamientos, que varían en su modo de administración y potencia; y se ofrecen de forma escalonada. La primera dopamina se toma en pastillas.

Cuando dejan de hacer efecto, se proporciona a través de una bombas de infusión que la liberan de manera constante. En los casos más avanzados y rebeldes se hace a través de una sonda (PEG) que infunde la medicación directamente al estómago.

CONTROL DE LOS SÍNTOMAS

REEMPLAZO DE DOPAMINA

L-dopa

La L-dopa es el fármaco más efectivo. Entra en la neurona transmisora y se convierte en dopamina.

Neurona transmisora

dopaminérgica

Neurona receptora del

núcleo estriado

L-dopa

BOMBAS DE INFUSIÓN

Agonistas dopaminérgicos

Estimulan directamente los receptores dopaminérgicos y ocupan los receptores de la neurona.

Agonista

dopaminérgico

El paciente de Santurtzi llegó a tomarse hasta 30 pastillas diarias para controlar sus diferentes síntomas. Cuando ninguna de estas tres soluciones terapéuticas es capaz de conseguirlo, como le ocurrió a Sergio, llega el momento de la cirugía. “Uno de las medicinas que tomaba llegó a provocarme alucinaciones”, recuerda. “Decidieron que era el momento de operarme”.

La cirugía

del cerebro

Los radiólogos tienen dos misiones encomendadas en el abordaje del párkinson. En un primer momento, las pruebas de imagen buscan descartar otras posibles enfermedades. Cuando el mal se encuentra más avanzado, ayudan a preparar la cirugía llamada de estimulación profunda. La operación consiste en la apertura de dos trépanos de unos 14 milímetros en el cráneo a través de los que se implantan sendos electrodos que favorecen la producción continua de dopamina. Las imágenes radiológicas ayudan a determinar el mejor lugar en el cerebro de cada paciente para la colocación de los dispositivos.

Neuroestimulador

1

Un dispositivo, implantado bajo la piel, emite impulsos eléctricos adaptados a cada caso.

2

El neuroestimulador se conecta a los dos electrodos mediante un cable subcutáneo.

3

Los dos cables, instalados en el cerebro poseen cuatro puntos de estimulación en los extremos.

Núcleo subtalámico

Electrodos

4

La estimulación puede ser variable a lo largo del día. Los impulsos eléctricos de los electrodos bloquean la hiperactividad de las estructuras que controlan el movimiento.

La intervención quirúrgica ayuda a mejorar los síntomas motores, como las dificultades para caminar, los temblores o la lentitud en el movimiento (bradicinesia). “Los primeros días, especialmente la primera noche, fueron maravillosos. Tenía la sensación de haberme curado”, cuenta Sergio. Siempre ocurre, es una suerte de luna de miel. “Luego, poco a poco, los síntomas volvieron, pero no como antes. Desde que me operé estoy mucho mejor. Tiemblo menos, hablo mejor, hasta la medicación me redujeron a la mitad”.

Menor actividad tras incluir los electrodos

Núcleo subtalámico hiperactivo

Temblores involuntarios

Menor temblor

involuntario

Pronóstico

Primeros síntomas

Al principio, el mal se presenta con manifestaciones leves que apenas se notan. La vida, con pequeñas dificultades, continúa. Es el momento de ponerse en manos de un profesional, porque cuanto antes comience a tratarse, mejor calidad de vida disfrutará el paciente. Y porque, además, no siempre sucede así.

Hay perfiles de la patología más benignos y otros más agresivos, como el de Sergio Gorostizaga, que evolucionan de manera más rápida y virulenta. “Enseguida supe que lo mío tenía que ser algo neurológico y pedí consulta con un especialista”. Las asociaciones de pacientes, como complemento a los tratamientos médicos, ayudan a los afectados en la tarea de contención de la enfermedad con servicios diversos como fisioterapia, terapias cognitivas y actividades deportivas y de tipo social.

INICIAL

El 80% de los pacientes siente temblor, sobre todo en las manos y solo en una parte del cuerpo. Los músculos de la cara se vuelven rígidos.

INTERMEDIO

Los pacientes empiezan a hacer movimientos más lentos y mantienen las extremidades flexionadas. La falta de expresión en la cara es muy evidente.

En el siguiente estadio sienten temblores en ambos lados del cuerpo y comienzan a tener cambios posturales. Su tronco tiende a inclinarse hacia adelante.

AVANZADO

Necesitan ayuda y sienten ya una rigidez más aguda. Al principio pueden andar con dificultad pero terminan en silla de ruedas sin poder mover las manos.

Tres tipos

de medicación

El tiempo pasa y los síntomas empeoran. Lo que al principio afectaba a sólo una parte del cuerpo ahora ataca a las dos. Los problemas para caminar aumentan y las dificultades para mantener el equilibrio crecen. La realización de tareas cotidianas se complica. Aparecen la pérdida de olfato, las dificultades para tragar (disfagia) y mayores desequilibrios y temblores o rigidez muscular.

No hay curación posible. El remedio que disponen los médicos especialistas es paliativo y consiste en aportar al organismo una dopamina sintética que contenga, mientras pueda, el avance de la enfermedad. El arsenal terapéutico se compone de tres tratamientos, que varían en su modo de administración y potencia; y se ofrecen de forma escalonada. La primera dopamina se toma en pastillas.

Cuando dejan de hacer efecto, se proporciona a través de una bombas de infusión que la liberan de manera constante. En los casos más avanzados y rebeldes se hace a través de una sonda (PEG) que infunde la medicación directamente al estómago.

CONTROL DE LOS SÍNTOMAS

REEMPLAZO DE DOPAMINA

L-dopa

La L-dopa es el fármaco más efectivo. Entra en la neurona transmisora y se convierte en dopamina.

Neurona transmisora

dopaminérgica

Neurona receptora del

núcleo estriado

L-dopa

BOMBAS DE INFUSIÓN

Agonistas dopaminérgicos

Estimulan directamente los receptores dopaminérgicos y ocupan los receptores de la neurona.

Agonista

dopaminérgico

El paciente de Santurtzi llegó a tomarse hasta 30 pastillas diarias para controlar sus diferentes síntomas. Cuando ninguna de estas tres soluciones terapéuticas es capaz de conseguirlo, como le ocurrió a Sergio, llega el momento de la cirugía. “Uno de las medicinas que tomaba llegó a provocarme alucinaciones”, recuerda. “Decidieron que era el momento de operarme”.

La cirugía

del cerebro

Los radiólogos tienen dos misiones encomendadas en el abordaje del párkinson. En un primer momento, las pruebas de imagen buscan descartar otras posibles enfermedades. Cuando el mal se encuentra más avanzado, ayudan a preparar la cirugía llamada de estimulación profunda. La operación consiste en la apertura de dos trépanos de unos 14 milímetros en el cráneo a través de los que se implantan sendos electrodos que favorecen la producción continua de dopamina. Las imágenes radiológicas ayudan a determinar el mejor lugar en el cerebro de cada paciente para la colocación de los dispositivos.

Neuroestimulador

1

Un dispositivo, implantado bajo la piel, emite impulsos eléctricos adaptados a cada caso.

2

El neuroestimulador se conecta a los dos electrodos mediante un cable subcutáneo.

3

Los dos cables, instalados en el cerebro poseen cuatro puntos de estimulación en los extremos.

Núcleo subtalámico

Electrodos

4

La estimulación puede ser variable a lo largo del día. Los impulsos eléctricos de los electrodos bloquean la hiperactividad de las estructuras que controlan el movimiento.

La intervención quirúrgica ayuda a mejorar los síntomas motores, como las dificultades para caminar, los temblores o la lentitud en el movimiento (bradicinesia). “Los primeros días, especialmente la primera noche, fueron maravillosos. Tenía la sensación de haberme curado”, cuenta Sergio. Siempre ocurre, es una suerte de luna de miel. “Luego, poco a poco, los síntomas volvieron, pero no como antes. Desde que me operé estoy mucho mejor. Tiemblo menos, hablo mejor, hasta la medicación me redujeron a la mitad”.

Menor actividad tras incluir los electrodos

Núcleo subtalámico hiperactivo

Temblores involuntarios

Menor temblor

involuntario

Pronóstico

Primeros síntomas

Al principio, el mal se presenta con manifestaciones leves que apenas se notan. La vida, con pequeñas dificultades, continúa. Es el momento de ponerse en manos de un profesional, porque cuanto antes comience a tratarse, mejor calidad de vida disfrutará el paciente. Y porque, además, no siempre sucede así.

 

Hay perfiles de la patología más benignos y otros más agresivos, como el de Sergio Gorostizaga, que evolucionan de manera más rápida y virulenta. “Enseguida supe que lo mío tenía que ser algo neurológico y pedí consulta con un especialista”. Las asociaciones de pacientes, como complemento a los tratamientos médicos, ayudan a los afectados en la tarea de contención de la enfermedad con servicios diversos como fisioterapia, terapias cognitivas y actividades deportivas y de tipo social.

ESTADIOS DE EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD

INICIAL

INTERMEDIO

AVANZADO

El 80% de los pacientes siente temblor, sobre todo en las manos y solo en una parte del cuerpo. Los músculos de la cara se vuelven rígidos.

Los pacientes empiezan a hacer movimientos más lentos y mantienen las extremidades flexionadas. La falta de expresión en la cara es muy evidente.

En el siguiente estadio sienten temblores en ambos lados del cuerpo y comienzan a tener cambios posturales. Su tronco tiende a inclinarse hacia adelante.

Necesitan ayuda y sienten ya una rigidez más aguda. Al principio pueden andar con dificultad pero terminan en silla de ruedas sin poder mover las manos.

Tres tipos de medicamentos

El tiempo pasa y los síntomas empeoran. Lo que al principio afectaba a sólo una parte del cuerpo ahora ataca a las dos. Los problemas para caminar aumentan y las dificultades para mantener el equilibrio crecen. La realización de tareas cotidianas se complica. Aparecen la pérdida de olfato, las dificultades para tragar (disfagia) y mayores desequilibrios y temblores o rigidez muscular.

No hay curación posible. El remedio que disponen los médicos especialistas es paliativo y consiste en aportar al organismo una dopamina sintética que contenga, mientras pueda, el avance de la enfermedad. El arsenal terapéutico se compone de tres tratamientos, que varían en su modo de administración y potencia; y se ofrecen de forma escalonada. La primera dopamina se toma en pastillas.

Cuando dejan de hacer efecto, se proporciona a través de una bombas de infusión que la liberan de manera constante. En los casos más avanzados y rebeldes se hace a través de una sonda (PEG) que infunde la medicación directamente al estómago.

CONTROL DE LOS SÍNTOMAS

Neurona transmisora

dopaminérgica

Neurona receptora del

núcleo estriado

REEMPLAZO DE DOPAMINA

L-dopa

La L-dopa es el fármaco más efectivo. Entra en la neurona transmisora y se convierte en dopamina.

L-dopa

Agonista

dopaminérgico

BOMBAS DE INFUSIÓN

Agonistas dopaminérgicos

Estimulan directamente los receptores dopaminérgicos y ocupan los receptores de la neurona.

El paciente de Santurtzi llegó a tomarse hasta 30 pastillas diarias para controlar sus diferentes síntomas. Cuando ninguna de estas tres soluciones terapéuticas es capaz de conseguirlo, como le ocurrió a Sergio, llega el momento de la cirugía. “Uno de las medicinas que tomaba llegó a provocarme alucinaciones”, recuerda. “Decidieron que era el momento de operarme”.

La cirugía del cerebro

Los radiólogos tienen dos misiones encomendadas en el abordaje del párkinson. En un primer momento, las pruebas de imagen buscan descartar otras posibles enfermedades. Cuando el mal se encuentra más avanzado, ayudan a preparar la cirugía llamada de estimulación profunda. La operación consiste en la apertura de dos trépanos de unos 14 milímetros en el cráneo a través de los que se implantan sendos electrodos que favorecen la producción continua de dopamina. Las imágenes radiológicas ayudan a determinar el mejor lugar en el cerebro de cada paciente para la colocación de los dispositivos.

3

Los dos cables, instalados en el cerebro

poseen cuatro puntos de estimulación en los extremos.

Núcleo subtalámico

Electrodos

4

La estimulación puede ser variable a lo largo del día. Los impulsos eléctricos de los electrodos bloquean la hiperactividad de las estructuras que controlan el movimiento.

2

El neuroestimulador se conecta a los dos electrodos mediante un cable subcutáneo.

1

Un dispositivo, implantado bajo la piel, emite impulsos eléctricos adaptados a cada caso.

Neuroestimulador

La intervención quirúrgica ayuda a mejorar los síntomas motores, como las dificultades para caminar, los temblores o la lentitud en el movimiento (bradicinesia). “Los primeros días, especialmente la primera noche, fueron maravillosos. Tenía la sensación de haberme curado”, cuenta Sergio. Siempre ocurre, es una suerte de luna de miel. “Luego, poco a poco, los síntomas volvieron, pero no como antes. Desde que me operé estoy mucho mejor. Tiemblo menos, hablo mejor, hasta la medicación me redujeron a la mitad”.

Menor actividad tras incluir los electrodos

Núcleo subtalámico hiperactivo

Temblores involuntarios

Menor temblor

involuntario

Pronóstico

Primeros síntomas

Al principio, el mal se presenta con manifestaciones leves que apenas se notan. La vida, con pequeñas dificultades, continúa. Es el momento de ponerse en manos de un profesional, porque cuanto antes comience a tratarse, mejor calidad de vida disfrutará el paciente. Y porque, además, no siempre sucede así.

 

Hay perfiles de la patología más benignos y otros más agresivos, como el de Sergio Gorostizaga, que evolucionan de manera más rápida y virulenta. “Enseguida supe que lo mío tenía que ser algo neurológico y pedí consulta con un especialista”. Las asociaciones de pacientes, como complemento a los tratamientos médicos, ayudan a los afectados en la tarea de contención de la enfermedad con servicios diversos como fisioterapia, terapias cognitivas y actividades deportivas y de tipo social.

ESTADIOS DE EVOLUCIÓN DE LA ENFERMEDAD

INICIAL

INTERMEDIO

AVANZADO

El 80% de los pacientes siente temblor, sobre todo en las manos y solo en una parte del cuerpo. Los músculos de la cara se vuelven rígidos.

Los pacientes empiezan a hacer movimientos más lentos y mantienen las extremidades flexionadas. La falta de expresión en la cara es muy evidente.

En el siguiente estadio sienten temblores en ambos lados del cuerpo y comienzan a tener cambios posturales. Su tronco tiende a inclinarse hacia adelante.

Necesitan ayuda y sienten ya una rigidez más aguda. Al principio pueden andar con dificultad pero terminan en silla de ruedas sin poder mover las manos.

Tres tipos de medicamentos

El tiempo pasa y los síntomas empeoran. Lo que al principio afectaba a sólo una parte del cuerpo ahora ataca a las dos. Los problemas para caminar aumentan y las dificultades para mantener el equilibrio crecen. La realización de tareas cotidianas se complica. Aparecen la pérdida de olfato, las dificultades para tragar (disfagia) y mayores desequilibrios y temblores o rigidez muscular.

No hay curación posible. El remedio que disponen los médicos especialistas es paliativo y consiste en aportar al organismo una dopamina sintética que contenga, mientras pueda, el avance de la enfermedad. El arsenal terapéutico se compone de tres tratamientos, que varían en su modo de administración y potencia; y se ofrecen de forma escalonada. La primera dopamina se toma en pastillas.

Cuando dejan de hacer efecto, se proporciona a través de una bombas de infusión que la liberan de manera constante. En los casos más avanzados y rebeldes se hace a través de una sonda (PEG) que infunde la medicación directamente al estómago.

CONTROL DE LOS SÍNTOMAS

Neurona transmisora

dopaminérgica

Neurona receptora del

núcleo estriado

REEMPLAZO DE DOPAMINA

L-dopa

La L-dopa es el fármaco más efectivo. Entra en la neurona transmisora y se convierte en dopamina.

L-dopa

Agonista

dopaminérgico

BOMBAS DE INFUSIÓN

Agonistas dopaminérgicos

Estimulan directamente los receptores dopaminérgicos y ocupan los receptores de la neurona.

El paciente de Santurtzi llegó a tomarse hasta 30 pastillas diarias para controlar sus diferentes síntomas. Cuando ninguna de estas tres soluciones terapéuticas es capaz de conseguirlo, como le ocurrió a Sergio, llega el momento de la cirugía. “Uno de las medicinas que tomaba llegó a provocarme alucinaciones”, recuerda. “Decidieron que era el momento de operarme”.

La cirugía del cerebro

Los radiólogos tienen dos misiones encomendadas en el abordaje del párkinson. En un primer momento, las pruebas de imagen buscan descartar otras posibles enfermedades. Cuando el mal se encuentra más avanzado, ayudan a preparar la cirugía llamada de estimulación profunda. La operación consiste en la apertura de dos trépanos de unos 14 milímetros en el cráneo a través de los que se implantan sendos electrodos que favorecen la producción continua de dopamina. Las imágenes radiológicas ayudan a determinar el mejor lugar en el cerebro de cada paciente para la colocación de los dispositivos.

3

Los dos cables, instalados en el cerebro

poseen cuatro puntos de estimulación en los extremos.

Núcleo subtalámico

Electrodos

4

La estimulación puede ser variable a lo largo del día. Los impulsos eléctricos de los electrodos bloquean la hiperactividad de las estructuras que controlan el movimiento.

2

El neuroestimulador se conecta a los dos electrodos mediante un cable subcutáneo.

1

Un dispositivo, implantado bajo la piel, emite impulsos eléctricos adaptados a cada caso.

Neuroestimulador

La intervención quirúrgica ayuda a mejorar los síntomas motores, como las dificultades para caminar, los temblores o la lentitud en el movimiento (bradicinesia). “Los primeros días, especialmente la primera noche, fueron maravillosos. Tenía la sensación de haberme curado”, cuenta Sergio. Siempre ocurre, es una suerte de luna de miel. “Luego, poco a poco, los síntomas volvieron, pero no como antes. Desde que me operé estoy mucho mejor. Tiemblo menos, hablo mejor, hasta la medicación me redujeron a la mitad”.

Menor actividad tras incluir los electrodos

Núcleo subtalámico hiperactivo

Temblores involuntarios

Menor temblor

involuntario

Pronóstico

El párkinson, lamentablemente, hoy por hoy no tiene cura. Después de la cirugía, los profesionales de la salud sólo pueden ayudar a los pacientes a sobrellevar la enfermedad lo mejor posible y, llegado el momento, darles un final de la vida digno y sin dolor. Los actuales avances frente a otras demencias como el alzhéimer de momento, no parecen aplicables al párkinson. Son enfermedades diferentes. «El hallazgo de que eran falsos buena parte de los estudios firmados por Eliezer Masliah, que estaba considerado como uno de los grandes investigadores del mundo, fue un jarro de agua fría para la comunidad internacional», detalla Juan Carlos Gómez Esteban. «Muchos de los trabajos posteriores se basaban en sus hallazgos». Aún así, no todo está perdido.

La industria farmacéutica tiene un enorme interés en el estudio de esta demencia, que tiene en España el noveno país del mundo con mayor número de casos, 200.000. En la misma línea que las investigaciones que despiertan mayor interés en el mundo, el Instituto de Investigación Biobizkaia, centra sus esfuerzos en la localización de biomarcadores en la sangre que permitan diagnosticar la enfermedad a tiempo. El cerebro se estima que tiene 6 millones de neuronas en la sustancia negra y que cuando se detecta la enfermedad suelen haber desaparecido ya el 80%. Biobizkaia también busca la manera de frenar el avance de la patología, mejorar mediante cirugía las dificultades para caminar de los pacientes y ver cómo la evolución del mal puede mejorarse a través de la dieta.

Sergio Gorostizaga prefiere no pensar en el futuro. «No me preocupa demasiado, ¿para qué?», se pregunta y añade: «Ojalá la ciencia encuentre algo; pero me conformo con que se beneficien de ello mis hijas, Itziar y Zaloa. Entretanto, lo que tenga que venir, que venga», cuenta tranquilo. En su caminar, le acompaña su esposa, Elena Gómez Blanco. «Es muy buen enfermo, la verdad», dice de él. Juntos con su hija Zaloa, «que es médico», están preparando una escapada a Nueva York. Siempre encuentra un motivo para la esperanza. «Como soy informático, creo en la ley de Murphy y lo analizo y preparo todo muy bien. Lo tengo todo casi listo», asegura. El viaje continúa.

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elcorreo El día que Sergio se vio incapaz de escribir una sola palabra en su ordenador